Bebé prematuro en la incubadora©AdobeStock

Recién nacido

Prematuro extremo, gran prematuro y prematuro tardío: ¿qué diferencias hay entre ellos?

Uno de cada trece bebés nace de forma prematura en España, lo que supone un total del 8% de los nacimientos. Pero venir al mundo antes de tiempo tiene distintas implicaciones dependiendo de la edad gestacional.

Las tasas de prematuridad en España siguen subiendo; de hecho es una de las más altas de Europa. Los problemas que conlleva un nacimiento antes de tiempo pueden ser numerosos y extenderse durante toda la infancia del niño. Todo dependerá de en qué semana llegue a la vida extrauterina.

Para explicarnos las diferencias entre los distintos tipos de prematuro hemos recurrido al Dr. Manuel Sánchez Luna, presidente de la Sociedad Española de Neonatología (SENEO).

Los distintos tipos de prematuridad

Un embarazo dura 40 semanas, pero a partir de la semana 37 se dice que el niño está a término. Por lo tanto, cualquier bebé que nazca antes de que termine esa semana 37 será prematuro. Sin embargo, como destaca el experto, hay una gran variedad dependiendo de la semana gestacional. Es este factor el más decisivo, por delante del peso, “ya que es la semana de gestación la que indica la maduración de los órganos del bebé y esto condiciona la supervivencia”, comenta.

Así, se puede distinguir entre:

  • Prematuro tardío. Es el que nace entre las semanas 32 y 37 de gestación. Son bebés que tienen una altísima (o total) probabilidad de supervivencia, aunque algunos, dependiendo de su estado deberán permanecer hospitalizados, lo que sucede con menos frecuencia a partir de la semana 34. Son bebés que se acercan a los dos kilos de peso.
  • Gran prematuro. Es el que nace antes de la semana 32. Habitualmente, en esa semana suelen alcanzar los 1.500 gramos de peso.
  • Prematuro extremo. Es el que nace por debajo de la semana 28 de gestación. En ese momento, suelen pesar unos 1.000 gramos y las posibilidades de supervivencia rondan el 90-95%.

El límite de la supervivencia está entre cumplida la semana 22 y hasta la semana 25. Antes de la 22, las “posibilidades de sobrevivir son prácticamente nulas”, adiverte el Dr. Sánchez Luna. “Pero cuando nos vamos acercando a la semana 25, donde suelen pesar sobre 700 gramos, cerca del 60-70% sobreviven”, recalca.

Madre haciendo piel con piel con su bebé prematuro©AdobeStock

Qué hay que vigilar en un bebé prematuro

“Hay mucha diferencia en que un niño nazca con 23 semanas a que lo haga con 36. Los más inmaduros son los que están entre la 22 y la 25, pues debemos mantener sus constantes vitales, ayudar a la respiración, dar soporte nutricional...”, indica el presidente de la SENEO. Conforme van siendo más mayores, la ayudas necesarias para respirar y para alimentarse van disminuyendo.

No obstante, hay que tener en cuenta un aspecto importante y es que todos los niños nacidos por debajo de la semana 32 deben tener un seguimiento tras el nacimiento. Dependerá del estado del pequeño que este sea más o menos largo. A veces se prolonga durante toda la infancia, ya que pueden surgir problemas de distinto tipo: respiratorio, de audición, de visión, de crecimiento... Es una supervisión que se llevará a cabo por distintos profesionales, en función de las necesidades del niño.

En algunos casos, una prematuridad excesiva puede cursar también con problemas intelectuales, como discapacidad, retraso madurativo... Al final del embarazo, las neuronas del centro del cerebro van migrando a otras zonas. Cuando el nacimiento interfiere con ese proceso hay problemas de maduración y el cerebro se desarrolla de otro modo.

Así, las secuelas pueden ser variables. Y aunque no haya ninguna lesión concreta, es habitual que los niños prematuros tengan más problemas para enfrentarse, por ejemplo, a ciertos virus durante su infancia. Es porque su sistema respiratorio, que es uno de los que más tarda en perfeccionarse en el útero materno, no puede completar ese proceso durante la gestación. Para evitar este problema se suele administrar surfactante para intentar madurar de forma acelerada los pulmones del bebé que va a nacer antes de tiempo.

La importancia de nacer en el entorno adecuado

La supervivencia del gran prematuro puede estar condicionada por el lugar en el que nace. Así, como destaca el Dr. Manuel Sánchez Luna, “estos niños deben ser tratados por un equipo y con equipamiento altamente especializado y cualificado en un gran hospital”.

Así, hay diferencias en la supervivencia de los niños y una mayor calidad de vida en el futuro según donde nazcan. Por tanto, cuando haya riesgo de parto prematuro, lo mejor es acudir a un centro hospitalario con experiencia en este tipo de bebés, que tenga unidad de Neonatología, UCI pediátrica y especialistas en la materia.