Estefanía de Mónaco y Adans López Peres, invitados a un 'bautizo' muy especial

Por hola.com

Nueve meses desde su más que íntima boda... y cada vez se les ve más enamorados. El matrimonio de Estefanía de Mónaco y Adans López Peres ha pasado de ser otra de las aventuras rebeldes de la pequeña de los Grimaldi, a una historia de amor vivida con enorme discreción. Después de unos días en isla Mauricio -en pleno océano Índico, a novecientos kilómetros de Madagascar- la pareja, que disfrutó de estas pequeñas vacaciones junto a las hijas de la princesa, volvió a casa, con las energías renovadas y ganas de seguir más unidos que nunca.

Suiza en el corazón
La pareja, que mantiene una relación muy especial con Suiza, de hecho se casaron en Ginebra, el 12 de septiembre de 2003, ha hecho su primera aparición pública, tras la vuelta de vacaciones, en un delfinario llamado Coney-Land de Lipperswil (Suiza). La pareja apareció para mostrar lo que ya todos sabíamos: aman el mundo del espectáculo y aman los animales. Tanto [Estefanía de Mónaco] como su marido no quisieron perderse, y fueron protagonistas indiscutibles de la jornada, el 'bautizo' de dos nuevos delfines, a los que llamaron Magic y Shadow. Casualmente, o no tanto, dos palabras que pudieran definir su relación: mágica y, al menos en los primeros tiempos, a la sombra.

Segundo plano
Desde esa boda, para la que Estefania logró el permiso paternal y de su hermano Alberto, aunque ninguno de los dos acudieron a la ceremonia civil, Adans López Peres ha demostrado que es todo un caballero, que prefiere no participar en un circo que no conoce: el circo mediático formado en torno a su matrimonio. Por eso, cuando ha aparecido junto a su esposa, lo ha hecho en un discreto segundo plano. Como ocurrió en enero de 2004, durante la inauguración de la XXVIII edición del Festival Internacional de Circo de Montecarlo.