Hace unos días, Dulceida se sinceraba cuando le preguntaban si tenía en mente ampliar la familia. Respondió con naturalidad que sí, pero que ella y su pareja llevaban tiempos distintos al respecto: mientras que si por Aída Domenech fuera ya estaría de nuevo embarazada, Alba Paul prefiere esperar un poco más. Por eso han hecho una “negociación” en casa y han acordado una fecha para iniciar el tratamiento de reproducción asistida. “Más de eso no voy a esperar”, aseguraba con contundencia Dulceida sin revelar, eso sí, la fecha acordada, por lo que puede ser dentro de unas semanas, unos meses o, incluso, unos años…
Hemos hablado con la Dra. Carolina Monedero, ginecóloga y responsable de la Clínica de Reproducción Asistida Ginemed Málaga, y le hemos preguntado por el intervalo recomendado entre ciclos de reproducción asistida y nos ha dado toda la información necesaria sobre tratamientos de fertilidad tras un parto.
Debemos valorar si podemos utilizar la medicación necesaria para realizar el tratamiento en caso de que la paciente desee mantener la lactancia natural.
¿Cuánto tiempo debe pasar entre un ciclo de reproducción asistida y el siguiente si ha habido embarazo llegado a término?
Siempre hay que individualizar, porque cada caso tendrá unos requerimientos. En general podríamos afirmar que hay que dar un tiempo de espera mínimo para que la mujer se recupere del embarazo y parto ( hay que considerar que pueda tener una posible anemia, patologías de base, estado nutricional, suelo pélvico, tipo de parto o complicaciones obstétricas que hayan podido darse, cambio emocional fruto de la adaptación al rol de madre, tipo de lactancia…), pero no debemos alargarlo en exceso para que la edad materna no tenga un impacto negativo en la tasa de embarazo del siguiente tratamiento. Si tuviera que dar un consejo, sería esperar entre 6 y 12 meses de media.
¿Hay algún tipo de factor médico que condicione el inicio del nuevo ciclo?
Sí, existen factores que van a condicionar el inicio de un nuevo ciclo de reproducción asistida. El más importante es el tipo de parto. En caso de cesárea, se recomienda una espera de al menos un año para minimizar los riesgos, ya que la cicatriz uterina debe consolidarse. Después de un parto vaginal, nos fijaremos sobre todo en la recuperación del periné y el estado del suelo pélvico de la paciente.
Otro factor importante es la lactancia. Debemos valorar si podemos utilizar la medicación necesaria para realizar el tratamiento en caso de que la paciente desee mantener la lactancia natural.
El estado nutricional de la paciente debe ser tenido en cuenta, y tratar si existiera anemia o déficit de vitamina D. También tendremos en cuenta si existieron complicaciones obstétricas como diabetes gestacional, hipertensión arterial gestacional o preeclampsia, complicaciones infecciosas durante el parto, parto prematuro… se debe individualizar cada caso y valorar si es preciso alguna prueba diagnóstica previa o consultar a otros especialistas. No se debe precipitar un nuevo tratamiento de reproducción asistida, la complicación o patología que haya podido presentar la paciente deben ser estudiadas y controladas previamente.
Si el tratamiento se ha llevado a cabo mediante el método ROPA, ¿hay alguna consideración específica a tener en cuenta a la hora de empezar el nuevo ciclo?
Es importante resaltar, que, al realizar este método, en caso de que la pareja tenga embriones vitrificados fruto del tratamiento, esos embriones se pueden transferir al útero de las dos mujeres. Por ello, tras el embarazo y parto de una de ellas, la otra mujer podría recibir uno de los embriones vitrificados a continuación, sin precisar ningún tiempo de espera especial, salvo el que sus antecedentes de salud o estado físico o ginecológico general recomienden.
El método ROPA hace referencia a un tratamiento de reproducción asistida que podemos llevar a cabo en parejas formadas por dos mujeres. Las siglas ROPA quieren decir Recepción de Ovocitos de la Pareja. Una de las pacientes realiza la parte de la fecundación in vitro necesaria para la obtención de los ovocitos, que será la estimulación ovárica y la punción ovárica. Los ovocitos se fecundarán con semen de donante. Se llevará a cabo el proceso de cultivo embrionario en el laboratorio. El proceso finalizará con la transferencia del embrión resultante en el útero de la otra mujer.
Es un tratamiento que permite la maternidad compartida: una madre genética, una madre gestante y dos madres en la crianza. Los resultados clínicos del método ROPA son comparables a los de la FIV convencional. Se considera una opción segura y eficaz en el contexto de la reproducción asistida moderna. Convierte el deseo de ser madres en un acto compartido.
