Es la noticia del día en Japón: Akihito de Japón vuelve a ingresar en el Hospital Universitario de Tokio por problemas cardíacos. El emperador emérito y padre del actual emperador -Naruhito de Japón- necesita "aliviar su carga cardiaca", que significa reducir el esfuerzo que el corazón necesita hacer para bombear sangre, debido a la isquemia miocárdica que padece. Es este un ingreso más en un largo historial médico para un hombre de 91 años que, después de ser una figura clave y llevar el peso de la reconciliación japonesa, pidió descansar y abdicó en su hijo en el año 2019, último eslabón de la dinastía Yamato, la monarquía hereditaria continua más antigua del mundo.
Los medios de comunicación del país, como Japan Times, cuentan que el antiguo emperador sumará un nuevo tratamiento al que ya tiene, una dosis que se determinará tras el electrocardiograma. En julio de 2022, al emperador emérito se le diagnosticó insuficiencia cardíaca derecha, causada por una insuficiencia de la válvula tricúspide. El pasado mayo, ingresó en el hospital universitario para una revisión cardíaca y se le diagnosticó isquemia miocárdica asintomática.
Según sus asesores, el emperador emérito ha realizado ejercicios de bajo esfuerzo y caminatas para mantener su salud desde su hospitalización en mayo. También comenzó a tomar medicamentos para mejorar el flujo sanguíneo coronario. Como estos esfuerzos no produjeron mejoras, un equipo de médicos concluyó que era necesario un tratamiento adicional.
Aún no se ha determinado cuánto tiempo permanecerá el emperador emérito en el hospital, donde permanece acompañado por su mujer, la emperatriz Michiko, que a sus 90 años también ha tenido algún ingreso hospitalario reciente. Lo que no se plantean, al menos de momento, es que este sea un ingreso largo, así que se espera que reciba el alta con relativa rapidez una vez que se determine su estado cardíaco y la medicación necesaria.