Cuándo, cómo y dónde practicarlo©AdobeStock

Embarazo

Masaje perineal: ¿cuándo, con quién y dónde lo practicamos?

Dentro de la preparación al parto, el masaje perineal es un recurso sencillo y accesible para todas; una medida física preventiva aplicable durante el embarazo que consiste en la estimulación táctil de la piel y los tejidos.

El cuidado durante el embarazo contribuye a un mejor resultado durante el parto y la crianza del bebé. Dentro de la preparación al mismo se encuentra el masaje perineal, una técnica con evidencia científica cuyo objetivo es flexibilizar los tejidos para reducir, dentro de lo posible, los desgarros o la episiotomía. ¿Cuándo debemos practicarlo? ¿Con quién? ¿Dónde? Los expertos responden:

“El masaje perineal es un tratamiento manual que se puede realizar en cualquier etapa de la vida de la mujer con el fin de normalizar el tono muscular del suelo pélvico, aumentar la circulación sanguínea de la zona, facilitar el drenaje linfático, familiarizarse con la sensación de estiramiento y presión y trabajar el autoconocimiento de la zona del periné”, expone Carmen García Galindo, fisioterapeuta especializada en uroginecología y obstetricia.

En concreto, desde la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) informan que esta medida física preventiva puede ser un factor protector contra el trauma perineal, principalmente episiotomías, y también reduce el dolor perineal en el posparto.

La fisioterapeuta nos indica que, mediante su realización, conseguimos empoderar a la mujer de cara al parto, proporcionándole autoconocimiento anatómico y sensorial sobre la zona del periné y la vagina que facilitará la seguridad y la capacidad de control y relajación durante el momento del expulsivo.



¿Cuándo lo practicamos?

El masaje ha demostrado ser eficaz a partir de la semana 32 de gestación. Es decir, a los 7 meses y medio de embarazo. Es importante realizarlo como mínimo dos veces por semana, pero también se podría hacer a diario.

“Mi recomendación es realizarlo tras una valoración de suelo pélvico por parte de un fisioterapeuta especializado. En esta sesión se valorará el estado de la musculatura del periné, la capacidad de percepción de la zona por parte de la mujer y se recomendarán, en caso de ser necesario y según el caso particular de cada mujer, herramientas y modificaciones de ciertos hábitos para complementar el masaje perineal con el fin de cuidar el suelo pélvico en las últimas semanas de gestación de cara al día del parto y a la recuperación posparto. Se puede realizar entre 2 y 4 veces semanales, según la pauta de el fisioterapeuta. La constancia será una de las claves para su eficacia”, matiza Carmen García Galindo.



¿Cúal es la preparación necesaria para el masaje?

Desde FAME nos recomiendan varios aspectos que hemos de tener en cuenta:

  • Lavarse bien las manos y tener las uñas limpias y cortadas
  • Vaciar la vejiga de orina antes de empezar
  • Buscar un lugar cómodo de la casa y tener un espacio para poder visualizar el perineo y familiarzarse con su anatomía
  • Posición: semisentada (en la cama, en el retrete, en el bidet, en cuclillas apoyada en una pared...)
  • Se puede empezar con un baño caliente o usando paños calientes para relajar la zona
  • En el caso del automasaje, se utilizan los pulgares
  • Si el masaje lo realiza la pareja u otra persona, se utilizan los dedos índice y corazón
  • Es importante lubricar los dedos antes de introducirlos en la vagina con aceites o cremas específicas

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¿Con quién lo practicamos?

Según apunta la experta, la recomendación es aprender a realizarlo con un fisioterapeuta especializado y practicarlo entre una y dos veces semanales en consulta: “Así mismo, se puede formar a la propia mujer y/o a la pareja o persona de confianza que ella elija para complementar el trabajo en el domicilio. De esta manera, se aumenta la frecuencia de aplicación a lo largo de la semana y se alcanzan objetivos como la participación de la pareja en el proceso de acompañamiento al parto”.

En concreto, desde Federación de Asociaciones de Matronas de España informan que es muy aconsejable que la pareja comience a realizarlo a medida que avanza el embarazo y se hace más difícil por el volumen de la barriga.

¿Dónde lo practicamos?

A la hora de elegir el mejor lugar para realizarlo, la fisioterapeuta sostiene que lo más indicado es un espacio que a la mujer le resulte acogedor y familiar en el que ella se sienta segura. Esto facilitará la relajación y la atención plena para obtener el máximo beneficio de la práctica. “En casa se puede realizar en una superficie cómoda que permita estar a la mujer semitumbada o sentada, como la cama o el sofá”, añade.

Advertencias y recordatorios

Por último, desde FAME matizan que hay que evitar este tipo de masaje si existen varices vulvares, infecciones vaginales o urinarias u otras complicaciones del embarazo. Además, no está inidicado en caso de cesárea programada, ya que no habrá distensión del perineo.

“La constancia en el masaje es la clave del éxito: “Utiliza un buen lubricante en aceite o crema y, ante cualquier duda o dificultad, consulta a los profesionales de la salud”, concluyen.