El nacimiento de Harald, hijo de Olav V y la princesa real Martha de Suecia, en 1937, en la mansión de Skaugum, fue un acontecimiento histórico. Por un lado, con su llegada al mundo quedaba asegurada la sucesión al trono de la relativamente joven monarquía noruega. Por otro, era el primer Príncipe real que nacía en tierra propia, después de 567 años sin herederos para Noruega. Por ello y para ocupar con responsabilidad el lugar que la historia le nada más regresar a Noruega -tras la liberación de la nación en la Segunda Guerra Mundial-, Harald comenzó el aprendizaje que un día le avalaría como Rey: Formación militar -general del Ejército de Tierra y del Aire y admirante de la Armada- y formación académica. Primero, en Oslo y, después en Oxford, universidad donde estudiaría Economía, Ciencias Políticas e Historia.
Sonia Haraldsen, su reina El Príncipe heredero estaba siendo educado sistemáticamente para ejercer la misión especial a la que estaba destinado... Sin embargo, contra todo pronóstico, el Príncipe no sólo no está dispuesto a salvaguardar las tradiciones reales sino que, por amor -lo mismo que le sucedería a su hijo Haakon treinta años después-llega a plantearse a renunciar al trono, para casarse con la mujer que amaba, Sonia Haraldsen. La hija de un comerciante textil que habría de convertirse, a pesar de no contar durante casi diez años, con la aprobación real, en Reina de Noruega. En 1991, se cierra una etapa decisiva en la historia de Noruega y se abre otra no menos importante. Muere el rey Olav V y sube al Trono su hijo Harald, que se encontrará reinando sobre un país moderno, avanzado y con una de las rentas "per cápita" más altas del mundo, a pesar de tener sólo un 2,5 por 100 de tierra cultivable.
"Todo por Noruega" El nuevo Rey será, además, el primer soberano nativo desde los vikingos, puesto que ninguno de sus más inmediatos antecesores nació en tierra noruega. Su padre, Olav V, el Rey más anciano de Europa, había nacido en Inglaterra y su abuelo, Haakon VII, vino al mundo en Dinamarca. Más allá de estos datos, Harald reina, desde hace 17 años años, en un país de gran presente y prometedor futuro bajo el lema familiar: "Todo por Noruega". Tres años después de la boda de Harald y Sonia, celebrada en Oslo, en el año 1968, y tras haber viajado de incógnito a España para seguir una cura termal en un balneario de Málaga, la Casa Real anunció que la Soberana estaba embarazada. Los príncipes Harald y Sonia vieron colmados todos sus sueños cuando, en el mes de septiembre de 1971, llegaba al mundo Marta Luisa, y, cuando, dos años después, daban a su reino un nuevo heredero al trono, el príncipe Haakon. Harald, el tierno abuelo -tiene cuatro nietos: Ingrid (la heredera del heredero), Sverre, Maud y Leah- cumple 70 años y lo celebra por todo lo alto sobre una tierra de fiordos y altas montañas sobre las que cae el sol de medianoche. Tierra de pescadores, de Visen y de Munch, al borde del mar... Tierra antigua, pero Nación moderna caracterizada por el avance de la industria petrolífera, de la manufactura, de la lucha por la igualdad y por el mantenimiento de un alto rango de seguridad económica y social.
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