Después de haber estado durante dos años en el centro de todos los objetivos y críticas, la princesa Magdalena ha dejado atrás definitivamente su despreocupada forma de vida para convertirse en una princesa ejemplar. Para no dar más disgustos en palacio, para poder terminar cuanto antes su carrera y, especialmente, para poder casarse con Jonas cuanto antes, la hija menor del rey Gustavo de Suecia sólo acude a actos oficiales y familiares y dedica la mayor parte del tiempo a los libros. No obstante, siempre encuentra esta un hueco en su agenda para apoyar a sus padres, los Reyes, y a su hermana Victoria, la princesa heredera, cuando se trata de cumplir con sus responsabilidades dinásticas.
La más empollona Exactamente igual que durante su última aparición pública... Un acto en el que la descubrimos, perfecta, en su nueva faceta como princesa de los suecos y, también como hija ejemplar durante la fiesta anual de la Asociación de Amigos de las Artes en Estocolmo. Un evento al que acudió, acompañada de su madre, la Reina, y de su hermana Victoria, con un precioso traje de primavera a juego con su ancho sombrero negro. Una perfecta combinación de encaje en la que destacaron sus bailarinas turquesa de punta y lazo y su original bolso a tono. Magdalena estudia, desde hace año y medio y de manera intensiva, Teoría del Arte en la universidad de Estocolmo con muy buenos resultados. Tan buenos y tan "públicos" que ha dejado de ser "la princesa de las fiestas" para convertirse en la princesa más "empollona". Al menos, así se la conoce en la universidad de Estocolmo donde se la describe como una alumna ambiciosa y resuelta capaz de decir no a una reunión social para quedarse estudiando en casa.
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