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Copa de vino en primer plano con embarazada al fondo© Adobe Stock

Salud mental

Adicciones en el embarazo: "Si una mujer no deja de consumir es porque no puede, no porque no quiere", aclara la Dra. Gemma Parramon, psiquiatra

Sobre las adicciones hay mucho estigma, y más cuando suceden en periodos tan sensibles como el embarazo. ¿Cómo de frecuentes son en estos nueve meses? ¿A qué suelen ligarse?


7 de agosto de 2025 - 14:00 CEST

Las estimaciones hablan de que en el embarazo y en el posparto hasta un 14% de mujeres pueden tener un trastorno por uso de sustancias, es decir, una adicción, en términos populares, ya sea por alcohol, cannabis, cocaína, opiáceos… En muchos casos, estas adicciones están ligadas a un trastorno mental.

Pero la cifra podría ser mayor, ya que muchos casos se ocultan al personal sanitario, tanto por el estigma asociado tanto al consumo de sustancias como a la enfermedad mental, como por el miedo de perder la custodia de la criatura.

La Dra. Gemma Parramon Puig, psiquiatra e investigadora del Grupo de Psiquiatría, Salud Mental y Adicciones del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y portavoz de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), nos acerca a esta realidad tan difícil.

No hay ninguna mujer que consuma sustancias durante el embarazo o el posparto con el objetivo de hacer daño a su hijo o hija

Dra. Gemma Parramon, psiquatra

Un problema complejo que no depende de la voluntad

“En salud mental siempre parece que hay trastornos de primera y de segunda. Y las adicciones, independientemente de si están asociadas a otro tipo de trastorno mental o no, lo que se conoce como patología dual, son probablemente los trastornos mentales más estigmatizados. Más aún en la mujer. Y más aún si hay un embarazo o niños y niñas de por medio. Entonces es el summum del estigma y se penaliza mucho, también desde la administración”, resalta la experta.

Por eso lamenta que incluso entre muchos profesionales médicos se siga considerando que la adicción a sustancias es un problema en el que interviene la voluntad, en lugar de considerarlo como lo que realmente es: un trastorno mental. “Es importante que se revisen los protocolos de protección a la infancia para no penalizar el hecho de padecer un trastorno mental, que es lo que ahora está pasando", comenta. Y añade: "Si una mujer no deja de consumir una sustancia durante el embarazo o el posparto cuando sabe que es nociva para su criatura es porque no puede, no porque no quiere. No hay ninguna mujer que consuma sustancias durante el embarazo o el posparto con el objetivo de hacer daño a su hijo o hija”.

Embarazada consumiendo pastillas© Adobe Stock
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Conseguir un tratamiento adecuado

La situación anterior implica no solo un castigo social, sino la ausencia, en muchos casos, de un tratamiento adecuado para la mujer durante estos meses. “Los centros de tratamiento de adicciones, tradicionalmente muy masculinizados, no siempre ofrecen un entorno seguro o cómodo para las mujeres, y mucho menos para aquellas que están embarazadas. Si ya de por sí el acceso a estos servicios representa una barrera para muchas mujeres, durante el embarazo esa dificultad se acentúa todavía más”, apunta Gemma Parramon. 

En este sentido, desde la SEPD se aboga por la importancia de detectar a estas mujeres vulnerables para que puedan recibir un seguimiento y un tratamiento de acuerdo con sus circunstancias. Las Unidades de Salud Mental Perinatal han supuesto un gran avance, pero lamentablemente no están implantadas en la mayoría de las comunidades autónomas. 

Tratamiento psicológico de una mujer embarazada© Adobe Stock

¿Qué pasa en el posparto?

Tal como resalta la psiquiatra, muchas adicciones de mujeres durante la gestación, una etapa de especial vulnerabilidad en salud mental, están ligadas a la automedicación: “Si una persona consume una sustancia porque no se encuentra bien y de repente se encuentra mejor, lo más probable es que termine desarrollando un trastorno por uso de sustancias”. Pero tras ese malestar, en muchas ocasiones hay una depresión u otro trastorno mental.

Muchas mujeres consiguen dejar estas sustancias por sus hijos durante estos nueve meses. “Lo observamos con frecuencia en la práctica clínica: durante el embarazo, muchas mujeres experimentan lo que denominamos 'motivación fetal', una fuerza especialmente intensa vinculada al deseo de proteger y cuidar al futuro bebé. Esta motivación actúa como un potente motor de cambio, favoreciendo, en muchos casos, la reducción o el abandono del consumo de sustancias", explica la Dra. Parramon. 

Sin embargo, en el posparto esta situación puede revertirse. "Si la mujer desarrolla una depresión posparto, el riesgo de recaída en el consumo es considerablemente elevado", advierte.

En ocasiones, la mujer necesitará una hospitalización para tratarse del problema de la adicción. En relación con ello, la especialista destaca cómo el ingreso en unidades de Psiquiatría convencionales, donde se separa a la madre de su hijo no sería lo ideal. Sin embargo, “las unidades de hospitalización madre-bebé de Salud Mental Perinatal están diseñadas para que la madre ingrese con su bebé y para que ambos reciban atención especializada de psicólogos y psiquiatras, ya que el tratamiento tiene que considerar los riesgos y beneficios para los dos”, expone. Así destaca la importancia de informar correctamente a estas mujeres para que las decisiones sobre el tratamiento sean consensuadas.

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