Niño con síndrome de Down jugando en el suelo©AdobeStock

Regalos de Reyes

5 pautas a la hora de elegir juguetes para niños con discapacidad

El juego es fundamental para cualquier niño. A través de él, los pequeños aprenden y desarrollan habilidades que no se dan en otros entornos. En el caso de que el menor tenga discapacidad, ¿qué hay que tener en cuenta a la hora de escoger los juguetes más idóneos?

A través del juego, el niño crea, imagina y experimenta en mundos propios que le ayudan a crecer. Es un entorno privilegiado para su desarrollo. El catálogo de juguetes y juegos es inmenso, pero no para todos los pequeños. Los que tienen algún problema ven limitadas esas opciones.

De hecho, tal como reconoce Irisbond, especialista en tecnologías comunicativas para niños con discapacidad, tan solo el 13% de los juguetes considerados inclusivos son adecuados para este colectivo. Ciñéndonos solo a la etapa entre 0 y 6 años, en España hay 60.000 menores con discapacidad para los que no siempre hay una alternativa para jugar. En este caso, jugar se convierte en un lujo y no debería ser así.

Cinco preguntas a la hora de elegir un juguete para un niño con discapacidad

No todos los juguetes son válidos para determinados niños con discapacidad. Hay que tener en cuenta la afectación del pequeño, las dificultades concretas que presente, las áreas en las que puede participar más activamente... Por eso, antes de decantarse por uno u otro juego, conviene hacerse estas preguntas, como sugieren los especialistas de Irisbond.

1. ¿Está dentro de su centro de interés?

Los juguetes han de mantener siempre ese espíritu lúdico que es el que logra que el niño disfrute. En este sentido, es importante revisar si el juego elegido despierta la motivación del pequeño. “La temática sobre la que trata el juguete, la forma que tiene, el sonido que emite o el color pueden hacer que nos decantemos por uno u otro”, destacan desde Irisbond. No es conveniente comprar un juguete con el propósito de afianzar algún área de desarrollo o algún aprendizaje si al pequeño no le interesa.

2. ¿Puede participar activamente en el uso del juguete?

Cuando el niño no puede participar, aunque le interese lo que tiene delante, ese juguete no es apropiado para él. Solo cuando puede interactuar con él se despierta su motivación, que es la base del aprendizaje. “Activar el pulsador de un coche, ejercer el rol de dependiente de una tienda, lanzar una pelota mediante un disparador adaptado, ser el moderador de un juego o elegir las piezas que utilizamos son formas de involucrar al niño o a la niña en la situación de juego”, señalan.

3. ¿Permite la interacción con el entorno?

Ya sabemos que hay que escoger el juguete en función de las preferencias del pequeño, pero “es muy positivo que no suponga una barrera a la interacción”. El juego tiene varias dimensiones, personal y social, y en este sentido un juguete que permita interactuar con las demás personas y que pueda ser utilizado en diferentes contextos es muy buena opción.

4. ¿Permite desarrollar otras competencias?

A través del juego, el niño crece. El juego es valioso y necesario en sí mismo, ya que estimula el desarrollo cognitivo. Por este motivo es el juego el que ha de adaptarse a las capacidades del menor, y no al revés, tal como insisten desde Irisbond. Pero, teniendo clara esta realidad, el juguete también puede ayudar a alcanzar distintos objetivos. De hecho, es una muy buena alternativa para consolidar aprendizajes. Si a través del juguete elegido el niño puede acercarse o alcanzar objetivos, por ejemplo, en el plano comunicativo, escolar, motor o emocional, es un motivo extra para ser seleccionado.

5. ¿Hay un equilibrio entre coste y beneficio?

“No siempre aquellos juguetes más costosos van a cumplir con todos los aspectos mencionados anteriormente”, advierten desde Irisbond. Así, hay que reflexionar sobre si existe una armonía entre estos dos factores puede decantar hacia un lado o hacia otro la decisión. En ocasiones, lo más simple es lo más adecuado para el niño.

Niño con discapacidad jugando©AdobeStock

Tipos de juego y sus juguetes

El juego que puede desarrollar un niño es casi infinito, pues tiene todas las posibilidades que le brinde su imaginación. Pero cada juguete estimula un área que conviene conocer:

  • Comprensión. Son los juegos de causa-efecto, y ofrecen recompensas inmediatas al niño. Por ejemplo, un instrumento musical, un micrófono, un muñeco que hace algún tipo de acción, un circuitos de rampas...
  • Exploración autónoma. Forman parte de esta categoría los juegos sensoriomotores, donde el movimiento y la exploración sensorial permite conocer el entorno. Forman parte de esta categoría, una pizarra magnética, la pintura de dedos, un proyector de imágenes, juguetes con plastilina, un parque de bolas, un lanzador de pompas...
  • Trabajo en equipo. Aquí, los juegos de mesa son la estrella, ya que permiten respetar los turnos y compartir un objetivo común. Cualquier juego de este tipo que esté adaptado a las capacidades del menor es una buena idea.
  • Desempeñar un papel. Estos juguetes ponen la creatividad del niño a trabajar para adquirir distintos roles a través del juego pre-simbólico o simbólico. Muñecos, elementos de supermercado, de cocinas, maletín de alguna profesión, disfraces, maquillaje....

No siempre es sencillo encontrar un juguete adaptado a la discapacidad de cada niño. Para facilitarlo, La Fábrica de Juguetes (www.lafabricadejuguetes.org) ofrece un servicio gratuito de adaptación de juguetes.




© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.