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19 de octubre, Día Mundial del Cáncer de Mama

Dar el pecho a tu bebé con cáncer de mama: cuándo es posible y cuándo no


Un ginecólogo y una cirujana plástica con experiencia en reconstrucción mamaria nos explican en qué casos es posible y qué hay que tener en cuenta


Madre con su bebé recién nacido en brazos© OceanProd - stock.adobe.com
17 de octubre de 2025 - 7:00 CEST

La lactancia materna aporta infinidad de beneficios al bebé y a la madre, de ahí que pediatras, ginecólogos y matronas la recomienden, siguiendo los criterios de la Organización Mundial de la Salud. Pero ¿si la madre tiene o ha tenido cáncer de mama puede amamantar a su bebé? Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama, este domingo 19 de octubre, se lo hemos preguntado a dos especialistas y la respuesta genérica es depende

“Si aún no está recibiendo ninguna medicación oncológica, la madre puede continuar amamantando sin que ello suponga un riesgo para su bebé, aunque se recomienda hacerlo únicamente con la mama sana para no retrasar la cirugía ni la radioterapia”, responde el Dr. Tomás Gómez, ginecólogo, director médico en Centro AIMA, en Málaga, y docente en la Universidad de Málaga.

Aunque salga leche del pecho en el que se ha detectado el tumor y técnicamente sea posible amamantar al bebé, algo que se cuestionan todas las mujeres en esta situación es si podrá, de alguna forma, el cáncer dañar a su pequeño. En este sentido, el doctor tranquiliza al respecto, puesto que si bien sí que se han detectado fragmentos de ADN tumoral en la leche proveniente de la mama enferma; sin embargo, estos fragmentos “son degradados por el aparato digestivo del lactante y no se consideran posibles de transmisión de la enfermedad, por lo que no hay peligro para el bebé”.

Si bien se han detectado fragmentos de ADN tumoral en la leche proveniente de la mama enferma, estos son degradados por el aparato digestivo del lactante y no se consideran posibles de transmisión de la enfermedad, por lo que no hay peligro para el bebé.

Dr. Tomás Gómez, ginecólogo

¿Es posible dar el pecho después de una mastectomía y una reconstrucción mamaria?

A priori, podría parece que la respuesta a esta pregunta es ‘no’, pero no es así. De nuevo, depende de cada caso y del tipo de cirugía mamaria. Así, la Dra. Carmen Ruiz Garzón, especialista en cirugía plástica y estética (clinicaruizgarzon.com), explica que se pueden dar dos situaciones sobre la mama en la que se va a extirpar o se ha extirpado el tumor:

  • Que se extirpe por completo la glándula mamaria. Es la mastectomía propiamente dicha y, en estos casos, no es posible amamantar con el pecho afectado. “Esto se debe a que, además de eliminar la glándula productora de leche, normalmente también se retiran la areola y el pezón, estructuras imprescindibles para la lactancia”.
  • Cirugías conservadoras del tejido mamario. Desde hace algunos años, lo que se suele hacer en la mayoría de los casos es una tumorectomía o una cuadrantectomía, cirugías en las que se respeta la areola y el pezón. Con este tipo de tratamientos quirúrgicos sí “es posible mantener la lactancia materna en esa mama porque, en estas circunstancias, no se elimina toda la glándula, sino solo la parte afectada, y la parte restante puede seguir siendo funcional”, aclara la Dra. Ruiz Garcón. “Si además se conserva la areola y el pezón, y los conductos por donde sale la leche permanecen funcionales (lo cual es lo más habitual), la mama puede seguir produciendo leche con normalidad”.

Quimioterapia y radioterapia: ¿se puede dar el pecho si la madre ya ha iniciado el tratamiento contra el cáncer de mama?

En contra de lo que se podría imaginar, la quimioterapia no suele influir en la lactancia materna “porque, habitualmente, se aplica en un momento puntual, muy previo al embarazo, y el efecto que podría tener ya ha desaparecido en el momento que se está dando la lactancia”, detalla la doctora.

“En relación a la radioterapia, a veces, ese tratamiento puede dañar de forma permanente la glándula mamaria y, aunque externamente no sea visible, puede ser que parte de la glándula se haya fibrosado, lo que podría provocar que no fuera tan funcionante”, añade. “En cualquier caso, en principio, contamos con que si sigue existiendo glándula mamaria –con areola y pezón para que salga la leche–, en estos casos, sí se podría dar el pecho después de la cirugía”.

