Ibone Olza©Ibone Olza

Maternidad

Ibone Olza: “La sociedad debe ser más cuidadosa con madres y bebés”

Psiquatra infanto-juvenil, Ibone Olza reflexiona en su último libro sobre la experiencia de la maternidad: sus contradicciones, sus incertidumbres, lo que sucede y lo que debería suceder para acompañar mejor en esta etapa...

Palabra de madre (Ed. Vergara) es el último libro de la psiquiatra infanto-juvenil y perinatal Ibone Olza. De los siete que ha escrito es el más personal de todos, pues en él parte de su propia experiencia (tiene tres hijos), para analizar en qué papel coloca la sociedad a las madres.

Sobre esas circunstancias intenta “comprender a la madre que fui y a la que ahora soy, con la esperanza de que tal vez sirva para entender y cuidar mejor al resto de las madres”, apunta la autora, que actualmente es consultora de la Organización Mundial de la Salud y dirige el Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal. Hemos charlado con ella.

En el libro hablas de la culpa que sienten muchas madres cuando creen que no lo han hecho bien con sus hijos. ¿Qué es ser una buena madre para ti?

Me gusta la idea de “suficientemente buena” que describió Winnicott porque nos permite comprender que no se trata de ser perfectas ni mucho menos, sino de cubrir unas necesidades fundamentales. Básicamente, todos los bebés necesitan lo mismo, sentirse y saberse queridos: cuidados sensibles, cercanía de la madre…Y necesitan que las madres estemos bien. Si lo extendemos a toda la crianza, yo creo que es preciso presencia, paciencia, ser capaces de ponerse en su piel y ofrecer cariño y consuelo. Presencia significa tiempo: hay que estar, y poner atención. La crianza es un cocido a fuego muy lento, no hay atajos. Más que poner límites, yo creo que se trata de enseñarles unos límites que ya existen, vienen dados.

Comentas que como madre te sentiste muchísimo más discriminada y excluida de lo que nunca te habías sentido como mujer, ¿por qué las madres son apartadas?

Es muy interesante hacerse esa pregunta, no somos conscientes de hasta qué punto el origen del patriarcado se sitúa ahí, en dar prioridad al padre y a los hijos e hijas, excluyendo a las madres, ninguneando nuestro importantísimo papel y labor en la sociedad humana.

Libro Palabra de madre, de Ibone Olza©Vergara

“Gestar no está reconocido en ninguna parte como trabajo ni como la enorme tarea física y psíquica que es”, destacas en el libro. ¿Qué necesitan las mujeres embarazadas para ser más reconocidas?

Yo creo que como sociedad es urgente que se lo pongamos mucho más fácil a las embarazadas. Que sean bienvenidas, que se sientan cuidadas, que todas tengan sus necesidades más básicas cubiertas, que puedan dedicarse a gestar, que sean escuchadas sin juicios ni críticas…Un embarazo es un tiempo largo en el que acontece toda una transformación psíquica, y caben sentimientos muy contradictorios y cambiantes. Es un tiempo precioso para prepararse y sanar temas pendientes.

Las críticas: por tener al bebé en brazos, por darle el pecho... Muchas veces las mujeres son las peores jueces de otras madres. ¿Se puede cambiar esto?

No me atrevería a sostener que las mujeres seamos peores ni mejores, la verdad. Mi propuesta es visibilizar que esas críticas vienen de un discurso social que yo califico de patriarcal y que casi siempre va en contra de lo que nos pide el cuerpo a las madres. Verlo nos ayuda a ir transformando para lograr una sociedad más cuidadosa con madres y bebes, al fin y al cabo es una inversión que nos beneficia en última instancia a todos.

Escribes que “...es raro salir ilesa del parto. Casi todas salimos con heridas y puntos, en la vagina o en el vientre o en el alma”. ¿Qué se necesita para que el parto sea una experiencia distinta?

Que los profesionales que lo atienden conozcan la psicología de parto, comprendan que lo que la mujer y el bebé viven ahí queda profundamente grabado y puede impactarles de por vida, que el acompañamiento del padre o pareja o persona que elija la parturienta es un derecho humano fundamental de la madre y del recién nacido. Para parir bien se necesita lo mismo que para hacer bien el amor: intimidad, respeto, un cuidado exquisito, incluso cuando son necesarias intervenciones como la cesárea. También hay que cambiar los espacios de parto y, sobre todo, mejorar las condiciones de trabajo de los profesionales que atienden los partos; si no, es imposible trabajar bien.

Has investigado sobre la neurobiología de la maternidad, ¿qué debemos saber sobre ello?

Es precioso comprobar hasta qué punto la naturaleza ha previsto que la reproducción humana sea gozosa y placentera, y eso favorezca la salud. Hay todo un programa que acontece en el cerebro de las madres y los bebés ya desde el embarazo que nos prepara para el enamoramiento, para que las madres quieran y necesiten estar cerca de sus bebés y esto sea adictivo. Los bebés nacen profundamente enamorados de sus madres, y solo desean estar cerca de ellas.

Sostienes que quien recibe muchísimo amor en la primera infancia es difícil que se convierta en un adulto violento.¿Qué necesitan las madres para poder dar ese amor a sus hijos sin interferencias?

Las madres necesitan apoyo, sostén, cuidados y reconocimiento. Esto no puede recaer exclusivamente en el padre o pareja, es necesario tener comadres, abuelas, abuelos, tías, amigas…toda una comunidad que honre, celebre y apoye la crianza.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.