Era el día con el que llevaban soñando Alejandra Navarro y Carlos Fuente desde que hace un año se comprometieran en la playa de Comporta con un bonito atardecer y el océano Atlántico como testigos. Ahora, rodeados de sus familiares y amigos, han contraído matrimonio en un escenario único, la Basílica de San Martín de Mondoñedo, en el municipio gallego de Foz, considerada la catedral más antigua de España. Un rincón con mucho significado para ellos, que los conecta con sus raíces gallegas.
La creadora de contenido ha apostado para su look nupcial por un diseño de aire romántico con mucho significado, que refleja a la perfección su estilo y su gusto por la moda y que dice mucho de su historia familiar; para ello ha confiado en el atelier de Marta Martí.
Se trata de un vestido hecho a medida compuesto por un corsé asimétrico trabajado artesanalmente por piezas, como un puzle, a partir de distintos tejidos propios, algunos plisados, otros en encaje, con algún detalle en rosa y antiguos bordados de su abuela.
Va combinado con una falda con vuelo de muselina y un velo tipo casquete muy especial, creado también a partir de un tejido familiar.
Como joyas ha lucido, además de su anillo de pedida, dos piezas de Leandra. Unos pendientes de la colección Pine realizados en oro amarillo de 18 quilates con diamantes talla brillante; y una sortija de la colección Constellation realizada en oro amarillo de 18 quilates, rodeada en negro con diamantes talla brillante.
De su beauty look se ha encargado Inés Castaños. Ha apostado por un maquillaje muy natural, en tonos tierra, y el pelo suelto, como siempre lo suele llevar Alejandra, adornado por unas pequeñas trencitas deshechas.
Tras el 'sí, quiero', los recién casados y sus casi 300 invitados se trasladaron a la casa de los padres de Alejandra en Ribadeo, un rincón entre montañas donde ella siempre soñó festejar su boda y donde ha puesto el broche de oro a sus 12 años de noviazgo.