Niño delante del ordenador©AdobeStock

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ChatGPT, ¿hay que proteger a los menores?

Inteligencia artificial, metaverso, ChatGPT... El mundo digital está en constante avance y niños y adolescentes viven en primera persona esas novedades. Se trata de herramientas que incluso pueden conllevar un cambio de pensamiento. ¿Qué debemos saber con respecto a ChatGPT?

Acompañar a los hijos en el vertiginoso desarrollo digital de esta época es clave para poder ayudarlos en un mundo que parece propio de ellos, pero que, al final, no controlan. La tecnología tiene muchas implicaciones en todos los sentidos y conviene estar alerta sobre lo que puede representar tanto en el día a día como en la configuración del pensamiento y el razonamiento de los más pequeños.

Juan García es consultor de transformación digital y divulgador en @crianzadigital (en Instagram). Él nos cuenta todo lo que deberíamos saber sobre ChatGPT y cómo puede impactar en niños y adolescentes.

¿Qué es ChatGPT y cómo funciona?

Aunque todos los avances digitales se incorporan al día a día de los menores con mucha celeridad, a los progenitores les cuesta más hacerse a ellos, e incluso saber que están ahí. Lo más probable es que los niños ya conozcan esta herramienta y hayan estado explorando cómo puede ayudarle en ámbitos como los estudios. Pero, ¿de qué se trata? “Es un asistente digital que responde a tus preguntas con un lenguaje natural, basándose en un modelo de inteligencia artificial que predice la respuesta más probable”, explica el experto.

Cuando se hace una búsqueda con ChatGPT, este se comporta “como si metiéramos en una coctelera todas las respuestas posibles, teniendo más peso las más frecuentes, y nos presenta un resultado único a partir de la probabilidad de que se presente ese resultado. La respuesta parece y se siente como única, y definitiva y no es así”, advierte.

Es, por tanto, una forma totalmente diferente de facilitar información en Internet en relación a como se hace a través de los buscadores tradicionales, en los que se ofrece una serie de respuestas o resultados y es el usuario el que decide con cuál se queda.

Así lo ejemplifica Juan García: “Por ejemplo, si buscas una información en Google sobre cuántos vasos de agua es recomendable beber al día, encontrarás algunos resultados que avisan de que la recomendación de ocho vasos de agua está basada en un mito que no tiene evidencia científica. Sin embargo, como es la respuesta más probable, ChatGPT nos responderá que de 8 a 10 vasos con total seguridad”.

Niños con ordenador y teléfono móvil©AdobeStock

Oportunidades y riesgos de ChatGPT para los niños

ChatGPT puede ser una buena vía para descubrir y entender cómo funcionan los modelos de inteligencia artificial que ya están en muchos ámbitos “y previsiblemente será omnipresentes de aquí a cinco años”, pronostica el especialista.

Pero también conlleva algunos riesgos. Entre ellos, la posibilidad de que el menor pierda su capacidad crítica y reflexiva al aceptar como verdad única el resultado que le ofrece. Si no conoce su funcionamiento, puede tomar decisiones “de acuerdo a sus resultados, sin saber los sesgos y fallos que estos pueden tener”, advierte Juan García.

En el tema particular de los deberes escolares, algunos niños recurren a ChatGPT para hacer sus trabajos, lo que ha llevado a determinados colegios a prohibir su uso. En este sentido, tal como apunta el especialista, “muchos centros en España aunque no lo prohíban (es difícil de detectar) sí que están dando más importancia al trabajo en el aula o a las exposiciones orales”.

En todo caso, aboga por no vivir de espaldas a esta realidad: “Tiene que ir acompañado de ejercicios y deberes que incluyan el uso de este u otro asistente parecido. Si no lo hacemos, los menores trabajarán en su día a día al salir de la escuela con una herramienta que nadie les ha enseñado a utilizar correctamente”.

¿Cuál es el papel de los padres con respecto a ChatGPT?

Al igual que sucede en el resto de elementos tecnológicos, para poder acompañar a sus hijos los progenitores han de saber de qué se trata, y esto pueden comprobarlo usándolo en su versión gratuita. Así, se puede empezar solicitándole una receta, un itinerario o, mejor aún, preguntándole sobre un tema que se domine. Es la manera de descubrir cómo ChatGPT elabora las respuestas y ver en qué falla.

“Una vez hecho esto, podremos conversar con nuestros hijos y alumnos sobre ventajas e inconvenientes, pero si le damos la espalda, y ni lo probamos, no hay conversación posible”, subraya.

¿Hay algún tipo de control de acceso para usar ChatGPT? Aunque para usar la aplicación hay que ser mayor de 13 años, el acceso se tramita pidiendo la fecha de nacimiento al registrarse. También se puede hacer una verificación por SMS, pero, tal como indica Juan García, en España, un menor de 14 años no puede tener una línea de móvil a su nombre. “Con todo, debemos ser muy escépticos con el control de acceso a menores de este o cualquier otro contenido online”, destaca.

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