Niña en un huerto con verduras©AdobeStock

Educación

Las claves de César Bona para educar a los hijos en el respeto al medio ambiente

Vivimos gracias a la naturaleza, pero en muchas ocasiones de espaldas a ella. ¿Cómo implicar a los más pequeños en la sostenibilidad? ¿De qué manera se relaciona el cuidado del entorno con otros valores educativos?

Maestro y escritor, César Bona fue nominado como uno de los 50 mejores docentes del mundo en 2015. Desde entonces no ha dejado de revisar distintos aspectos de la educación. En su último libro Educación sostenible (Ed. Plaza & Janés) lo hace con la ecología, el medio ambiente y la sostenibilidad. En su obra hace un extenso repaso de cómo implicar a los niños y adolescentes para que sean un eslabon fundamental en el cambio de mirada que llevará al respeto por el entorno en el que vivimos.

Hemos charlado con él a propósito de su libro para que nos dé las claves de cómo ha de ser esa educación sostenible en los diferentes ambientes en los que se mueven los menores.

En el libro comentas que es esencial cambiar la perspectiva para hacer las paces con la naturaleza, ¿cómo repercute en la infancia la forma en que los adultos nos comportamos con el medio ambiente?

Tenemos necesidad de mirar el lugar en el que vivimos y pensar en todo lo que le está pasando. Y hay que mirarlo desde la gratitud y no desde el miedo. La educación nos atañe y nos incumbe a todos, pero cuando somos adultos nos cuestan un poco más estas rutinas. Por eso es tan importante hacerlos a ellos partícipes e invitar a chicos y chicas a que den su opinión y a que den sus ideas, no solo para tener una fuente de inspiración, sino para que sientan que su contribución es importante.

El fin de la educación es darnos herramientas para que sepamos relacionarnos con nosotros mismos, con los que nos rodean y con el mundo, con la Tierra.

¿Crees que actualmente los niños están desconectados de la naturaleza?

No se puede generalizar. Yo soy de un pueblo pequeño de Zaragoza, hacía cabañas al lado del río... Depende de cada circunstancia. Lo que sí es importante es que entendamos que es muy importante volver a las raíces, tanto en sentido metafórico como en sentido literal. Hay que entender los beneficios que tiene estar en contacto con la naturaleza y así lo indican algunos estudios. Pasamos tanto tiempo pisando asfalto que se nos olvida de dónde venimos.

César Bona©@asis-ayerbe

Muchas escuelas tienen ya un huerto en sus instalaciones, ¿cómo se puede avanzar más en la ecología y la sostenibilidad desde esos centros?

Es un buen comienzo porque hay centros que no tienen ni siquiera huerto y en los que el recreo es un lugar aséptico donde no hay ni un árbol. En las aulas pasa algo similar. En bastantes centros ya se están haciendo proyectos que podrían ser replicados y podrían hacer mucho bien a la educación, y en otros no encuentran tiempo, como si esto fuese algo poco importante. Pero hay que hacer énfasis en que debe ser uno de los primeros objetivos.

Si hablamos de educación sostenible, es importante que los alumnos intervengan investigando, por ejemplo, los residuos que se generan, de dónde viene la comida, crear una comisión de medioambiente... Hay muchas cosas que se pueden hacer como se propone en el libro.

En el hogar, ¿que se puede hacer para dar una educación sostenible cuando se vive en el entorno urbano?

Uno de los retos que me propuse al escribir el libro fue acercar todo lo que escuchamos sobre calentamiento global, ecología... a lo más cercano. ¿Qué supone encender una bombilla? ¿Cómo repercute la compra de un tomate? ¿Desaparece una bolsa de basura? Cada acción pequeña cuenta.

Libro Educación sostenible©Plaza & Janés

Relacionas en el libro la naturaleza con piezas musicales, ¿con qué otras artes podemos relacionar la naturaleza?

Todo está absolutamente relacionado. La naturaleza está íntimamente relacionada con el bienestar. Cuando te pones a buscar te das cuenta de que hay relación entre todos los saberes y disciplinas. La música es una puerta para unir la educación y la naturaleza, que nos ha insipirado de tantas formas.

¿Cuál es el valor que aporta la naturaleza al niño?

Por encima de todo es el ser consciente de que somos parte de un único ecosistema que tenemos que proteger. Esto incluye el respeto a uno mismo, el respeto a los demás y el respeto al lugar donde vives. Las tribus indígenas miran a la naturaleza de un modo especial, no como conveniencia para nosotros mismos y para otras generaciones futuras. La miran con gratitud, sabiendo que son ‘guardianes’ con derechos, pero también con deberes, y que tienen que proteger las tierras, los ríos, los árboles, y eso es tremendamente bonito y es un giro que también hay que dar.

¿Cuáles son los aciertos y los errores que se están cometiendo con respecto a la educación a los niños en la sostenibilidad?

Es una pregunta difícil de contestar porque entran en juego desde las familias, hasta la escuela y las élites políticas. Se dice que la naturaleza no entiende de premios y de castigos sino de consecuencias, y hemos de tenerlo claro. Los seres humanos somos protagonistas junto a otros muchos seres que forman el ecosistema. También es responsabilidad de las empresas, pues la economía tiene que ir ligada al respeto al medio ambiente. Y las familias han de llevar a cabo acciones simples, como entender que no se puede tirar comida y no solo porque haya gente que no pueda tenerla sino porque afecta a todo el proceso de consumo y recursos naturales. En la escuela, hay que hacerlos partícipes de que hay muchas cosas que pueden hacer, que son pequeñas, pero que suponen grandes cambios.

Lo que no cabe duda es que es obligatorio, urgente y necesario colocar el respeto al medio ambiente en el centro de nuestros objetivos estés en una empresa, en el gobierno, en casa o en la escuela porque no puede depender de si te apetece o no y del compromiso personal. Nuestra misión fundamental es promover una cultura de respeto al lugar donde vivimos, y ese es uno de los tesoros de la educación.

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