¿Influye el estado físico de la paciente en la planificación del siguiente ciclo?
Sí, el estado físico de la paciente nos va a influir ¿Cómo? Como previamente decía, tenemos que dar ese tiempo mínimo de plazo para que la mujer recupere su estado nutricional, su periné y se estabilicen o estudien patologías o complicaciones previas que haya podido tener.
¿Y el estado emocional?
Por supuesto. Ya hemos comentado algunos aspectos a tener en cuenta en relación con el estado emocional de la paciente. Siempre se produce un ajuste emocional tras el parto y nacimiento de un hijo, tenemos que adaptarnos al nuevo rol de madre, y ese rol implica una serie de cambios enormes en nuestro día a día. Tenemos una gran responsabilidad, el cuidado y atención del recién nacido, ello supone además asumir una serie de sacrificios que van a afectar a nivel emocional y tendremos que ir adaptándonos. A todo ello se va a unir el cansancio por el horario de comidas y sueño del bebé, la adaptación al inicio de la lactancia natural…
Es importante que la paciente se encuentre lo mejor posible a todos los niveles antes de afrontar un nuevo tratamiento y/o un nuevo embarazo.
En caso de que una pareja tenga dificultades para lograr el embarazo a la primera, ¿cuántos intentos es recomendable hacer en reproducción asistida?
No existe un límite absoluto de intentos si la pareja está motivada y no hay contraindicaciones médicas. Más del 80% de los embarazos por reproducción asistida se logran en los primeros tres ciclos. Es fundamental considerar factores individuales como la causa de la infertilidad, la respuesta a ciclos previos y el desgaste emocional y económico. La decisión debe ser individualizada según el contexto clínico y las preferencias de la pareja.
Es importante que la paciente se encuentre lo mejor posible a todos los niveles antes de afrontar un nuevo tratamiento y/o un nuevo embarazo.
Si no deseasen volver a recurrir al método ROPA, ¿qué otras opciones de tratamiento de fertilidad tienen?
Tendrían varias opciones:
- Podrían realizar inseminaciones con semen de donante. Es una técnica sencilla en la que se introduce el semen de donante en la cavidad uterina el día de la ovulación. El inconveniente es que nos aporta una probabilidad de embarazo baja.
- Podrían realizar una FIV convencional, en la que la misma mujer hace todo el tratamiento, se estimula, realiza la punción ovárica foliuclar y finalmente recibe el embrión.
- En tercer lugar, podrían recurrir a la donación de óvulos con semen de donante. En este tratamiento se realizarían los embriones con donante de óvulos y donante de semen. El embrión resultante podría transferirse a las dos pacientes, ellas lo podrían elegir, siempre con nuestro consejo.
- Por último, podrían recurrir a la embrioadopción, es decir, una de las dos mujeres podría recibir un embrión donado por otra pareja.
¿Hay un número máximo de intentos de inseminación artificial que recomienden los expertos?
Existe una recomendación, en función del tipo de pacientes. El número máximo de intentos de inseminación artificial recomendado para una pareja que no logra embarazo es de 3 a 4 ciclos. En pacientes que no presentan historia de esterilidad previa y realizan el tratamiento por deseo personal se aconseja realizar hasta 6 ciclos de inseminación con semen de donante. Podríamos afirmar que en estos casos, los ciclos de inseminación están exponiendo a la mujer a embarazo y, por tanto, estaríamos realmente poniendo a prueba la fertilidad de esa mujer realizando las inseminaciones.
En caso de respuesta afirmativa, ¿qué hacer si se supera ese número?
En caso de que se realicen varias inseminaciones fallidas, aconsejaríamos a la paciente realizar fecundación in vitro, un tratamiento más complejo pero que nos aporta una probabilidad de embarazo mucho mayor. En el caso de parejas compuestas por dos mujeres, les ofreceríamos fecundación in vitro o bien un método ROPA. Siempre tendremos en cuenta la edad de cada una de ellas. A priori la probabilidad de embarazo será mayor utilizando los óvulos de la que tenga una edad menor.
En definitiva, tras comentar el método ROPA podemos ver que las técnicas de reproducción asistida no solo amplían las posibilidades médicas: amplían también las formas de crear familia. Para las parejas de dos mujeres, cada tratamiento es una puerta abierta a un proyecto común. Porque al final, más allá de protocolos y laboratorios, lo que realmente nace es una historia compartida.





