Recién nacido en los brazos de su madre.©AdobeStock

Recién nacido

La importancia del primer contacto ‘piel con piel’

Tanto para el recién nacido como para la madre, puede convertirse en un momento que marque la diferencia en los primeros momentos de vida.

Lo habitual en muchos hospitales, cuando se produce un parto, es dejar que el recién nacido repose un rato sobre el vientre materno. El tiempo recomendado es de, al menos, dos horas. Y hablamos de tiempo recomendado porque, hace no demasiado, organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o UNICEF comenzaron a entender la idea del contacto piel con piel (CPP) como una práctica casi indispensable.

Por eso, hemos querido hablar con Benita Martínez, matrona y secretaria de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME), para que nos explique en qué consiste y cuáles son los beneficios de esta técnica.

¿Qué es el contacto piel con piel (CPP)?

El contacto piel con piel es una técnica bastante sencilla que consiste en colocar al recién nacido en contacto directo con la piel de la madre inmediatamente después al parto. Además, cuanta mayor superficie de piel, mejor.

Pero, ¿por qué es tan importante? Porque, según la especialista, “es el órgano más extenso y que más información emocional da a nuestro cerebro (humedad, calor, caricias, etc.) y, desde momentos muy incipientes durante el embarazo, cuando estamos dentro de nuestra madre, se convierte en un aspecto vital”. Por eso, cuando por fin nace nuestro bebé, ese apego es no solo importante, sino necesario. Como dice la matrona, “es un momento que a todos los mamíferos sin distinción nos acompaña desde el inicio de los tiempos”.

Es un momento fundamental para que, como bebés, reconozcamos a nuestra madre, para la que nacemos con los ojos bien abiertos y el olfato a punto. Así, ese primer contacto piel con piel “nos vuelve a fusionar, nos contamina con las bacterias de su cuerpo y nos ofrecerá alimento para darnos inmunidad”. Una inmunidad que necesitaremos durante toda nuestra vida y que será la mejor barrera protectora frente a posibles enfermedades.

Beneficios del primer contacto piel con piel

Si conseguimos tener este momento, el recién nacido disfrutará, como asegura la matrona, “de una separación progresiva en la llegada al exterior, fuera de luces brillantes, de manipulaciones innecesarias y de contacto con personas ajenas y brazos extraños”. Y es que, “este es el momento de comenzar con esa confianza hacia quien nos acoge, nos da calor (la madre sube la temperatura en los grados que el bebé necesita para que no tenga frío), nos enseña eso que llamamos apego y seguridad, tan importante para el desarrollo equilibrado de la personalidad de los seres humanos durante toda su vida”.

Y es justamente en ese momento en el que un bebé es más receptivo y, como consecuencia, se conseguirán los máximos beneficios, tanto para el bebé como para la madre. Por ejemplo:

  • Que el bebé se enganche antes al pecho, porque tiene un reflejo de succión muy fuerte que puede garantizar la evolución de una mejor lactancia.
  • Aunque las madres se decidan por una lactancia artificial, como advierte Benita Martínez, “este momento puede ser bueno también para ellos, porque pueden adquirir el calostro de esas primeras horas que tapiza su intestino y los protege”.
  • Para la madre, que durante el embarazo fue haciéndose una idea clara de la cercanía con su bebé, el esfuerzo tras la dilatación y el parto viene agradecido, sin duda, por ese “sentir el fruto de su esfuerzo, se relaja al ver a su bebé cerca y la empodera al ver que ha traído una nueva vida al mundo”, como afirma la experta.
  • Además, la primera succión que realiza el bebé hace que se libere oxitocina endógena del propio cuerpo de la mujer, que le ayuda al desprendimiento y expulsión de la placenta.
  • El movimiento de las piernas del bebé en estos primeros momentos da también un masaje al útero materno que le ayudará a contraerse antes y mejor, evitando así posibles hemorragias de postparto.

Por todo esto, en muchos hospitales ya no separan al bebé de su madre en esos primeros momentos. Son precisamente las matronas las encargadas de poner en práctica este tipo de técnicas, mucho más amables con el recién nacido y su madre. Es más, tienes que saber que existe un llamado Plan de parto, cada vez más extendido, en el que tanto el padre como la madre contemplan las opciones que existen a la hora de ser atendidos por los médicos y matronas. Y este primer contacto piel con piel está contemplado.