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Adolescentes

Alarmante aumento de pensamientos suicidas en adolescentes: ¿cómo darse cuenta a tiempo?

Se han incrementado en 250 por ciento desde el inicio de la pandemia, por lo que consultamos con un experto cuáles son las primeras señales de alerta que los padres deben tener en cuenta

Los pensamientos suicidas entre adolescentes han aumentado en un 250 %. Entre las causas de ese incremento alarmante, algunas ya más que conocidas para los profesionales de la salud mental, como el bullying y la influencia de las redes sociales y otras nuevas, como la pandemia y sus consecuencias a largo plazo. “La pandemia y el confinamiento han impedido procesos fundamentales en la pubertad como es la interacción y socialización entre iguales: hacer amigos, viajar, jugar en la calle, han sido sustituidos por meses de confinamiento, aislamiento y sedentarismo”, nos detalla el doctor Víctor Navalón, psiquiatra de los hospitales Vithas Aguas Vivas y Vithas Valencia 9 de Octubre. “Esta situación ha provocado mucha frustración, soledad e irritabilidad entre los jóvenes”.

Como consecuencia directa de la pandemia, el suicidio se convirtió en la primera causa de la muerte de niños y adolescentes, incluso por encima del cáncer y los accidentes de tráfico. Es durante el 2022 y especialmente en lo que llevamos de 2023 “cuando estamos presenciando un mayor aumento de ideas suicidas e intentos autolíticos entre los más jóvenes”, asegura el doctor Navalón. Si bien en 2021 se habría notado un descenso en la materialización de esas ideas y habría vuelto a bajar el número de suicidios entre menores en nuestro país, según datos recogidos por Save the children, es significativo que sigan en aumento los pensamientos suicidas en adolescentes.

Otras causas de los pensamientos suicidas entre adolescentes

  • Las redes sociales. Aunque el doctor recalca que cada historia personal es única, sí que hay una serie de factores que se repiten en un elevado porcentaje de ellos, ocupan un lugar predominante las redes sociales. “Tenemos que tener en cuenta que proyectan una visión distorsionada de la realidad”. Pasar varias horas al día “viendo imágenes de caras, cuerpos y vidas perfectas” con “filtros que enmascaran la naturalidad y ocultan los rasgos únicos de cada uno, que son vistos por las redes y usuarios como imperfecciones” les afecta y mucho. “Sabemos que esto repercute gravemente en la autoestima de los jóvenes, quienes son incapaces de aceptar sus rasgos y peculiaridades intrínsecos que les hace ser quienes realmente son”.
  • Diferentes tipos de acoso. “La gran mayoría de jóvenes que atendemos han sufrido acoso escolar, ya sea presencialmente en periodo lectivo o a través del teléfono móvil o las redes sociales, es el llamado cyberbullyng o ciberacoso”. Si ya era un grave problema el acoso en las aulas, a eso se suma en los últimos años el que muchos niños sufren a través de internet. “Con el ciberacoso, el niño recibe constantemente mensajes de intimidación y amenazas ya no solo en el colegio, sino también en su zona de seguridad como en casa o rodeado de su familia sin que ellos se enteren. Esto genera en los niños una sensación de desprotección y daño psicológico constante, ya no solo en el colegio o instituto, sino las 24 horas del día y los siete días de la semana”.
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¿Cómo detectar pensamientos suicidas en adolescentes?

En primer lugar, lo más importante es que los padres estén atentos a los primeros signos de que algo está ocurriendo. La mayoría de las veces, no es fácil, pero “existen una serie de señales de alarma que pueden ayudarnos a detectar un cuadro depresivo en nuestro hijo”, explica el psiquiatra. Estas señales son:

  • Cambios de comportamiento. “Encontrarlo más retraído y aislado en su habitación, el descuido de la higiene personal, verlo más triste, apagado o incluso irritable con nosotros o sus amigos”.
  • Cambios en lo referente al centro escolar. “Un empeoramiento en su rendimiento académico o que no quieran ir a clase” también se encuentran entre los “signos que pueden hacernos sospechar un trastorno depresivo en el adolescente”.
  • Tomarnos en serio expresiones autolíticas. “Debemos tomar siempre en serio si el adolescente alguna vez verbaliza amenazas de hacerse daño o de suicidio”, subraya el doctor. “A veces pueden ser vistas por los padres como una manera ‘de llamar la atención o exagerar’, cuando la realidad es que existe de una necesidad urgente de pedir ayuda”.

¿Cómo pueden actuar los padres ante los pensamientos suicidas de su hijo?

  • Comunicación. “La mejor forma de prevenirlo es la de mantener unas líneas de comunicación abiertas con nuestros hijos”, tarea muy complicada ya de por sí con muchos adolescentes y, más aún con aquellos que presentan algún problema emocional o de salud mental. “La gran mayoría de veces, los adolescentes se callan por no querer preocupar, o por temor o vergüenza y una conversación abierta sobre como están puede generar un espacio de confianza en el que pueden abrirse y relatar su malestar”. El esfuerzo de los padres debe centrarse en “escuchar y ofrecer apoyo”, buscando hablar “de cosas cotidianas de la escuela o de sus relaciones con los amigos”. “Si detectamos alguna de las señales de alerta comentadas anteriormente, siempre recomiendo preguntar abiertamente cómo se encuentran, ofrecerles apoyo y hacerles notar que están disponibles para hablar de cualquier tema que les preocupe”. En este punto, el doctor Navalón lo tiene claro: “tenemos que desmontar el mito de que hablar sobre el suicidio puede motivar a cometerlo. Eso es totalmente falso, el preguntar sobre esto puede aliviarle y darle la oportunidad a que exprese cómo se siente”.
  • Alfabetización digital. Es fundamental trabajar la alfabetización digital y “fomentar el pensamiento crítico sobre lo que hay en las redes”, puesto que estas se encuentran entre las principales causas de la depresión y la ansiedad entre menores. “Aunque las redes sociales pueden ofrecer a los jóvenes un apoyo valioso de conocer, aprender y explorar, pueden exponerse a la propagación de rumores o imágenes poco realistas que les dañan la autoestima y distorsionan la realidad, por lo que es vital una buena educación en el uso de dispositivos electrónicos y supervisión de las redes a las que acceden”. En cualquier caso, “si existen dudas, siempre recomiendo ponerse en manos de especialistas en salud mental, que podrán orientar tanto a los adolescentes como a sus familiares”.