Las dos caras de la princesa Masako

El cambio de vida de la futura Emperatriz sorprende a los japoneses

Por hola.com

La Princesa heredera de Japón, hasta ahora reverenciada por los medios de comunicación, ha dejado de ser intocable. La futura emperatriz, respaldada por la mayoría de la población en su larga enfermedad, cuenta cada vez menos con los favores de los ciudadanos. Al modo de ver de éstos, después de cuatro años de "reclusión" por enfermedad -se le diagnosticó una depresión- no es fácil entender que la Princesa viva una existencia mundana en apariencia feliz sin haber sido capaz de retomar sus actividades como futura emperatriz.

Desde su llegada a la "ciudad imperial", [Masako] -la ex diplomática entró en la familia real por matrimonio, en 1993- ha pasado por todo tipo de pruebas pero nunca, hasta este momento, los ataques hacia su persona habían sido tan directos.

Sus eternos defensores creen que se trata de una nueva "guerra subterránea" contra la futura emperatriz. Después de que el Gobierno parara la reforma de ley que hubiese permitido a su única hija, [Aiko] (nacida en 2001) aspirar al trono; y de haber sufrido más de una humillación, tras el nacimiento de su sobrino político -el [príncipe Hisahito] (Sosegado Virtuoso)-, el siguiente paso es, según algunos sectores de la población, minar la imagen pública de la Princesa. Deformarla ante los ojos de sus conciudadanos para que ésta pierda, a sus 44 años, su credibilidad como esposa del que habrá de ser futuro emperador del Japón.

Acusada de violar la imagen de austeridad
A lo largo de las últimas semanas, Masako ha sido acusada de "haber violado la imagen de la austeridad imperial al acudir a elegantes restaurantes mejicanos, franceses y chinos". Estas "suntuosas comidas financias con fondos públicos" han sido, al parecer, el único motivo por el que Masako ha llamado la atención en un momento en el que la economía del país nipón muestra signos de inestabilidad, y muchos japoneses, incluido el [emperador Akihito], muestran su preocupación por la diferencia cada vez mayor entre ricos y pobres.

La revista Weekly Gendai titula en su última edición: "La princesa Masako: paseo a caballo y de compras en Ginza,"... La publicación compara en el reportaje los dos actos oficiales a los que había asistido en los últimos tiempos, con sus más de cincuenta salidas privadas.

Los periódicos, que han empezado a dar pormenorizados detalles de sus relaciones con su familia política, le echan en cara también que se atreviera a tomarse unas vacaciones reales privadas en Holanda. Un viaje sin precedentes que todos justificaron inicialmente porque entendían que era parte de su tratamiento.

Palacio, siempre preocupado por la cobertura mediática, no ha acudido a rescatarla y ha guardado el tradicional silencio roto tan sólo en dos ocasiones: para negar que la Princesa hubiera recortado los rituales de Año Nuevo en Palacio con la intención de almorzar con sus padres; y que la Emperatriz hubiera sermoneado a los Príncipes herederos por su ética en el trabajo.

La Casa imperial -los emperadores, los Príncipes herederos y Aiko- reciben anualmente 324 millones de yenes (2,15 millones de euros) para el pago de sus cuentas... Una cifra en la que, al parecer, no deben ser incluidos los gastos de comidas en restaurantes... Pero, tampoco el coste de vida de la [princesa Sayako]. Y es que la hija más pequeña de los Emperadores renunció a todos los privilegios el día en el que contrajo matrimonio con un universitario sin antecedentes nobles en su árbol genealógico. Desde entonces, como sencilla ama de casa, también busca llenar el carrito de la compra en tiendas con ofertas.