Con la llegada de la primavera aparecen las primeras alergias a pólenes. Los síntomas son claros: si el niño no para de estornudar, tiene moquita constante, como si fuese un grifo abierto, le pica mucho la nariz, tiene dificultad para respirar, le salen ronchas cuando come algún alimento… puede que estemos ante un caso de alergia infantil. Según nos cuenta el Dr. Javier Massaguer, pediatra y director médico del Hospital HM Nens de Barcelona, los síntomas más comunes que se presentan por alergias se diferencian en:

• Respiratorios: tos y/o dificultad respiratoria (pitos).
• Digestivos: vómitos y/o náuseas.
• Dermatológicos: manchasen la piel (habones), boca, lengua hinchada, picor y/o piel seca.

La confirmación del diagnóstico puede ser definitiva mediante las pruebas de alergia o también conocido como prick test. Y es que confirmar un caso de alergia es muy importante ya que, por un lado, podremos saber qué es lo que está provocando los síntomas y por otro, se podrá poner un tratamiento adecuado.

“Las pruebas de alergia en la infancia intentan averiguar el origen de la alergia. En primer lugar, se realiza un análisis de sangre general después de haber explorado y hecho una historia clínica que corrobore que el niño tiene una posible alergia. Si en el análisis de sangre nos da positivo en alergia, se efectúan unas pruebas específicas. Estas pruebas son pruebas de provocación, por las que se expone al niño a la sustancia que causa alergia en el brazo (prick test) o de provocación conjuntival, ingesta, nasal, etc... y sabremos a qué es alérgico”, nos explica el Dr. Massaguer.

¿En qué consta el ‘prick test’?

Seguramente, cuando escuches ‘prueba de alergias’ te venga a la mente la imagen de un brazo con distintas marcas hechas con rotulador y un pequeño pinchazo en cada una de ellas. Efectivamente, este es el conocido como prick test, una prueba rápida y muy fácil de realizar con la que se tiene la posibilidad de leer el resultado en unos 10 minutos. Puede resultar algo molesta por las sustancias a las que se expone al paciente, pero no es nada dolorosa.

Sobre la piel se aplican unas gotitas de las sustancias sospechosas, un control negativo (generalmente de suero, que no suele reaccionar en ninguna persona) y un control positivo (histamina, que reacciona a todo el mundo). En cada marca se hace una leve presión con una lanceta para que la sustancia entre la capa más superficial de la piel. Si hay sensibilización se formará una roncha roja (de mayor o menor tamaño) en la gota. Es muy importante saber que para que las pruebas cutáneas indiquen una alergia, la sensibilización se debe corresponder con los síntomas.

¿Hay una edad específica para hacer la prueba de alergia?

Según los expertos, existe la creencia de esperar un tiempo para realizas las pruebas de alergia a niños o que hay una edad mínima para ello. Pero, en algunos casos, esto puede hacer que se retrase de forma innecesaria un diagnóstico. Por tanto, se recomienda:

• Alergias a la leche, realizarla en el mismo momento que aparezca la alergia al niño, porque, en su caso, será necesario cambiar la alimentación inmediatamente.
• En el caso de sospechas de alergia a medicamentos, se deben realizar lo antes posible. Y es que cuanto más tiempo pasa, más probable es que el resultado sea negativo, aunque realmente se sea alérgico.
• Existen otras alergias que tardan más tiempo en desarrollarse como son a pólenes, ácaros, a animales… Para un diagnóstico certero hace falta estar un tiempo considerable expuesto a ellas, según la SEICAP (Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica). Por ejemplo, se considera que un niño de 2 años es prácticamente imposible que tenga alergia a algún polen de primavera porque solo ha vivido dos primaveras, por lo que no ha tenido tiempo suficiente de sensibilizarse. Se estima, por tanto, que las pruebas de alergia se pueden comenzar a hacer entre los 3 y 5 años pero, siempre será el pediatra quién deberá estimar cuál es el tiempo necesario de espera, o cuándo es recomendable realizar la prueba de alergia al niño.

¿Qué tratamientos se recomiendan?

Según el tipo de alergia que nos afecte, existe un tipo de tratamiento específico, que tal y como nos explica el doctor se dividen en dos:

Tratamiento para los síntomas:

• Respiratorios: broncodilatadores, antiinflamatorios (inhaladores).
•  Digestivos: dieta, antieméticos (vómitos).
•  Dermatológicos: antihistamínicos.

Tratamiento de sensibilización (para curar alergia):

• Vacunas para progresivamente hacer que el niño no tenga alergia al alérgeno (causa de la alergia).

Consejos para aliviar los síntomas

Los síntomas de las alergias son sobre todo molestos, y en aquellos casos más severos, pueden acarrear problemas respiratorios graves, por lo que es fundamental tener en cuenta los siguientes consejos que nos plantea el doctor para aliviar síntomas y prevención:

Evitar la exposición a la causa de la alergia:

• En cuanto al polvo: “no limpiar en presencia del niño, utilizar cortinas, sábanas, colchones especiales”.
• En cuanto a las ambientales: “se recomienda no viajar a zonas donde abunde el agente causante”.

Y, además, añade la importancia de “hacer tratamientos preventivos, que ayudarán a sufrir menos crisis y que estas sean más leves. Asimismo, hacer deporte ya que contribuye a desarrollar los pulmones correctamente. Y, finalmente, es muy importante que el niño esté controlado de manera conjunta entre el pediatra y servicio de alergia infantil”, recomienda el experto.