Cuando se viaja con niños, y más si es con un propósito concreto, como en el Camino de Santiago, no se puede dejar nada a la improvisación. Por eso conviene planificarlo todo con tiempo y teniendo en cuenta las particularidades que un recorrido como este tiene para ir en familia.

Para descubrir todos los secretos de esta experiencia, le hemos preguntado a Jon Vitoria, coordinador de El Camino en Familia (www.elcaminoenfamilia.es), agencia especializada en este tipo de viajes para familias con niños y adolescentes.

¿Desde qué edad se puede ir al Camino de Santiago?

La recomendación del experto es clara. No aconsejan hacer el Camino con niños menores de seis años. La razón es que por debajo de esa franja de edad, los pequeños prácticamente no van a caminar y los padres van a tener que empujar el carrito todo el rato.

A pesar de que en a lgunos tramos sí se puede avanzar con carrito, no sucede así en todos. Esto hace necesario llevar carritos especiales para senderismo que sean todoterreno y lleven amortiguación. “Aun así, hay algunas zonas que ni siquiera son accesibles para estos”, destaca el experto.

Si pensamos en edades superiores, un inconveniente en la adolescencia puede ser la falta de motivación para acompañar a los padres en esta aventura. “Los adolescentes se suelen preguntar qué clase de vacaciones son esas en las que hay que andar todo el rato, pero si se planifica bien luego se llevan una experiencia muy buena”, comenta.

¿Cuál es el camino más adecuado con niños?

A la hora de hacer el Camino de Santiago en familia, la mayoría de ellas se plantean el reto de  cubrir los últimos 100 kilómetros hasta Santiago de Compostela para ganar así la Compostela del peregrino.

Se puede hacer desde diversos puntos por el Camino inglés, el Camino francés y el Camino portugués. Si se viaja en familia, el consejo de Jon Vitoria es “ir por el Camino francés, ya que es el que tiene más infraestructura de alojamientos y restauración, que pueden permitirte acortar las etapas en un momento dado”, explica.

En segundo lugar para este recorrido con niños optaría por el Camino portugués y, en último lugar, por el Camino inglés.

¿Cuántas jornadas son las indicadas para ir en familia?

Teniendo en cuenta que hay que hacer unos 100 kilómetros en todo el viaje, desde El Camino en Familia apuntan a planificar seis días andando, como máximo.

Esto permite hacer etapas de unos 20 kilómetros. “Hay adolescentes que pueden hacer más, incluso 30 km al día, pero lo aconsejable es no superar demasiado los 20 kilómetros diarios”, destaca el especialista.

En la planificación de las jornadas no solo hay que tener en cuenta la capacidad física de los niños, sino el aburrimiento que pueden llegar a pasar caminando todos los días tantos kilómetros. Por eso, subraya la importancia de dos cuestiones a la hora de realizar este viaje en familia:

• Ir acompañados de otras familias. “Siempre es mejor que vayan dos o tres familias a que vaya una sola”. En este sentido, el grupo máximo de personas aconsejable estaría entre 25 y 40 “para crear un clima bueno y que puedan interactuar entre todos”.
• Hacer un viaje dinámico. “Hay que intentar que los niños vivan la experiencia como un campamento itinerante, donde haya una dinamización, juegos y explicaciones de lo que van viendo y recorriendo para que se les haga más ameno”.

Aunque la mayoría de las familias realizan el viaje en verano, los meses de septiembre y octubre también son muy adecuados, pues aún hay buen tiempo y menos gente.

Alojamiento y comidas para familias en el Camino de Santiago

Hace unos años, los peregrinos madrugaban bastante para hacer la etapa del día y conseguir alojamiento en un albergue, ya que había muchos menos que ahora. Sin embargo, en la actualidad, la oferta de lugares donde pernoctar y descansar es mucho más amplia, lo que no significa que se consiga plaza con facilidad.

“Nosotros recomendamos que las familias vayan con todos los alojamientos reservados con antelación. La demanda es tan alta que algunos reservan de un año para otro o cinco o seis meses antes”, advierte el coordinador de El Camino en Familia.

Las habitaciones pueden ser compartidas o individuales-familiares. Estas últimas son las que más escasean, pero las más adecuadas para ir con niños que pueden llevar un ritmo de descanso diferente al del resto de los peregrinos.

Con respecto a la comida, especialmente en el Camino francés hay opciones para tomar algo cada muy poco tiempo, por lo que cuando se viaja con niños ya no es necesario, si no se quiere, llevar alimentos encima, pues habrá posibilidades de parar en algún establecimiento de restauración.

Aspectos importantes de la logística para el Camino

Además de todo lo anterior, estas son las recomendaciones de Jon Vitoria para hacer el camino en familia:

• Minibotiquín. Con niños siempre es recomendable disponer de uno para limpiar pequeñas heridas que se puedan producir o atender imprevistos.
• Calcetines de repuesto. Aunque no llueva, los peregrinos pueden cruzar algún riachuelo o arroyo, o meter los pies para descansar, por lo que hay que llevar siempre encima algún par de más.
• Chubasquero o capa de agua. En Galicia el tiempo puede ser más inestable, por lo que hay que llevar, preferentemente, capa de agua o chubasquero para cubrirse en caso de lluvia.
• Cantimplora con agua. “A pesar de que en el Camino hay manantiales, para evitar problemas intestinales, aconsejamos que lleven agua en su cantimplora”.
• Coche de apoyo. Hay distintas empresas que ofrecen la posibilidad de trasladar el equipaje de alojamiento en alojamiento para no tener que cargar con él mientras se anda, pero “cuando se va con niños nosotros lo que hacemos es llevar un coche de apoyo para acompañar a las familias en el recorrido y que puedan recurrir a él en puntos de encuentro por si surge cualquier emergencia”, comenta el coordinador de El Camino en Familia.