El Dr. Tomás Gómez hace referencia a un nuevo dato publicado recientemente, en 2024, por el Grupo de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) en su estudio llamado POSITIVE, según el cual “sí es posible llevar a cabo la lactancia materna después de haber padecido un cáncer de mama hormono sensible y de haber pausado temporalmente la terapia hormonal para buscar el embarazo, sin que ello suponga un mayor riesgo de recaída para la madre”.

En cuanto al pecho sano, “la cirugía y la radioterapia no contraindican la lactancia con la otra mama, y esta puede ser mantenida de forma segura si la paciente así lo desea”, según indica el ginecólogo Tomás Gómez. “Sin embargo, la lactancia debe ser suspendida por completo si la madre inicia tratamiento farmacológico con quimioterapia o tratamientos hormonales (por ejemplo, tamoxifeno), ya que estos pasan a la leche y pueden resultar dañinos para el bebé”.

Siguiendo con el pecho no afectado por el cáncer de mama, las mujeres a las que se les ha extirpado un solo pecho podrán iniciar la lactancia materna con el otro, “incluso si en esa mama se coloca un implante para mantener la simetría con la mama cancerosa, mientras no se altere la arquitectura interna de la glándula mamaria, podrá producir leche con normalidad”, asegura la cirujana plástica.

“En los casos en que se realizan cirugías adicionales para simetrizar con la tumoral, como reducción mamaria o mastopexia (elevación), puede verse afectada parcialmente la funcionalidad de la glándula”, puntualiza. “Pero, no obstante, los cirujanos plásticos solemos procurar conservar la mayor parte posible del tejido mamario conectado con la areola y el pezón, especialmente si se conoce el deseo futuro de lactar”.

Media Image© W PRODUCTION - Adobe Stock

Amamantar con cáncer de mama: cuidados a seguir

“El primer paso es tener claro el deseo de amamantar”, tal y como subraya la Dra Ruiz Garzón, quien recuerda que los comienzos de la lactancia pueden ser complicados, haya o no cirugía previa, “por lo que, cuando existe una mama operada, puede requerirse más esfuerzo y paciencia”. Por eso insiste en la necesidad de que la mujer que se va a convertir en madre y que ha pasado por un cáncer de mama se informe en profundidad antes de dar a luz a su bebé.

“Unirse a un grupo de lactancia o contactar con una asesora especializada es una de las mejores decisiones que puede tomar una madre que ha pasado por una cirugía mamaria”, aconseja. “Estos espacios brindan información práctica, acompañamiento emocional y orientación personalizada”.

Si se conserva la areola y el pezón, y los conductos por donde sale la leche permanecen funcionales (lo cual es lo más habitual), la mama puede seguir produciendo leche con normalidad.

la Dra. Carmen Ruiz Garzón, especialista en cirugía plástica y estética

El Dr. Tomás Gómez, por su parte, destaca que “la seguridad y la salud vital han de priorizarse, y cada caso puede ser diferente. Por tanto, antes de iniciar la lactancia se debe consultar obligatoriamente con médicos especialistas en mastología y oncología mamaria para asegurar que no existe riesgo de interacción con medicamentos y que el estado de salud de la madre lo permite”.

El ginecólogo informa de que, en el caso de requerir un PET-TAC, la lactancia ha de ser interrumpida las siguientes 24h y desechar la leche de ese periodo. “En caso de haber recibido cirugía conservadora o radioterapia, se debe evaluar la funcionalidad del seno tratado, y si este es apto para amamantar”.

“Y, una vez instaurada la lactancia, se debe llevar un buen control del peso y desarrollo del lactante para asegurar que la ingesta esté siendo adecuada”, añade. “En caso de que la correcta succión no sea posible o deba interrumpirse, se puede optar por la extracción mecánica si se desea mantener la producción”.

Para finalizar, pone de manifiesto, al igual que la Dra. Carmen Ruiz Garzón, la importancia del soporte psicológico: "recurrir a consultores de lactancia y formar parte de grupos de apoyo que ofrezcan asesoramiento durante el proceso, ya que el miedo y el estrés son emociones habituales en este contexto”.

Finalmente, el ginecólogo hace hincapié en algo esencial: “es importante ser consciente de que, si bien la lactancia materna aporta beneficios para madre e hijo, no es la única opción. Si por motivos de salud física o emocional se ha de recurrir a nutrición de fórmula, esta es perfectamente válida para el desarrollo saludable del lactante, y en ningún caso la mujer debe ser percibida como una mala madre ni por ella misma ni por su entorno”.

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