Desde que Letizia de España y Máxima de Holanda anunciaran casi al unísono, el pasado 25 de septiembre, que van a ser madres en la próxima primavera, planea en las mentes de todos la fantasía de volver asistir a un baby-boom en las cortes europeas. Así que, aparte de las susodichas Princesas, en cierta manera, el resto también se han convertido en el punto de mira de los medios de comunicación.
Las miradas se han centrado en Escandinavia. Mary de Dinamarca y Mette-Marit de Noruega han sido las primeras destinatarias de las pesquisas de la prensa que busca indicios de una nueva ola de embarazos reales como la del año pasado. Ahora que el príncipe Christian, primogénito de de los príncipes Federico y Mary, está a punto de cumplir su primer año de vida (nació el 15 de octubre de 2005), los medios de comunicación daneses han vuelto a entrar en materia de embarazos y han comenzado a informar acerca de la posibilidad de que esté en camino un nuevo hermanito para el pequeño.
Los primeros comentarios emergieron a causa de una indisposición de la [princesa Mary] y a su ausencia de 15 minutos durante el solemne reentierro de la emperatriz María Fedorovna junto a su esposo, el zar Alejandro III, en San Pertersburgo. La versión oficial que ofrecieron fuentes de la Casa Real danesa fue que, dada la intensa actividad del día, la Princesa había olvidado beber suficiente agua, pero no convenció y, en seguida, surgió la hipótesis del embarazo.
También sobre la [princesa Mette-Marit] se ciernen los rumores de embarazo. Una agenda muy relajada durante las últimas semanas y una cintura que no termina de reducirse a su ser han disparado los comentarios sobre el estado de la Heredera noruega, que reapareció ayer con motivo del Día Mundial de la Salud Mental en Oslo.
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