Es la noticia de la semana. Después de muchos rumores, el príncipe Laurent de Bélgica ha reconocido que tiene un hijo secreto de 25 años, Clément, nacido de su relación con la cantante Wendy Van Wanten, durante los años 90, antes de casarse con la princesa Claire. Además del hermano del rey Felipe, también el propio Clément ha contado la historia en un documental. Ahora bien, dado que es hijo de Príncipe, surge ahora la duda de si obtendrá el título de Príncipe, como ocurrió con Delphine, quien también fue reconocida como hija del rey Alberto II y sí tiene el título de Princesa.
En el documental, Clément Vandenkerckhove ha asegurado que “mi padre no hizo nada malo, ni mi madre tampoco. Quiero poder vivir una vida normal y que ya no me pregunte constantemente ¿Sabes quién es tu padre? ¿Ya murió? Quiero acabar con eso. Solo quiero ir a tomar una cerveza con mi padre”, manifestó.
El medio belga Het Laatste Nieuws ha informado que se ha realizado una prueba de ADN, pero ha especificado que se desconoce si se ha inscrito oficialmente en el registro civil. Esto es importante porque “solo un reconocimiento oficial de la paternidad puede permitir al Gobierno otorgar a Clément el título de Príncipe mediante decreto real firmado por el rey Felipe”, ha escrito el experto real Wim Dehandschutter. Sin ese reconocimiento no podría ser llamado “Su Alteza Real Clément, príncipe de Bélgica, príncipe de Sajonia-Coburgo”. El periodista también señala que el monarca belga, por decreto real de 2015, ya no desea otorgar títulos principescos a “nacimientos de padres ajenos a su familia”. Delphine Boël fue reconocida como hija biológica del rey Alberto por un tribunal en 2020 y tiene el título Princesa y los apellidos de la dinastía.
El caso de la hija extramatrimonial de Alberto II era vox populi. De hecho, la propia reina Paola habló en un documental de su vida personal de un modo nada convencional para un miembro de la realeza. Reconoció que la relación con su marido estuvo marcada durante años por la distancia, reconoció infidelidades por parte de ambos y también no haber estado disponible emocionalmente para sus hijos en un momento de su vida en el que se sentía sola e infeliz. Por otro lado, también dijo que con el tiempo, como pareja, lograron comprenderse, apoyarse y disfrutar de ser familia de un modo distinto.