Una de las primeras grandes decisiones que se toman como padres es elegir la escuela infantil de tu hijo, y es que no es una tarea nada fácil. Todo dependerá de las prioridades y necesidades de cada familia. Con la COVID-19, todavía se hizo más difícil la elección del centro porque, en muchas de las escuelas, no permitían las visitas físicas. Actualmente, cada escuela puede elegir si realizar estas visitas online o bien, hacerlas de la forma tradicional. Pero conocer las instalaciones es solo uno de los puntos a tener en cuenta en tu checklist para elegir escuela infantil, así que para ayudarnos a saber cuáles son los factores más importantes que te ayudarán a tomar la última decisión, hemos hablado con la socióloga y coach familiar, Patricia Castaño (www.patriciacoach.com). “El paso de estar en casa a un colegio o escuela infantil es un momento que trae muchos dolores de cabeza a las familias. Muchos son los padres que hacen un verdadero estudio de mercado acerca de cuáles pueden ser los mejores centros para sus hijos, se pasan días comparando unos y otros con el objetivo de poder elegir el mejor para sus hijos”, nos dice.

Factores a tener en cuenta a la hora de elegir escuela infantil

Para ayudar un poquito más a aquellos padres que se encuentren en plena búsqueda de escuela infantil, según recomienda la experta, estos son algunos de los factores más importantes que se deben tener en cuenta en la toma de decisión:

• Recapacitar sobre cuáles son las necesidades presentes del niño y escoger un centro que las respete y tenga en cuenta sus etapas evolutivas. “Para mí es de las cosas más importantes a tener en cuenta. Por ejemplo, hay una clara diferencia entre aquellos centros donde se respeta el control de esfínteres (que es algo madurativo) con los que obligan a que los niños lleguen al colegio sin pañal”, señala.
• Tener en cuenta cuáles son las prioridades de cada familia, y es que estas pueden ser diferentes en función de los valores y las necesidades de cada una. “Algunos consideran una prioridad la cercanía, la jornada intensiva o partida, las actividades extraescolares que tenga el centro, el proyecto educativo que siga la escuela...”, explica.
• Observar cómo realizan la adaptación a la escuela infantil: “Si se puede entrar al cole y acompañar al niño hasta su clase, cuánto dura ese periodo de adaptación, etc…”:
• El modelo educativo que sigue el centro. “Desde mi punto de vista, aquellos que trabajan y ponen el énfasis en la educación emocional, y no sólo en la académica, dicen mucho a favor”, opina.
• Las Instalaciones. “Esto es algo que algunas familias le dan más valor que otras, aunque la verdad es que, actualmente, casi todos los centros tienen grandes superficies con diferentes ambientes y temáticas. Para mí, toda escuela que tenga zonas verdes en la que los niños puedan disfrutar de areneros, etc… será fundamental para que tengan contacto con un entorno natural y saludable”.

La importancia de enseñar a gestionar las emociones

“Lo más importante que puede ofrecer una escuela infantil a nuestros hijos es un trato lo más personalizado posible, una atención individualizada, dentro de lo viable, en la que se respeten los ritmos de cada niño y se tenga en cuenta las etapas de desarrollo, y que de esta manera, se pueda adaptar tanto los contenidos como al acompañamiento, de forma singular”, indica la experta.

Sin embargo, esto actualmente está siendo un reto por parte de los profesores “ya que los ratios tan elevados de alumnos, no hacen posible esta labor. Aunque, bien es cierto que, son muchos los centros que aún con ese impedimento, hacen lo posible por ser fieles a los ritmos y necesidades de cada peque, cosa que considero imprescindible para un buen desarrollo”, insiste.

Está claro que cada padre tiene unas preferencias diferentes en cuanto a modelos de aprendizaje y la manera de ver la educación para sus hijos, pero desde el punto de vista emocional y psicológico, cada vez más, hace falta un mayor aprendizaje en la gestión de las emociones. Y es que según argumenta la socióloga: “Vivimos en una sociedad en la que ya casi todos tenemos la suerte de contar con estudios, sin embargo, pocas son las personas capaces de gestionar las emociones, así que, además del ámbito académico, considero fundamental y prioritario el enseñar inteligencia emocional a nuestros hijos, así como habilidades socio-emocionales, ya que eso será lo que marcará la diferencia en un futuro”, asegura.

Que el niño tenga la posibilidad de expresar sus sentimientos sin sentirse cohibido o reprimido, es fundamental para construir su personalidad. Algo que será la base de sus relaciones sociales, autoconocimiento y autoestima en su vida adulta, para lidiar con aquellas situaciones de cualquier índole que se le puedan presentar. Una de las labores principales, por consiguiente, tanto de los padres como de los educadores, será acompañarlos en el camino para facilitarles esa tarea.