En el universo nupcial, los pendientes vintage han emergido como auténticas joyas de culto, conquistando no solo a novias que buscan un look con personalidad y encanto, sino también a miles de seguidores en redes sociales, donde estas piezas únicas acumulan 'me gustas' y se agotan enseguida en los perfiles de las principales firmas expertas. De inspiración victoriana, art déco, años 50 o incluso con un aire bohemio setentero, los pendientes de otras épocas tienen la capacidad de aportar historia, estilo y un acabado mucho más lujoso al conjunto nupcial. Pero, elegir el par perfecto va mucho más allá del gusto personal: requiere de tener en cuenta los rasgos del rostro, el tipo de escote, el peinado, la estética general de la boda e incluso la carga emocional que puede tener una joya heredada. En este artículo te guiamos para descubrir cómo combinarlos para conseguir el mejor resultado.

1. De herencia familiar
Es más que habitual que los pendientes vintage pertenezcan a la familia o al entorno de la novia. Son muchas las que optan por esta joya como su 'algo prestado' para el gran día. Estas piezas, que pertenecen al joyero familiar, están repletas de simbolismo, normalmente han pasado de generación en generación y las han llevado otras mujeres de la familia en sus enlaces. Esto hace que escoger una joya de estas características no sea únicamente reflejo del buen gusto de la protagonista de la boda, sino que forma parte de una tradición con gran relevancia en su vida. "Posiblemente, tu madre o tu abuela también los lucieron el día de su boda. Y esto te marca, te enorgullece”, reconocían los joyeros de Abrines.

2. Adquiridos para la ocasión
En otros casos, la novia es una gran amante de la joyería antigua, en concreto de la vintage y en vez de adquirir una pieza nueva apuesta por acceder a unos pendientes de segunda mano. Más allá de la opción de alquiler que ofrecen algunas de las joyerías más reputadas de España, la mayoría se hace con este tipo de piezas que ya forman parte de su joyero para ocasiones especiales e incluso muchas se animan a llevarlas a diario. Una inversión que puede hacerse en reconocidas joyerías especializadas en nuestro país, que en los últimos años han visto incrementadas sus ventas, gracias al éxito de lo vintage en el sector nupcial. "El hecho de que la joya antigua se esté popularizando, hace que aumente su demanda y hemos notado una subida en los precios estos últimos tres años bastante significativa. Al fin y al cabo el número de piezas antiguas es limitado y jugamos con la rotación de las piezas", aseguraban desde Del Páramo Vintage.

3. La época determina los estilos
El abanico de pendientes vintage para novias es muy amplio, por lo que no todos los diseños emplean los mismos materiales y gemas y tampoco encajan con todo tipo de vestidos de novia. Entenderlo es más sencillo con las palabras que nos concedían desde Ansorena: "La diferencia parte del diseño, el metal, las gemas… en las joyas vintage (lo que entendemos por piezas desde cerca de 1920 hasta los años 70). En 1850 y hasta 1900 se usaba el oro amarillo con vistas en plata, a partir del 1900 se solía utilizar platino. La joya reina por excelencia era el diamante, tallado en old cut o talla antigua, al igual que las gemas orgánicas (coral, turquesa o piedras duras como ónix o ágata)”, apuntaba.

4. El tipo de rostro influye en la elección
Los pendientes vintage, al igual que cualquier otra joya, son piezas que aportan luz al rostro y conviene considerar estilo y diseñó a elegir para que, además, también sumen al estilismo, logrando un bonito equilibrio. En consecuencia, cada tipo de rostro podrá optar por una pieza diferente porque haciendo la lección correcta se potenciarán y se estilizarán las facciones de la novia. Por ejemplo, los rostros cuadrados pueden optar por diseños de tipo lágrima o con formas curvadas, que lograrán una armonía visual, al equilibrarlo estéticamente. Los pendientes largos y más rectos son perfectos, por ejemplo, para las caras más redondeadas, pues equilibran las formas y logran crear favorecedoras líneas faciales.

5. Combina el peinado con los pendientes
¿De qué depende que unos pendientes resalten más o menos dentro de un look? Pues, más allá de los elementos que compongan es estilismo y los tejidos que se empleen en su creación, el peinado será determinante, porque tiene la llave del rostro, dado que puede despejarlo más, crear contrastes o darle volumen con la melena. Por eso a la hora de escoger el look de belleza se deben tener muy presentes los pendientes que se llevarán, porque unos diseños muy discretos, con el pelo suelto, no dirán nada y pasará desapercibida, mientras que una apuesta muy llamativa, permitirá llevar la melena al aire y que se sigan distinguiendo las joyas.

