Bebé con ampolla en el labio en brazos de su madre©AdobeStock

Lactancia

¿Por qué se forman los callos o ampollas de succión en el bebé lactante?

Los bebés recién nacidos tienen la piel mucho más frágil y, por ello, la propia fricción del labio con el pecho durante las tomas de lactancia materna, pueden provocar la aparición de las conocidas como ampollas o callos de succión. Normalmente, desparecen por sí solos a los pocos meses pero, ¿qué pasa si perduran en el tiempo?, ¿son dolorosos para el niños?, ¿hace falta curarlos?

La ampolla o callo de succión es una prominencia de la piel en los labios del bebé recién nacido, que puede aparecer durante los primeros días de vida sin motivo aparente, o bien, nos puede estar indicando que hay algún problema con la lactancia materna.

La piel del bebé es mucho más delicada que la de los adultos y la fricción que realiza en las tomas durante la succión de la leche materna, es uno de los motivos principales que puede provocar la aparición de estas ampollas. “Se trata de protuberancias endurecidas, transparentes o blanquecinas que se forman en los labios del lactante normalmente en la parte superior central, e incluso en algunos casos en todo el labio superior e inferior”, nos cuenta Paula García, sanitaria y asesora de lactancia, experta en anquiloglosia (@paula_garciaotero).


¿Cuáles son las causas de su aparición?

Como decíamos, la piel del bebé es mucho más frágil y, por ello, los callos de succión suelen ser frecuentes en los pequeños. Concretamente estos “se forman debido a la presión ejercida por los labios del bebé al alimentarse, generando fricción, provocando así ese comezón y callo. Bien es cierto que, al iniciar la lactancia puede surgir este pequeño callo en las primeras semanas debido a la delicadeza de la piel del bebé y de la adaptación al agarre en lactancia materna, pero, si persiste debemos revisar que el agarre al pecho sea correcto”, advierte la asesora.

Y es que, otro factor que puede influir en la formación de estas ampollas puede ser un problema mayor como es una anquiloglosia, que dificulte el movimiento de la lengua, nos cuenta la sanitaria, y es que “si la lengua tiene sus funciones limitadas y no puede acanalar bien el pezón, el bebé compensa el agarre haciendo fuerza con los labios para lograr sujetar el pecho en su boca, provocando la aparición de ese callo, y con ello, molestias, dolor y, en ocasiones, grietas en los pechos de la madre”, indica.

Recordemos que “la anquiloglosia o lengua anclada, ocurre cuando el frenillo lingual es anormalmente corto y poco elástico y puede restringir los movimientos de la lengua”, según explican desde la según la Asociación Española de Pediatría (AEP).

Mamá con su bebé recién nacido en brazos©AdobeStock


¿Duelen o molestar al bebé?

La asesora de lactancia asegura que la ampolla de succión “no le duele al bebé porque se trata de una piel endurecida tipo callo (como su nombre indica), pero, en ocasiones, puede resultar molesta en el agarre si está muy en relieve o si refiere un comezón por todo el labio”, explica. Por tanto, puedes estar tranquila porque los callos de succión son totalmente inofensivos para el pequeño y suelen desaparecer alrededor de los 4 meses, por norma general.

No refiere ningún tratamiento especial puesto que desaparecen por sí solos, por lo que no se recomienda aplicar ningún tipo de crema, ni aceite ni dar una mayor hidratación y, tener en cuenta algo muy importante: en ningún caso arrancar o rascar la piel del labio del bebé, ya que, en ese caso, sí que podríamos hacerle daño. “El callo de succión desaparece logrando un buen agarre y/o evaluando y tratando la existencia de un frenillo limitante. No es necesario hacer absolutamente nada, en ocasiones, se forma una pielecilla seca que se desprende y se cae sola”, asegura la sanitaria.

¿Cómo podemos prevenirlo?

El callo o ampolla de succión, por tanto, no es algo que deba preocupar en exceso a la mamá, pero sí es importante que, si perdura en el tiempo, se revise cómo transcurre la lactancia por un profesional con el objetivo de “conocer los motivos por los que apareció, observar postura y agarre y apreciar las pequeñas señales que pueden aparecer si algo va mal en la lactancia”.

Asimismo, y, por consiguiente, “el callo de succión se previene con un buen agarre, aunque como se comentó anteriormente, en ocasiones, se forma en la primera etapa de la lactancia y desaparece sin más”, insiste la asesora.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.