Niño bañándose en la playa en verano.©AdobeStock

Verano

Qué hacer, paso a paso, si a tu hijo le pica una medusa

Muchos niños sufren en esta época las picaduras de muchos insectos y de las medusas, que asustan mucho más. Te contamos cómo puedes actuar

Playa y sol. Arena y mar. Todo suena idílico. En estos meses en los que disfrutamos de nuestras merecidas vacaciones, también hay cosas que nos molestan. Sí, sí, es posible. Las picaduras de insectos en general suelen ser incómodas y, en algunos casos, generan una reacción alérgica que llega a ser preocupante. Sobre todo, si la víctima del insecto en cuestión es un niño. O si, ese insecto no es un insecto en sí, si no una medusa. Y es que, ni grandes ni pequeños se libran de ellas y suponen un 40% de las urgencias pediátricas en esta época del año.

Aunque como apuntan los expertos, las picaduras más frecuentes, en la gran mayoría de los casos, “no suelen ser graves, sí que pueden ser potencialmente peligrosas”, como afirma el Dr.Javier Miranda, responsable de la Unidad de Pediatría de Vithas Castellón, Vithas Valencia Consuelo y Vithas Valencia 9 de Octubre. Mientras que las avispas, abejas y mosquitos “producen una reacción local, más o menos intensa, que no suele ser grave si no eres alérgico y no se ha producido una picadura múltiple”, el caso de las medusas es distinto. Al igual que con los escorpiones o las arañas, “la reacción es local, pero mucho más intensa y puede llegar a producir necrosis de los tejidos”. Además, “si la reacción pasa de ser local a sistémica, existe la posibilidad de desarrollar una anafilaxia”.

¿Cómo distinguir una picadura de medusa en la playa?

La verdad es que las picaduras de medusa se distinguen más bien por el contexto en el que se producen, pues aparecen inmediatamente después de un baño en la playa. La reacción urticarial es de tipo habón sobreelevado y puede tener forma de tentáculo alargado, aunque, por supuesto, puede ser de formas diferentes.

Se distinguen de las picaduras de mosquitos porque éstas suelen ser pequeñas, rojizas y con una discreta elevación. Producen, sobre todo, picor en la roncha circular u ovalada y a su alrededor. En el caso de las medusas, además de la mayor reacción inflamatoria que hemos citado, hay más dolor que picor.

Tratamiento en el caso de picadura de una medusa

El mejor tratamiento para la picadura de la medusa es la prevención. Debemos advertir a nuestros hijos de que no toquen ninguna si la ven en el agua, aunque parezca muerta o esté en la orilla, ya que liberan el mismo líquido urticante y provocan las mismas lesiones que si está completamente viva en el agua.

En el caso de que la picadura se haya producido, debes tener en cuenta:

  • No verter, bajo ningún caso, ni agua dulce ni amoniaco sobre la picadura. Si lo haces, lo único que vas a conseguir es que se libere aún más líquido urticante si queda algún resto de los tentáculos de la medusa en la piel. Tampoco vinagre u orina, dos grandes leyendas urbanas.
  • En su lugar, echa agua salada o, si tenemos a mano, suero fisiológico y, con ayuda de unas pinzas, retira los tentáculos que hayan podido quedar adheridos a la piel.
  • Como segundo paso, debes desinfectar la zona con un antiséptico.
  • Aplicar una bolsa de plástico con hielo sobre la zona durante 10 o 15 minutos.
  • Y, para aliviar el dolor, que puede ser bastante intenso, utilizar paracetamol o ibuprofeno.
  • Si existe un picor intenso, puedes utilizar un antihistamínico. Nunca debemos rascar la zona.

¿Y cómo averiguo que no es una picadura grave?

Una de las dudas que más os surgirán si a vuestro hijo le pica una medusa es si es algo grave o no y, en su caso, cuándo deberíais acudir a un médico. Para averiguarlo, lo que tienes que hacer es observar los síntomas que estas picaduras producen.