El rey don Juan Carlos ha cedido todo el protagonismo al pueblo español, con motivo de su trigésimo aniversario como soberano. En lugar de conmemorar el gran acontecimiento con una gran cena de gala en palacio, avalada por la presencia de reyes, reinas, príncipes y princesas, ha preferido celebrar sus 30 años de reinado alabando a su familia y agradeciendo a los españoles su respaldo a lo largo de estas tres décadas. De manera que, de acuerdo a su deseo de rendir tributo en este aniversario a sus conciudadanos, los Reyes han celebrado con un único acto institucional sus 30 años de soberanía: una recepción en el Palacio Real a las altas autoridades estatales y representantes sociales en señal de agradecimiento al apoyo prestado.
La Familia Real al completo -incluida a princesa Letizia, que aparecía públicamente por primera vez, después de que, el pasado 7 de noviembre, presentara oficialmente ante los medios de comunicación a su primogénita, la infanta Leonor- recibió en palacio a un total de 200 invitados, entre los actuales representantes de las distintas instituciones y los de los diversos sectores sociales. Asistentes que fueron encabezados por el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su esposa, Sonsoles Espinosa, seguidos por el resto de los miembros del Ejecutivo, a excepción de los ministros de Defensa, José Bono; de Agricultura, Elena Espinosa, y de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que no asistieron por razones de agenda.
La reaparición de doña Letizia Asimismo, acudieron a la recepción el ex presidente de Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo; el líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy; los presidentes del Congreso, Manuel Marín, y del Senado, Francisco Javier Rojo; algunos de los componentes de las mesas de ambas Cámaras, los portavoces de los grupos parlamentarios -excepto los de IU, Gaspar Llamazares; ERC, Joan Tardá, y el Grupo Mixto, Uxue Barkos-; los presidentes de las Comunidades autónomas -excepto los de Canarias, Extremadura y País Vasco-; el nuncio apostólico, Manuel Monteiro de Castro; el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela; los jefes del Estado Mayor de la Defensa y de los tres Ejércitos; los presidentes de la CEOE y de la Cepyme, y los secretarios generales de los dos sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras, entre otros.
Si la anécdota de la velada la protagonizó el Rey, quien quiso dar la vuelta a la tortilla y fotografiarse junto a la Reina con todos los medios gráficos -"Ahora, nosotros con vosotros", dijo-, la foto más esperada fue la de la reaparición de la Princesa de Asturias, que se escapó durante unas horas de Palacio e hizo un breve paréntesis en su recién estrenada vida como mamá, para asistir a este homenaje a don Juan Carlos por sus 30 años de reinado. Era la primera vez que la Princesa de Asturias acudía a un acto oficial desde el nacimiento de su pequeña, la infanta Leonor, pero su primera escapada no se prolongó durante mucho tiempo. De hecho, la Princesa, que, de momento, no retomará plenamente su agenda, se retiró antes de que terminara la recepción.
)
)
)
)
)
)
)
)
)
