Qué estatura alcanzará el niño es un interrogante que muchos padres se hacen. ¿Cómo será de alto? ¿Hasta cuándo crecerá? Los pediatras tienen fórmulas para aventurar ese crecimiento.
Hablamos con el Dr. Héctor Boix, jefe de servicio de Pediatría del Hospital Universitari Dexeus, de Barcelona, para que nos aclare estas cuestiones.
La altura se hereda de una mezcla compleja de genes de ambos progenitores y también de generaciones anteriores
Dos herramientas para calcular hasta qué punto crecerán
Hay dos herramientas principales que usan los médicos para valorar cuál será la estatura del niño cuando concluya su crecimiento. Así las describe el especialista:
- Talla diana genética: "Se calcula a partir de la estatura de los padres y nos da una idea del rango en el que se moverá el crecimiento del niño. No es una fórmula mágica, pero suele acertar bastante".
- Edad ósea: "Se mide con una radiografía de la mano: nos permite ver cómo maduran los huesos y afinar un poco más la estimación".
"La estimación genética tiene un margen de unos 5 a 7 centímetros por encima o por debajo de la talla prevista. Es decir, si calculamos que un niño acabará midiendo 1,75 m, puede quedarse en 1,68 m o llegar a 1,82 m. Es una orientación, no una sentencia. En la práctica, cuando la diferencia es mayor, suele haber alguna razón médica, hormonal o nutricional detrás", añade.
¿Cómo pesa la genética en la estatura final del niño?
Tal como apunta el Dr. Boix, "la genética marca el guion principal, pero el entorno puede cambiar bastante el desenlace. Aproximadamente un 70-80% de la estatura final se hereda, pero el resto depende de factores como la alimentación, el sueño, el ejercicio y la salud general". Y pone un ejemplo: "Recuerdo a un adolescente que apenas comía y dormía poco porque entrenaba tarde: crecía menos de lo esperado, pero en cuanto equilibró sus hábitos, recuperó parte del terreno perdido. El cuerpo es sabio, pero necesita condiciones para expresarse".
En esta influencia genética, ¿qué pesan más los genes maternos o los genes paternos? "Ninguno 'manda' más que el otro. La altura se hereda de una mezcla compleja de genes de ambos progenitores y también de generaciones anteriores", aclara. "En consulta suelo bromear con los padres cuando me dicen: 'Seguro que sale alto, en mi familia todos lo somos', y les recuerdo que los genes de la abuela o del abuelo también tienen algo que decir. En realidad, la herencia es una especie de sorteo biológico, donde se combinan muchas cartas y no siempre gana la más alta", añade el experto del Hospital Universitari Dexeus.
¿A qué edad se puede estimar lo que acabará midiendo el niño?
A partir de los cinco o seis años, ya puede haber una estimación de la estatura final del niño, aunque, como advierte el pediatra, "aún puede haber sorpresas". "A los padres les gusta mucho cuando les enseño en la gráfica cómo el niño sigue 'su curva' año tras año. Pero las predicciones se vuelven más precisas en la pubertad, cuando ya se ve el ritmo de crecimiento y la madurez ósea. En la primera infancia todo está mucho más abierto", aclara.
A pesar de estos cálculos, la estatura final puede no corresponderse a lo que se había previsto. ¿Cuáles son las causas de que no se llegue a los datos estimados? "Las causas más frecuentes se deben a cambios en la salud, las alteraciones hormonales o un inicio distinto de la pubertad", destaca el especialista. En relación a la pubertad, "si llega muy pronto, el niño crece antes que los demás, pero deja de crecer antes también. A veces ocurre lo contrario: una pubertad más tardía hace que el niño sea el más bajito de la clase… hasta que, unos años después, los alcanza a todos. Son situaciones que vemos con frecuencia y que suelen resolverse solas", tranquiliza.
¿Hasta qué edad siguen creciendo niños y niñas?
Las niñas suelen completar su crecimiento hasta los 15 o 16 años, y los niños, algo más tarde, hasta los 17 o 18. Hay un mito en relación a esto, y es si con la llegada de la menstruación se para esa evolución de la estatura en las niñas. "La menstruación no 'detiene' el crecimiento de golpe: normalmente, tras el primer periodo, las niñas crecen todavía entre 2 y 5 centímetros más. Cuando los padres me preguntan si 'ya no crecerá, suelo explicarles que, mientras las placas de crecimiento de los huesos sigan abiertas —algo que vemos con una simple radiografía de la mano—, aún queda margen. Cada niño tiene su propio ritmo, y eso también forma parte de la normalidad", insiste el Dr. Héctor Boix.







