Tal y como estaba programado, Su Santidad aterrizaba en el aeropuerto de Manises (Valencia) a media mañana para participar en los actos de clausura del V Encuentro Mundial de las Familias. A pie de escalerilla, le esparaban Sus Majestades los Reyes de España que, siguiendo el protocolo, realizaron una genuflexión ante Benedicto XVI. También se encontraban allí el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, junto a su mujer, Sonsoles Espinosa; el Presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la Alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, entre otras autoridades.
Mientras la comitiva se dirigía hacia el estrado preparado para el discurso de bienvenida, numerosos peregrinos que se encontraban detrás de las barreras de seguridad, irrumpían en aplausos y exclamaciones como "Sí, sí, sí. El Papa ya está aquí".
Recibido con honores de Jefe de Estado -sonaron los himnos del Vaticano y el del estado español-, el primero en tomar la palabra fue don Juan Carlos quien en su discurso abogó por el fin de las guerras, el terrorismo y el hambre, a la vez que agradeció a Su Santidad su visita a Valencia asegurando que "trae un gran consuelo para todos" y en particular para quienes han perdido seres queridos en el accidente del metro del pasado lunes.
Tras esto, le ha llegado el turno de palabra al Papa. En su alocución, Benedicto XVI ha defendido el carácter "insustituible" que tiene para la Iglesia "la familia fundada en el matrimonio". Benedicto XVI reiteró en varias ocasiones que "la Iglesia nos enseña a respetar y promover la maravillosa realidad del matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, que es, además, el origen de la familia".
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