La princesa Mary y su recién nacida abandonan el hospital

Los Herederos no quisieron pronunciarse sobre el nombre que recibirá la pequeña

Por hola.com

Los daneses ya conocen a la bella durmiente hija de los Herederos al trono. A las 11:03 horas, la [princesa Mary], con su pequeña en brazos, salió de la sala de partos en dirección al hall del Hospital del Reino de Copenhague para comparecer ante los medios de comunicación, acompañada por su esposo, el [príncipe Federico]. La pareja no pudo disimular su alegría por la llegada al mundo de la niña, mientras contestaba a las preguntas en una comparecencia, de un cuarto de hora de duración, en la que la gran protagonista permaneció dormida.

"Pienso que este parto ha sido más sencillo que el primero. Ahora mismo, me encuentro llena de energía", explicó Mary, quien insinuó que a ella y al Príncipe les gustaría tener más niños en el futuro. "Es sólo la segunda vez (que doy a luz)", contestó la Princesa a la pregunta de si planeaba aumentar la familia. Asimismo, la princesa Mary reveló que el príncipe Christian, de 18 meses de edad, había mostrado gran interés por su hermana pequeña cuando acudió a visitarla al hospital; que el niño la llamaba "bebé", y que ya se refiría a ella con esa palabra cuando su madre estaba embarazada.

Princesa sin nombre
Sobre el nombre o nombres que recibirá la niña, sus padres no quisieron pronunciarse. Como ya ocurriera con su primogénito, los Príncipes probablemente den a conocer cómo llamarán a su segunda hija durante su bautismo. De manera que, al igual que ocurriera a su hermano, la nueva Princesa de Dinamarca permanecerá algunos meses sin nombre. Si bien los medios daneses ya han comenzado a especular sobre el asunto. Los expertos reales conciden en señalar que recibirá probablemente 4 apelativos, como Christian, y que entre ellos, tal vez, figuren Margarita (por su abuela paterna), Ingrid (por su bisabuela) y Henrietta (por su abuela materna, ya fallecida). Entre otros posibles nombres aparecen también Alejandra (por la hermana del rey Christian IX (1818-1906)) y Dagmar, por la emperatriz rusa -esposa de Alejandro III y madre de Nicolás II, último zar-, de origen danés, y cuyos restos fueron trasladados el pasado septiembre al panteón de los Romanov en San Petersburgo.

Una vez finalizada la comparecencia, la recién aumentada familia abandonó el hall del hospital, de cuyo techo colgaban numerosos globos, para dirigirse al exterior del recinto, donde les esperaban unas 2.000 mil personas, entre personal del centro y curiosos. Tras saludar a sus admiradores, Mary y su hija se sentaron en la parte trasera del coche, mientras que Federico lo hizo en el asiento del copiloto, junto al chófer que los condujo a su residencia en la Casa del Canciller en el palacio de Fredensborg, unos 45 kilómetros al norte de Copenhague. Allí les aguardaba el príncipe Christian, que hoy no acudió al jardín de infancia. Poco después de llegar a Fredensborg, Mary y Federico, llevando en sus brazos, respectivamente, a la niña y a Christian, salieron al exterior del palacio para corresponder a las muestras de cariño de las decenas de personas que se habían congregado delante de su casa para felicitarlos.