Por lo general, los niños son felices en el medio acuático. Les encanta nadar, zambullirse, jugar con otros amigos, bucear... En verano permanecen muchas semanas en casa y no todos los domicilios cuentan con piscina donde poder pasar el día hasta que lleguen las vacaciones familiares. A veces los padres sienten que se les agotan las ideas. Por eso, aquí hay 10 propuestas para combatir el calor sin renunciar al agua.

Una divertida guerra de agua al aire libre
Ya sea con pistolas de agua o con globos rellenos, hacer una guerra de agua en el parque o en el campo es un plan 10 que suele ser un éxito. Evita las horas centrales del día, en las que el calor es más fuerte, y disponte a pasar unas horas entre risas. Un plan muy divertido que se puede completar con un pícnic, si lleváis algo para una merienda-cena ligera y ropa de cambio para los pequeños.

Juegos o manualidades para refrescarse
Si son muy pequeños para la guerra de agua o prefieres un plan más tranquilo, ¿qué tal algún juguete donde puedan usar cubos o recipientes para ir moviendo el agua de un lado para otro? También valen aquí las manualidades que necesitan agua entre sus ingredientes. El objetivo es el mismo: que puedan refrescarse de una forma lúdica para combatir el calor y pasar las vacaciones de forma divertida.

Una visita a un área recreativa acuática
Hay muchos ríos o zonas similares acondicionadas para el baño público donde poder darse un chapuzón a la vez que se está en contacto con la naturaleza. Es un plan muy atractivo para los niños. Algunas de ellas cuentan con actividades como canoas u otros deportes acuáticos. Eso sí, hay que tener en cuenta que en el lugar elegido esté permitido el baño y mantener la vigilancia sobre los niños en todo momento, ya que en la mayoría de ellas no hay socorristas.

Sesión de lavado y peluquería en casa
¿Qué tal una sesión doméstica de peluquería? Podéis emplear distintos productos para que el cabello quede suave, hacer peinados distintos... en definitiva, usar la imaginación para hacer de esta rutina un momento especial, donde, además, toca refrescarse. La actividad puede complementarse luego con maquillaje al gusto, manicura o pedicura.

Jardineros por un día
El cuidado de las plantas puede ser una tarea que se puede encargar sin mayor problema a los más pequeños. Al regar, mover la tierra o quitar las hojas secas se sentirán responsables y ¡quién no dice que acaben ellos también más fresquitos de lo que empezaron! Es una manera de contribuir a las obligaciones domésticas, pero de una manera divertida.

Taller de helados en casa
Refrescarse desde dentro con una actividad que les suele apasionar: la cocina. Si tienes varios hijos, podéis hacer, incluso, un concurso de helados. La motivación de elaborarlos por ellos mismos y luego poder saborearlos en familia será enorme. Pueden ser de frutas, con limonada... hay muchas recetas fáciles y saludables adecuadas para niños. Y lo mejor viene después: cuando los disfrutéis juntos.

Remojarse en fuentes permitidas
Llegado el verano, en muchos municipios ponen a disposición de los ciudadanos distintas fuentes con chorros de agua donde poder refrescarse a determinadas horas. Es un plan muy divertido para los pequeños de la casa. Eso sí, conviene llevar zapatos especiales para el agua, como escarpines, para evitar resbalones y accidentes y darse ese refrescón de la manera más segura.

Museos con actividades de agua
Visitar un museo es una excelente opción en cualquier época del año: aprendizajes asegurados, motivación hacia cosas nuevas, fomento de la curiosidad, exploración... En verano, además, es un lugar fresquito y algunos de ellos ofrecen campamentos o talleres diurnos muy interesantes y a precios ajustados. Si el museo tiene, además, actividades con agua, como experimentos, la felicidad es completa para estos meses.

Un baño muy especial
A los peques les encanta la hora del baño, pero ¿por qué no hacer de este momento algo mágico? Hay bombas de baño, sales, colorantes para el agua… con los que esta actividad diaria se puede volver algo especial. Gracias al calor, podrán pasar más tiempo en el agua y disfrutar de una manera distinta a como lo hacen a diario.

Visitar un parque de atracciones con zona acuática
En verano, casi todos los parques temáticos o de atracciones se refuerzan con zonas acuáticas para combatir el calor. En alguna fecha especial puede ser una sorpresa muy agradable para los niños, a los que les encanta mojarse con la ropa puesta, y para los padres no hay preocupación de que puedan enfriarse. Una experiencia para soltar adrenalina y refrescarse.