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Psicología infantil

Cómo estimular el cerebro de tu hijo en casa: 10 consejos fáciles de aplicar según los neurólogos


Los primeros años de vida, incluso desde el embarazo, son críticos en el desarrollo del cerebro. No hay que hacer grandes gestas para ayudarlo a alcanzar su máximo potencial. Con actividades sencillas y al alcance de cualquiera los resultados pueden ser muy positivos.


Niños juegan felices y sonrientes© Getty Images
4 de octubre de 2025 - 8:15 CEST

El cerebro del niño no es un órgano 'estanco' que se va desarrollando al margen de lo que le rodea. Muy al contrario, la interacción con el entorno y con las condiciones de salud, tanto de la madre en el embarazo, como del propio menor durante su crecimiento, tienen mucho que decir en las potencialidades que alcance.

"El cerebro de un niño es una estructura dinámica y maleable, que experimenta un crecimiento y una formación vertiginosa durante los primeros años. Este período crítico sienta las bases para todas las funciones cognitivas, emocionales, y sociales del menor. Por ello, es imprescindible adoptar medidas activas para proteger y estimular este órgano vital”, subraya la Dra. María Vázquez López, portavoz de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) y miembro de su junta directiva.

En este sentido, estas son 10 ideas que plantea la SENEP para que las familias puedan implementar cuidados que redunden en el buen desarrollo cerebral de sus hijos desde el comienzo de sus vidas.

Es imprescindible adoptar medidas activas para proteger y estimular este órgano vital en el niño

Dra. María Vázquez López, neuróloga pediátrica

1. Nutrición adecuada desde el embarazo

Tanto en la gestación como durante la infancia, poder disponer de una dieta rica en nutrientes esenciales es crucial. "Durante el embarazo, es importante el consumo omega-3 y el suplemento de ácido fólico y evitar por completo el consumo de alcohol y tabaco", señalan. 

Este cuidado por la alimentación debe prolongarse siempre, pero teniendo especial cuidado en los años de infancia para este objetivo: "En la infancia, una dieta equilibrada con frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables (como las presentes en el pescado azul) es fundamental para la formación de las estructuras cerebrales y del correcto funcionamiento de los neurotransmisores. Se deben limitar los alimentos ultraprocesados y con azúcares añadidos".

Embarazada cocinando en la cocina© Adobe Stock

2. Promover el juego activo

El juego es una herramienta esencial para el desarrollo cerebral, no es solo ocio. En este sentido, la SENEP recomienda favorecer las actividades que fomenten la exploración, la curiosidad, la resolución de problemas, así como la interacción social. "Hablar con los niños, leerles cuentos, cantarles, y proporcionarles un entorno rico en experiencias sensoriales y motoras contribuye a la formación de nuevas conexiones neuronales".

Niños juegan felices y sonrientes© Getty Images

3. Favorecer un sueño de calidad

Alimentación, estimulación y descanso adecuado son tres bases imprescindibles para que el cerebro se desarrolle bien. Hay que tener en cuenta que durante el sueño es cuando el cerebro procesa la información que ha ido adquiriendo a lo largo del día, se recupera y consolida los aprendizajes. Para conseguir ese sueño de calidad, los expertos de la SENEP aconsejan establecer horarios de sueño regulares, crear un ambiente propicio para el descanso y evitar el uso de pantallas antes de dormir.

4. Proporcionarles entornos seguros y amorosos

"Los niños necesitan sentirse seguros y queridos. Un entorno familiar estable y un apego seguro con los cuidadores fomentan un desarrollo emocional sano que, a su vez, impacta positivamente en la arquitectura cerebral". Tanto es así que, en el lado contrario, el estrés crónico puede tener efectos muy perjudiciales en el cerebro en desarrollo, por eso es importante minimizarlo y ofrecerles herramientas para que puedan gestionarlo. Todo ello sin confundir cercanía emocional y apego seguro con sobreprotección.

Madre feliz en el parque con su hija a caballito© Adobe Stock

5. Limitar el tiempo de pantallas

Desde la SENP recuerdan cómo "el uso excesivo de pantallas se ha relacionado con déficit de atención, con impulsividad, y con inquietud motriz. Es fundamental establecer límites claros y supervisar el contenido al que acceden los niños, así como evitar por completo las pantallas en los primeros años de vida". En este sentido, las conclusiones de la Asociación Española de Pediatría (AEP) advierten de que hasta los seis años de edad los niños no deben tener acceso a pantallas. "Aunque las tecnologías digitales pueden tener un papel educativo y de ocio, su uso excesivo, especialmente en las primeras edades, puede interferir con actividades más beneficiosas para el desarrollo cerebral, como el juego interactivo, la lectura, o la exploración del mundo real", concluyen desde la Sociedad Española de Neurología Pediátrica.

6. Fomentar la actividad física y el deporte

El ejercicio físico no es solo salud orgánica, sino salud mental y emocional. Sus beneficios no se circunscriben al cuerpo sino que están claramente definidos para el cerebro. "La actividad física mejora el flujo sanguíneo cerebral, promueve el crecimiento de nuevas neuronas, y optimiza la función cognitiva", destacan.

Niños pequeños haciendo deporte© Adobe Stock

7. Impulsar la interacción con otros niños de su edad

Relacionarse con otros niños desde edades tempranas en distintas situaciones "permite el desarrollo de habilidades cognitivas superiores como el lenguaje y la psicomotricidad". Por el contrario, la ausencia de relaciones sociales afecta al ánimo y a la conducta de los niños en desarrollo.

8. Apostar por la escolarización

Desde la SENEP apuestan por la escolarización reglada frente a otros modelos, ya que "proporciona un entorno estructurado que estimula el aprendizaje continuo, la socialización, el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales".

Amigos jugando y sonriendo en primer plano en el patio del colegio© Getty Images

9. Prevenir lesiones y proteger físicamente el cerebro

Hay que tener claro que el cerebro infantil es especialmente vulnerable ante traumatismos. Por eso destacan cómo "es crucial usar sistemas de retención adecuados en el coche, casco para actividades en bicicleta o patinete, y fomentar hábitos de juego seguro". En otro ámbito, hay que concienciar a los padres sobre el gravísimo riesgo que se corre ante el síndrome del bebé zarandeado en los primeros meses de vida.

trastornos del neurodesarrollo© AdobeStock

10. Detectar precozmente alteraciones en el neurodesarrollo

Los padres deben permanecer atentos ante señales de alarma que alerten sobre problemas en el neurodesarrollo, como retraso del lenguaje, escasa interacción social o falta de respuesta a su nombre, entre otros, ya que "la intervención temprana mejora significativamente el pronóstico". Consultar con el pediatra o con un especialista en neurología pediátrica ante cualquier sospecha es fundamental.

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