La princesa Mary de Dinamarca brilló con luz propia en la cena de gala del 90 aniversario de la Cruz Roja en Sidney, uno de los múltiples compromisos que estaban en la apretada agenda de los Príncipes en esta visita oficial al país. La esposa del príncipe Federico, que ha vuelto a su país natal por primera vez como Princesa de Dinamarca, estaba radiante con una falda negra larga, con un poco de vuelo en la parte baja, y un cuerpo de seda rosa que dejaba los hombros al descubierto. La pareja, que presidió la velada, disfrutó de la actuación musical de Olivia Newton-John, muy bella también con un vestido de color verde. Desde que llegó al país, el pasado jueves, Mary no ha parado de recibir muestras de cariño y admiración por parte de los australianos en todos los actos oficiales.
Volcada con las causas sociales Al día siguiente, una nueva causa de interés social contó con el apoyo de la princesa Mary. Ella sola- el príncipe Federico estaba entrenando para una regata que se celebrará los próximos días- fue la invitada de honor de un almuerzo a favor de la Fundación para la Salud Mental, celebrado en el hotel Four Seasons de la ciudad. Más de 500 personas, entre ellas varios ministros, pagaron los cerca de 175 dólares del cubierto, que estaban destinados a un programa dirigido a la juventud.
Por la noche, Mary se reunió con su marido para acudir a una cena ofrecida por la gobernadora de Nuevo Gales del Sur, Marie Bashir, y su marido sir Nicholas Shehadie. Los anfitriones recibieron a los Príncipes en la sede del gobierno y, de nuevo, Mary volvió a hacer gala de su ya conocida elegancia. El vestido de la futura Reina de los daneses, de un intenso color burdeos, tenía un escote muy original: uno de los tirantes anchos descansaba sobre el hombro mientras el otro lo hacía bajo este, dejando así un escote asimétrico en el que la Princesa lucía un precioso collar de diamantes a juego con los pendientes.
Las próximas citas de esta visita real llevarán a los Príncipes a Canberra, Melbourne y Hobart, la ciudad natal de Mary donde finalizará este tour australiano. Será entonces, el viernes 11, cuando los australianos despidan a la que ya consideran su Princesa.
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