Palabra de experto: estos son los mejores meses para celebrar tu boda en 2021

Como siempre, los meses de primavera y verano son los más demandados, pero hay más opciones, tal y como nos explican Priscila Llorens, Medems, Lalablu y Alfardos

Por Estrella Albendea

2020 ha sido un año de acontecimientos inesperados y de decisiones difíciles para quienes pensaban en celebrar su boda. Las parejas que se casaban este año, a partir de marzo, se vieron obligadas a cambiar sus planes y elegir una de las dos vías posibles: mantener, o aplazar el enlace a un poco más adelante, o cancelarlo y fijar nueva fecha en 2021. Quienes escogieron la primera opción tuvieron que seguir unas estrictas medidas y reducir su lista de invitados hasta conseguir cifras propias de una ceremonia íntima, muchos de ellos con ánimo de repetir una segunda fiesta con todos los que no estuvieron. Quienes optaron por la segunda solución se encuentran en estos momentos organizando todo para poder darse el ‘sí, quiero’ y cuentan con la esperanza de no tener que hacer modificaciones de última hora. Sin embargo, para muchos novios, la incertidumbre sigue ahí y no están seguros de si su gran día podrá llegar a buen puerto tal y como ellos imaginan. Nadie mejor que los expertos en la materia para contarnos qué fechas son las mejores para casarse y resolver las dudas que se plantean en torno a este debate.

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El buen tiempo, el factor determinante

“En España, la temporada alta de bodas en un año normal va desde el mes de mayo hasta finales del mes de septiembre (excluyendo el mes de agosto ya que la mayoría de los invitados están de vacaciones)”. Lo cuenta la wedding planner Priscila Llorens, que está detrás de algunas de las bodas más maravillosas de los últimos años y que en 2020 ha celebrado enlaces en la llamada ‘nueva normalidad’. “Los españoles eludimos casarnos en invierno para evitar el frío y la lluvia, más propio de estos meses. Así que, con el frío, llega la temporada baja y desciende considerablemente la demanda”. A estas decisiones tradicionalmente seguidas por las parejas de nuestro país, hay que sumarles la de casarse en sábado, por las facilidades que ofrece.

En 2021 todo indica que las parejas se han mantenido firmes en esa perspectiva. “La pandemia no ha cambiado las preferencias de meses para casarse, al contrario, creo que ha reafirmado la tendencia natural que ya existía respecto a las bodas celebradas en primavera y verano. En este sentido pensamos que las bodas van a empezar a volver a la normalidad a partir del mes de mayo y se dará la estacionalidad habitual en el período comprendido de mayo a septiembre o como mucho octubre”. Quien explica hacia dónde se dirige el mercado es Nuria Fernández, fundadora y directora de LalaBlu, un equipo de wedding planners que lleva en activo desde 2012. Y continúa: "El anuncio de la vacuna para principios de este año, así como la experiencia de verano 'tranquilo y sin demasiadas complicaciones’, durante 2020, ha animado a que las parejas vuelvan a replantearse casarse o decidan hacerlo durante la primavera y verano del 2021”.

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Prueba de ello, es la agenda de Catering Alfardos, afincado en el sur, que, como expone Rosario Rodríguez, propietaria y directora creativa de la emblemática empresa, “sigue mostrando que los meses más demandados son los de primavera, verano y otoño”. Coinciden con ellos Luis González-Mesones y Michel de Fuentes, socios directores de Medems Catering, que destacan que los meses de junio, julio y septiembre son los preferidos de las parejas. Y hablan, además, de un nuevo movimiento: “Se da un fenómeno interesante desde hace cinco años: debido a los calores sufridos durante el mes de julio, que tradicionalmente siempre ha sido el mes de mayor concentración de bodas del año, dicho mes ha sido eclipsado en favor del otoño, hasta incluirse el mes de diciembre”. Lo que, apuntan, ha generado un efecto llamada e imitación entre otros novios, por lo que han aumentado el número de peticiones de estos meses.

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Las dificultades de la elección de fecha en 2021

Sin embargo, a ojos de Priscila, esto tiene un gran inconveniente: no hay hueco para todos. “Para el año 2021, las parejas en la primera visita piden los meses de calor, pero el gran problema es que no hay disponibilidad. Al final son cuatro meses dónde se concentran todas las bodas y es muy difícil si vamos con un año de retraso por todas las bodas pospuestas del 2020”. No obstante, las parejas están siendo comprensivas y saben que deben escoger entre los meses restantes.

Desde Lalablu definen 2021 como un año de overbooking y aconsejan flexibilidad a los novios. Además, los enlaces de otoño e invierno tienen mucho encanto, como la propia Nuria argumenta: “Nosotras somos unas fieles defensoras de las bodas otoñales e invernales, por la magia que desprenden y también por las ventajas, descuentos y facilidades de disponibilidad de profesionales. Recomendamos que se replanteen elegir la primavera temprana y el otoño para casarse”. Eso sí, siempre con la ayuda de expertos en organización, que facilitarán el trabajo y evitarán disgustos a la pareja.

