Todos los padres quieren que sus hijos aprendan. Que aprendan mucho y sean muy inteligentes, que saquen buenas notas… A veces, esa idea, a priori, sana y razonable, se llega a convertir en una obsesión hasta tal punto que acaba deteriorando otras habilidades muy importantes como la creatividad, tan necesaria para la resolución de todo tipo de problemas. De hecho, la creatividad disminuye a medida que los niños crecen y la de un adulto es muy inferior a la de cualquier niño, según diversos estudios. Quizás ese empeño de la sociedad en que los niños aprendan y que adquieran cuantos más conocimientos y antes, mejor, tenga mucho que ver.
Por eso Raúl Bermejo, maestro, experto en neuropsicología y escritor (@thinksforkids), apuesta por volver a lo más primario: jugar, manipular plastilina, rasgar papel… Todo eso, por simple que se pueda ver, es la base para cualquier aprendizaje. ¿Por qué? ¿Cómo aprenden los niños? Bermejo, que es autor de álbumes ilustrados infantiles y del libro Ser maestro (Plataforma Editorial), lo explica perfectamente y de manera muy gráfica.
El juego libre y simbólico activa las mismas áreas cerebrales que el aprendizaje formal.
En cuanto entran en el colegio, ya incluso en Infantil, muchos adultos parecen obsesionados con que los niños aprendan. ¿Cuál es la base, en esas primeras etapas, para ayudarles a asentar de verdad cualquier aprendizaje?
Lo que no debemos olvidar es que el juego es la mejor actividad para que un niño aprenda, por lo que siempre que un niño o una niña esté jugando ya está aprendiendo, está desarrollando sus funciones ejecutivas, habilidades sociales, el vínculo afectivo es muy importante, el apego es la base de todo el desarrollo.
Cuando el niño se siente querido, protegido y escuchado, investiga, explora, aprende mejor, tiene mejor autoestima y confianza en él mismo, de ahí que el desarrollo emocional también es un aspecto importantísimo, poner nombre a lo que sienten, validar sus emociones, enseñar diferentes alternativas, y como no, nos podemos olvidar de la importancia del desarrollo de la creatividad en la infancia.
En alguna ocasión has afirmado que jugar con plastilina es algo muy serio para los niños. ¿Por qué?
Se está perdiendo lo esencial, lo necesario, con lo que realmente aprenden los niños y las niñas, queremos que aprendan a leer, pero cada vez leemos menos porque estamos con las pantallas; queremos que aprendan a escribir, pero sin desarrollar y trabajar la psicomotricidad fina para el proceso escritor es fundamental. Pero sí, rasgar papel, hacer bolitas, hacer churritos de plastilina, es más que un juego, es entrenamiento cerebral. La sensación táctil activa redes somatosenoriales lo cual fortalece la percepción y la atención sostenida.
Jugar con plastilina es algo muy serio, pero no únicamente en la etapa de Educación Infantil, en cualquier etapa educativa. La experiencia de todas estas actividades manipulativas involucra el procesamiento sensorial, planificación motora, coordinación, lenguaje, emoción, y todo esto ocurre gracias a la Neuroplasticidad, es decir, hablamos de la capacidad del cerebro para fortalecer y crear diferentes conexiones neuronales a través de la experiencia y la práctica, por eso, publiqué mi colección de Cuadernos de Grafismo Creativo.
¿Qué papel desempeña el juego en el desarrollo de los niños?
Pensar que “si juega mucho, no aprende” y sobre todo en Educación Infantil, sigue siendo un error cultural dentro de la sociedad. Cuando el niño juega, su cerebro está en plena clase magistral donde está obteniendo información del exterior, de todo lo que le rodea...
El juego libre y simbólico (cuando imitan a alguien, a su maestra, al dentista, a mamá, papá…) activa las mismas áreas cerebrales que el aprendizaje forman. Desarrolla funciones ejecutivas, autorregulación emocional y, como no, la creatividad, lo cual llevo investigando más de 10 años. La creatividad es algo esencial en el ser humano, si no, no estaríamos aquí escribiendo de esta forma, mediante un ordenador, o te lo pudiera enviar por mail…no lo olvidemos. Tanto en casa, como en la escuela es importantísimo tener momentos de juego libre, materiales no estructurados, tiempo sin pantallas.
¿Y la creatividad?
Y la creatividad es la base de todo mi trabajo, de todas mis publicaciones, de todos mis libros para educación infantil. Como te decía anteriormente, es la base de todo y algo que perdemos a lo largo de la vida por no salirnos de algo establecido por la sociedad y no, lo siento, solo se vive una vez, aquí se está para ser uno mismo sin hacer daño a nadie, para crear, arriesgar, salirse de la zona de confort, no crear productos homogéneos de fábrica; cada niño y cada niña es distinto. Tú eres distinta a mí, por qué haya que hacer todo todos, en el mismo momento, con el mismo resultado…¡Qué aburrido! ¿No? Pero aquí te podría dar una conferencia de 7 horas si quieres… y con evidencia científica, por supuesto.
© Edelvives¿Podemos fomentar las ganas de aprender en los niños?
Por supuesto, claro que sí, lo primero de todo es partir de sus intereses, qué le gusta a ese niño o a esa niña, qué es lo que le motiva, lo que le crea curiosidad. Te pongo un ejemplo; en clase tenía una niña (5 años) que no sentía curiosidad por aprender a leer y a escribir de la forma en la que lo estaba haciendo, hasta que le puse una “orla” con la foto de todas las princesas de las películas, con su nombre en mayúscula debajo… y ahí ya es donde fluyó el aprendizaje, quería aprenderse el nombre de todas, el nombre de sus compañeros no le interesaba para nada jajajaja.
Jugar con plastilina es algo muy serio, pero no únicamente en la etapa de Educación Infantil, en cualquier etapa educativa.
¿Qué consejos darías a los padres para ayudarles a fomentar la atención de sus hijos?
Mis cuadernos de Grafismo Creativo Jajaja Que hagan actividades creativas juntos, pero libres, no todo tan pautado. De nada sirve decir a un niño “ponte a hacer un puzle” si yo no me siento primero a hacerlo, verás como siente curiosidad y lo quiere hacer contigo.
Has escrito libros para guiar a los adultos en la educación de los niños, como ‘Ser Maestro’, y también libros infantiles ilustrados, como ‘Extraordinario abecedario’. ¿Cuál es la clave para que despertar en los más pequeños el gusto por la lectura?
Escuchadles, hacedles partícipes de sus lecturas, la lectura dialógica, lectura compartida. Cuando he creado mis libros, es porque les he escuchado, he hablado mucho con mis alumnos y alumnas de educación infantil, tengo anotaciones de todo, de lo que me pedían, lo que necesitan en base a una situación dada, por eso he creado los libros que he publicado.
¿Cómo ayudarles a que sigan leyendo cuando ya son algo más mayorcitos y, en muchos casos, empiezan a “cansarse” de los libros?
La mejor ayuda es el ejemplo. Rodearles desde pequeños de bibliotecas , librerías, que investiguen sobre libros, autores, tramas, qué sean ellos los que vayan decidiendo sus lecturas… y que te vean leer, es algo fundamental. Y no pasa nada porque dejen un libro a la mitad, quizás no sea el momento de leer ese libro, y más adelante se de otra oportunidad, a los adultos también nos pasa.
