Bélgica se prepara para celebrar una gran fiesta el próximo sábado 25 de octubre con motivo del bautizo del segundo hijo de los Herederos belgas, el príncipe Felipe y su esposa, la [princesa Matilde]: Gabriel Balduino Carlos María de Bélgica. Un nombre universal que precisamente escogieron sus padres por simbolizar un espíritu conciliador entre las diversas civilizaciones. "Elegimos este nombre no sólo porque suena bien sino también porque encarna simbólicamente una voluntad de diálogo multicultural. Gabriel aparece mucho en las tradición cristiana pero también en la judía y en la musulmana", declaró el príncipe Felipe tras el nacimiento del pequeño.
Dos celebraciones Gabriel, séptimo nieto de los reyes Alberto y Paola y tercero en la línea de sucesión al trono -tras su padre, el príncipe Felipe, y su hermana mayor, la princesa Elisabeth-, recibirá las aguas bautismales en la capilla del Castillo de Ciergnon, en Ardenne. La ceremonia será oficiada por el cardenal Godfried Danneels, y, según comentan varios rotativos belgas, los padrinos de bautismo de Gabriel serán la ahijada de su padre, la baronesa Hans-Ulrich von Freyberg, y el hermano de la princesa Matilde, el conde Charles-Henri d'Udekem d'Acoz.
Pero no será el pequeño Gabriel el único protagonista del día, ya que se da la circunstancia de que, en esa misma fecha, su hermana, la princesa Elisabeth de Bélgica, cumple dos añitos. Aunque igual de comilona, sana, rubia, y guapa, la Princesita ha abandonado ya su pacífica existencia de bebé. Ahora tiene un compañero de juegos; alguien a quien enseñar las lecciones aprendidas y, sobre todo, alguien con el que emprender en compañía el camino de la vida. Otro motivo, sin duda, de celebración para el próximo sábado.
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