Fredensborg, el escenario elegido para el bautizo de Isabella Henrietta Ingrid Margrethe

Los Príncipes Herederos viven con sus dos hijos en este impresionante palacio conocido como el Castillo de la Paz

Por hola.com

El castillo de Fredensborg, que siempre ha sido sede de grandes acontecimientos en la vida de la Familia Real danesa, tiene los jardines más grandes de Dinamarca y su nombre significa literalmente, el Castillo de la Paz. Su historia arranca en el siglo XVII, en plena guerra de los Treinta Años con Suecia. Entonces, concretamente en el año 1678, la zona de alrededor de Fredensborg fue comprada por Christian V, gran aficionado a la caza y artífice, pues, de que los caminos de la zona se adaptaran a la cetrería. Pero fue Federico IV, que llevó el barroco europeo a los jardines daneses tras sus viajes por Italia y Francia, quien puso la primera piedra del castillo actual, al que se llamó Fredensborg al final de la Gran Guerra Nórdica.

El Castillo de Fredensborg siguió las pautas de Christian IV y fue construido como palacio de caza para Federico IV por el arquitecto J.C. Krieger. La construcción comenzó en el año 1719 y se prolongó hasta el año 1722. Fecha en la que se inauguró el palacio principal; la iglesia lo haría algunos años después, en 1726. El castillo fue posteriormente ampliado durante los reinados de Christian VI, Federico V y la reina Juliane Marie, por los arquitectos N. Eigtved, L. de Thurah og y C.F. Harsdorff.

Escenario de celebraciones
Después de la muerte de la reina Juliane Marie, en 1796, el castillo se utilizó poco. Sólo durante el periodo de Christian IX y la reina Luisa se hizo vida durante largos periodos en la residencia real. No obstante, no fue hasta el año 1972, cuando la reina Ingrid decidió reparar la planta baja de 700 metros cuadrados -la Chancillería, en concreto, fue utilizada durante años como gran trastero- acondicionándola para vivir en ella. Cansada de sufrir a diario el problema de las escaleras de Amalienborg, la Reina Madre se trasladó a Fredensborg hasta el día de su muerte, acaecida a finales del año 2000.

Desde entonces, y hasta hoy la reina Margarita y su esposo, el príncipe Enrique, pasan 3 meses en primavera y 3 en otoño en Fredensborg. Un Palacio en el que suelen organizarse además grandes celebraciones para festejar importantes acontecimientos en la vida de la Familia Real -bodas de plata, cumpleaños...-. Asimismo, aquí se recibe a los Jefes de Estado de otros países y se entregan a los embajadores extranjeros sus credenciales. Una curiosidad: tradicionalmente en las visitas de Estado, el visitante escribe su nombre con un diamante sobre uno de los cristales del Palacio.

Con forma de estrella
Fredensborg está ubicado en el marco de un hermoso paisaje, el lago Esrum, en Sealand, y forma la naturaleza de su jardín una preciosa estrella que puede ser vista sólo desde el cielo. Dentro de ella, el Valle del Noruego, las casas del té, las esculturas de la casa del capitán, etc.

Fundado por Federico IV -casado con Louisa of Mecklenbourg- y bautizado, también por él, como el Castillo de la Paz, creó este Rey un jardín a su medida -cerca de 120 hectáreas, diseñadas por J.C. Krieger- inspirándose en la hermosura de los jardines barrocos de Italia y Francia en los que había estado de visita por entonces. Unos jardines, no obstante, que su sucesor, Federico V, rediseñaría en 1760 con la ayuda de un jardinero francés, Nicolai Henri.

Jardines de Versalles
Una maravillosa obra llevada a cabo en el año 1760 y cuyo valor puede apreciarse hoy todavía en sus largas avenidas de hayas y en la profunda perspectiva del conjunto arquitectónico. Y también uno de los motivos más copiados de los jardines barrocos del Versalles de Luis XIV... Y todo ello regado de esculturas nórdicas -en su mayor parte de J. Wiedewelt, uno de los mayores exponentes del neoclasicismo en el Norte de Europa- en representación del mundo -algo inusual para aquella época- de los campesinos y pescadores del norte de Dinamarca, del reino de Noruega y de las Islas Feroe.
Pero no acabarían ahí las reformas del jardín. De hecho, a mediados del XIX, sufrieron éstos de nuevo parcialmente una nueva remodelación y fueron convertidos al estilo inglés romántico, o de la naturaleza inspirada... Cien años después, se mantienen exactamente igual, aunque la casa principal, o castillo, ha sido restaurado y acondicionado para que lo habitaran, después de su boda en mayo de 2004, el Príncipe heredero del reino de Dinamarca y esposa, Mary Donaldson.
La casa, que mide 1150 metros cuadrados, se ha decorado fundamentalmente con los muebles del apartamento de Federico en Amalienbrog y es, a ojos del mundo, un lugar de ensueño.

No obstante, y aunque desde fuera tiene un aspecto idílico, con un tejado de tejas negras y arbustos verdes, en su interior, la nueva vivienda del príncipe está provista de la más avanzada electrónica que existe en el mercado. Como otro Buckingham Palace, la vivienda de Federico y Mary -la Casa de la Cancillería del Palacio de Fredensborg- se ha transformado en una fortaleza provista de un sinfín de alarmas y cámaras.