Con anécdota incluida, el rey Abdullah II y la reina Rania de Jordania iniciaron ayer una visita oficial a Suecia. Un viaje de tres días que el rey Abdullah aprovechará para hablar sobre la crisis en Oriente Medio y la situación en Irak, entre otros, con el Primer Ministro del país escandinavo, Göran Persson, así como para visitar la ciudad de Kiruna, entre otros actos programados. Mientras su esposa, Rania, se centrará en todo tipo de asuntos sociales, muy especialmente aquellos relacionados con las mujeres.
Los soberanos hachemitas fueron recibidos en el aeropuerto de Arlanda por la Princesa heredera, Victoria, y su hermano, el príncipe Carlos Felipe. La mañana transcurrió, como era de esperar, con total normalidad; hasta que una parte de la escolta que custodiaba al rey Abdullah II y a la reina Rania de Jordania se vio envuelta, a la hora de comer, en un accidente automovilístico en Essingeleden a la altura de Kristineberg (Estocolmo). Según la Policía de la capital sueca, el choque afectó a una parte de la comitiva, que conducía a periodistas y equipaje. Cuatro coches se vieron implicados en la colisión al no poder frenar para evitar a los automóviles que venían de frente.
No hubo víctimas. Tan sólo uno de los periodistas tuvo que ser atendido por los médicos y los tres coches ser llevados al taller. De forma que el rey Abdullah se trasladó al Palacio Real en un coche de caballos, escoltado por soldados, junto al rey Carlos Gustavo. Y, a continuación, las reina Rania y Silvia. En las calles aledañas les esperaban, agitando banderas, la pequeña colonia jornada afincada en el país escandinavo que les agasajaban con gritos de júbilo.
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