La princesa Kiko, centro de atención en la tradicional fiesta del otoño de Japón

La esposa del príncipe Akishino (segundo hijo del Emperador) compareció por primera vez en un acto oficial tras el nacimiento de su tercer hijo, el príncipe Hisahito

Por hola.com

El Imperio del Sol naciente ha recibido oficialmente el otoño con una gran fiesta para sus conciudadanos, presidida por el emperador Akihito y la emperatriz Michiko, que ha vuelto a poner en el punto de mira a las damas de la Familia Imperial. Junto a los Emperadores de Japón, que estuvieron conversando con un grupo de celebridades en la propiedad Akasaka de Tokio, como es tradición en esta ceremonia, se dieron cita sus dos hijos, el príncipe heredero Naruhito y el príncipe Akishino -el primero sin su esposa, la princesa Masako, y el segundo acompañado por la suya, la princesa Kiko-.

Las damas reales, en el punto de mira
Ambas, las princesas Masako y Kiko, se erigieron en realidad en las grandes protagonistas de la tradicional fiesta de otoño que celebra cada año la Familia Imperial japonesa. Aunque por razones bien distintas. La princesa Masako lo fue porque volvió a faltar nuevamente a un acto público, pese a que todo apuntaba a que, en esta ocasión, acompañaría a su esposo, el príncipe Naruhito, dada su supuesta mejoría de la depresión que la ha mantenido durante varios años recluida en palacio. No obstante, la Emperatriz volvió a salir en defensa de su nuera, en una entrevista que ofreció recientemente a los medios de comunicación japoneses con motivo de su 72º cumpleaños, y explicó que aún era pronto para hablar de la reincorporación de Masako a la vida oficial. La princesa Kiko centró la atención porque se trataba de su primera (y triunfal) comparecencia oficial tras el nacimiento de su tercer hijo, el príncipe Hisahito, que para el sector más conservador de la sociedad japonesa es, aferrándose a una tradición milenaria, el garante de una línea imperial pura de ascendencia masculina.

El pequeño vino al mundo el pasado 6 de septiembre convirtiéndose en el primer varón nacido en la Familia Imperial desde hace más de cuatro décadas y también en el tercero en la línea de sucesión al Trono del Crisantemo, a menos que se produzca una reforma de la vigente ley sálica nipona para despejar el ascenso al trono de la princesa Aiko, única hija de los príncipes herederos Naruhito y Masako. Y es que, en contraste con los tradicionalistas japoneses, otros muchos conciudadanos abogan por la evolución de las rígidas costumbres de la monarquía más antigua del mundo y sostienen que el nacimiento imperial no debe servir como excusa para aplazar un debate público sobre la sucesión femenina.