Una boda es siempre motivo de gran alegría, además de una formidable ocasión para encontrarse con los invitados de tiros largos. Aunque en este sentido es habitual ver a la princesa Mary de Dinamarca luciendo los más impresionantes vestidos de gala, la Heredera danesa no dejó de sorprender en el enlace de sus amigos Annette y Thomas Olsen, que se celebró el pasado sábado, 13 de mayo, en el Castillo de Holckenhavn (localidad danesa de Nyborg), con un look tremendamente elegante.
Vestida para brillar Mary no desmereció su título cuando apareció vestida como una auténtica Princesa. La esposa del [príncipe Federico] se decantó por un conjunto primaveral de la firma [Carolina Herrera], compuesto por una falda blanca hasta los pies y un top marrón con estampado de pompas blancas, combinado con un cinturón dorado con piedras verdes engarzadas simulando un damero. Dado que la primavera aún es inestable, se cubrió con una delicada rebeca de color rosa maquillaje. Como broche de oro a su principesca puesta en escena, la [princesa Mary] optó por recogerse su larga melena en un sofisticado moño. El príncipe Federico vistió para la ocasión el tradicional chaqué.
Después de la ceremonia religiosa, que seguro trajo grandes y emotivos recuerdos a los Herederos a la corona danesa, ya que tenía lugar dos años después de la suya -el enlace real se celebró el 14 de mayo de 2004-, la princesa Mary, madre de un niño de siete meses, el pequeño Christian, felicitó a la novia en su gran día.
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