6. Ten en cuenta el tipo de escote
A la hora de escoger los pendientes, no vale con tener en cuenta únicamente los propios gustos de la novia y aquello que le favorece más al rostro, sino que también hay que considerar un tercer factor, que es el tipo de escote que llevarán en el gran día. Algunos pendientes vintage son más apropiados para lucir con un tipo de escote que con otro. Ante la duda compensa escoger un diseño de tamaño medio, ni demasiado grande ni excesivamente pequeño, puesto que pasarían muy desapercibidos dentro de un look tan importante.

7. Puedes llevarlos con o sin velo
Los pendientes suelen ser joyas que no necesariamente son llamativas, pero sí que suelen captar la atención dentro del look de novia. La novia tendrá que estudiar cuánto protagonismo quiere dar a estas piezas dentro del estilismo, para elegir, en consecuencia, si lo lleva con o sin velo y también con qué tipo de velo. La realidad es que, en algunos casos, un velo excesivamente tupido o uno con un acabado rústico (que emplea tejidos que no sea semejan al tul) pueden eclipsar en parte a esta joya. También es cierto que el velo es un complemento que se utiliza, por lo general, durante la ceremonia, por lo que la novia no tiene por qué renunciar a este accesorio en favor de los pendientes, dado que más adelante podrá retirar el velo y presumir de ellos a partir del banquete.

8. El estilo de boda será determinante
Precisamente porque cada década del pasado siglo ha marcado un estilo distinto de lo que joyería y orfebrería se refiere, existen numerosos pendientes vintage que casan con estilos diferentes. Como sucede con cualquier otro complemento, la novia tendrá que tener muy presente qué tipo de boda desea celebrar y qué estilo de vestido llevará en su gran día. Un diseño más bohemio invita a llevar joyas más sorprendentes, mientras que o un look clásico encajaría a la perfección con piezas en las que los diamantes sean los protagonistas.

9. Pendientes vintage + tiara
Una de las fórmulas de estilo favoritas de las novias más tradicionales es la que combina unos pendientes vintage con una tiara. A veces, los pendientes se adquieren para la ocasión de manera que combinen con una tiara familiar, en otros escenarios, la combinación de ambas joyas es un conjunto que ha ido pasando de generación en generación y que ahora la prometida tiene la oportunidad de llevar por primera vez. En los últimos casos, la novia cuenta con los pendientes vintage, bien porque son de algún ser querido o propios o bien porque los ha adquirido para su gran día, y les suma una tiara de alquiler, a la que accederá solo para esta ocasión.

10. Cómo casarlo con gargantillas y collares, la gran tendencia
En 2024 y también en 2025 las gargantillas y los collares han cogido fuerza entre las novias. Estos accesorios exigen escotes que dejen el cuello descubierto o muestran las clavículas y han de combinar con los pendientes que se escojan (como puede suceder con otras creaciones de joyería, como el anillo de compromiso). Si el choker en cuestión goza de un gran tamaño o es especialmente llamativo, hay que equilibrar fuerzas y, por tanto, decantarse por unos pendientes algo más discretos. Por el contrario, si el foco de atención quiere ponerse en los pendientes, lo que se lleve al cuello ha de ser sutil y deberá ganar una ligera nota de atención, pero no tratar de eclipsar a la otra joya.

11. La importancia de su conservación
Antes de la boda, durante y después del gran día, la novia debe ser consciente de que lleva puesta una joya con décadas de historia. Esto supone que deba tener especial cuidado, pues su material puede estar algo más deteriorado o envejecer con mayor facilidad. Para su correcta conservación conviene consultar a los expertos y también optar por las reparaciones cuando sea necesario. Tratamientos de profesionales que hacen el efecto de una restauración (como si de una obra de arte se tratara) y logran resultados impresionantes, pues consiguen que la pieza parezca nueva.

12. Una pieza no fabricada en serie
Cuando la novia busca remarcar su personalidad y ser diferente, los pendientes vintage son los mejores aliados, no en vano estamos ante creaciones con alta exclusividad. Nos lo explicaban así desde Joyas Antiguas Sardinero: "Suelen ser piezas especiales y únicas y no fabricadas en serie, lo que hace que cada novia pueda encontrar los suyos para ese día tan señalado". Con esta joya no hay que temer a encontrar una pieza igual en un entorno cercano, pues de cada par solían fabricarse pocas unidades.