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Principios de primavera y otoño: fechas menos solicitadas y muy agradables

Mayo y Octubre son dos meses en los que en Madrid tenemos una temperatura menos extrema y al mediodía podemos aprovechar, en los espacios con exteriores, una temperatura muy agradable”. En Medems tienen claro que hay alternativas al verano y todo es cuestión de adaptarse. Del mismo modo, Alfardos habla de la belleza de los eventos en Andalucía en meses como marzo y diciembre. Lo corrobora Priscila Llorens: “La mayoría de las bodas del 2020 se han pospuesto a viernes, sábados y vísperas de primavera y verano del 2021 por lo que deja disponible a nuevas parejas que se prometen los meses de marzo, abril, agosto, octubre, noviembre y diciembre. La hora de la boda se ha cambiado a boda de día, sobre todo por si el año que viene sigue en vigor el toque de queda. Así las parejas pueden disfrutar más y a los invitados les da tiempo a volver a su casa”, confirma.

Las medidas influyen en la decisión

Las medidas se vuelven especialmente importantes en celebraciones multitudinarias como una boda e influyen en la decisión sobre la fecha. En Medems Catering conocen las dificultades que supone organizar un enlace en estos momentos, por eso contemplan dos escenarios en relación a la situación sanitaria, aplican cada recomendación en función a ello y lo más importante: “hemos flexibilizado al máximo las condiciones de anulación y cambio de fecha en apoyo a los novios, dadas las circunstancias de constante incertidumbre”.

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No cabe duda de que la situación ha impuesto un modelo de boda preferida: al aire libre y de día. “La celebración en exteriores siempre dentro de lo posible, da tranquilidad a los clientes”, aseguran en Alfardos. La anécdota que nos cuenta Priscila hace intuir que este será el fenómeno del año por excelencia: “Prácticamente todos los novios nos piden espacios grandes para un mayor aforo (por si restringen al 50%), fuera de las ciudades, rodeados de naturaleza y que se pueda celebrar todo al aire libre”. Ello ha obligado a que algunos novios, normalmente muy jóvenes, opten por trasladar su celebración a 2022 para estar más tranquilos, poder hacerla en el lugar que quieren, junto al mayor número de invitados posible y el día que verdaderamente desean. 

Por otro lado, el tema clave que más preocupa a los futuros recién casados es el de los contratos con los proveedores, más concretamente la cláusula del COVID-19 que debe estar muy bien detallada, para evitar sorpresas, según nos explica Priscila Llorens. “Tenemos que ser claros desde el principio, e informar de la realidad de cómo podría ser el evento en función de las circunstancias. Hemos realizado bodas en 2020 que, cumpliendo todas las medidas sanitarias contra la COVID, han resultado un éxito absoluto”, apuntan Luís González-Mesones y Michel de Fuentes, de Medems Catering. 

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¿Qué esperar de las bodas de 2021?

De cara a los próximos meses, los expertos recomiendan tranquilidad, resiliencia y adaptación al cambio, porque las previsiones son buenas, pero hasta última hora no se puede confirmar nada, dadas las circunstancias. “Aconsejamos ser muy positivos, tener capacidad de adaptarse, vivir la ilusión y alegría de organizar ese día, que por seguro será único en sus vidas y combinar realismo y creatividad en uno, que en nuestro caso siempre posible”, afirman desde Alfardos. 

Las últimas noticias conducen a un panorama algo más positivo y eso anima a Priscila Llorens: “Es un escenario que genera mucha incertidumbre, pero con la gran noticia de la vacuna, a partir de finales de enero de 2021 poco a poco irá a mejor y esperemos llegar a una nueva normalidad que nos permita celebrar bodas. Seguro que seguirán existiendo medidas hasta el 2022, pero espero que sean un poco más flexibles y que todas las parejas puedan celebrar su amor tal y cómo se merecen”. 

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Los 30 años de experiencia de Medems les permiten afirmar que los novios pueden estar tranquilos, porque “hemos aprendido a adaptarnos a cada una de las situaciones que nos hemos ido encontrando y hemos aplicado soluciones a cada una de ellas”. Aunque, es importante, dicen, aceptar de buen grado los cambios y medidas de última hora. Por esto último apuesta también Nuria, de Lalablu y, además, reconoce que con amor y buenos profesionales todo se podrá celebrar. “Tal vez eventos de tipo más boutique, menos multitudinarios, pero en donde el ingenio, la autenticidad y los detalles lo llenen todo por completo”. Porque “seguirá siendo un día que no olvidarán jamás, haya 300 o 20 invitados. Palabra de wedding planner”.