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Embarazo

Todo lo que debes saber sobre los masajes perineales durante el embarazo

Son de gran ayuda para evitar episotomías y desgarros durante el parto y para reducir molestias y complicaciones después, en el posparto

El masaje perineal tiene un claro objetivo: evitar desgarros durante el parto. Es común que esos desgarros se produzcan, especialmennte en el momento en el que la cabeza y los hombros del bebé salen por el canal del parto. Pero no siempre es así. El masaje perineal desempeña un papel esencial para reducirlos. Afortunadamente, cada vez hay más conciencia sobre el hecho de limitar las episiotomías a lo estrictamente necesario para evitar las molestias y complicaciones que pueden ocasionar para la mujer en el posparto.

¿Qué es el masaje perineal?

El masaje perineal es un tratamiento manual que ayuda a fortalecer el tono muscular del suelo pélvico, así como a aumentar la circulación sanguínea de la zona, facilitar el drenaje linfático. Se puede realizar en cualquier etapa de la vida de la mujer, si bien en el embarazo está especialmente indicado porque, además de todo lo anterior, permite familiarizarse con la sensación de estiramiento y presión y trabajar el autoconocimiento de la zona del periné.

¿Dónde está el perineo de la mujer?

El periné es la parte de la pelvis que contiene a los órganos genitales externos y al ano. Está ubicado debajo del diafragma pélvico, que ejerce de ‘techo’; la parte inferior, que es también su anatomía superficial superficial, está entre los muslos y se extiende, por delante, entre la sínfisis del pubis y los pliegues glúteos y el cóccix, por atrás.

¿Qué beneficios tiene el masaje perineal?

“El masaje perineal durante el embarazo tiene como objetivo principal dar elasticidad a los tejidos del área del periné y prepararlo para el momento del parto, en el que se va a producir un estrés biomecánico importante, por el paso del bebé”, indica Juan Antonio Barca, presidente de la Comisión de Fisioterapia en Uroginecología-Obstetricia del Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM). A él le hemos preguntado cómo se realiza de forma correcta y cuáles son sus beneficios.

Diferentes estudios han demostrado que el masaje perineal del embarazo puede “ayudar a minimizar el riesgo de desgarro perineal e incluso la realización de episiotomía”, tal como destaca el experto. Eso sí, debe realizarse de forma correcta.

¿Cuándo se deben empezar a hacer masajes perineales?

Juan Antonio Barca aconseja realizarlo a partir de la semana 32 de gestación, “y, a ser posible, a diario o, al menos, cada dos días, desde esa semana hasta el final del embarazo”. Es fundamental ser constante para que el masaje perineal sea eficaz.

¿Quién debe hacer el masaje perineal?

El masaje puede realizarlo un fisioterapeuta especializado o bien hacerlo la mujer por sí misma. Su recomendación es acudir a una primera sesión con un especialista para aprender a hacerlo de manera adecuada. Además, “es interesante conocer el grado de estiramiento a aplicar, así como los movimientos básicos, que la población general puede no conocer”. Una vez controlada la técnica, ya no hay problema en que lo lleve a cabo la propia embarazada o su pareja.

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¿Cómo se hace el masaje perineal?

No es complicado de realizar. Se puede utilizar algún aceite para el masaje perineal, que facilitará el deslizamiento. Así, estos son los pasos a seguir, según detalla el experto del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid:

  • Lavarse bien las manos antes de comenzar (también al finalizar el masaje).
  • Utilizar los dedos pulgares o índices, introduciéndolos aproximadamente una falange en la vagina.
  • Comenzar a presionar hacia la horquilla vulvar (es la región que se encuentra más cerca del ano).
  • El masaje se puede realizar en forma de ‘U’, de un lado a otro de la horquilla, y combinar en forma de ‘C’, hacia un lado y hacia el otro, mantiendo la presión de los dedos durante todo el recorrido.
  • Se debe evitar realizar presión únicamente en el vértice de la horquilla vulvar.

Los tejidos de la zona se notarán al principio más rígidos, pero es importante ir percibiendo, conforme avancen las jornadas de masaje, que estos se van volviendo más flexibles. Si no es así, conviene consultar de nuevo con el fisioterapeuta especializado para que compruebe la técnica y si hay algún otro problema.

El masaje perineal “debe realizarse durante 5-10 minutos cada vez, manteniendo la presión, hasta que se note una sensación ligera de hormigueo”, subraya.

¿Hay alguna contraindicación médica?

El masaje perineal no es exclusivo del primer embarazo, así, incluso, puede ser más necesario en los sucesivos, especialmente cuando existe una cicatriz de una episiotomía o de un desgarro anterior. En ese caso “es importante focalizar algo más la intensidad del masaje para elastificar ese área, puesto que puede haberse producido algún tipo de fibrosis en la cicatriz y nos beneficiará de cara al parto”, insiste Juan Antonio Barca.

El masaje perineal se puede realizar siempre que no haya contraindicaciones médicas. En este sentido, es bueno comentar con el obstetra que se va a llevar a cabo, por si él tuviera alguna objeción que hacer. Puede haber algunas situaciones que desaconsejen el masaje perineal y que pasen inadvertidas para la gestante.

No obstante, hay algunas contraindicaciones de manera general: “Las contraindicaciones principales para la realización del masaje perineal son los procesos de infección vaginal (como, por ejemplo, una candidiasis vaginal); tendencia a padecer cistitis de repetición, puesto que la manipulación puede desencadenar nuevos episodios; y en casos de riesgo de prematuridad del parto”, advierte el fisioterapeuta.