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La aristocracia se ha dado cita este sábado en Sevilla para asistir a una de las bodas del año. Casilda Medina Conradi, nieta de la desaparecida duquesa de Medinaceli e hija del fallecido Luis Medina y Fernández de Córdoba, se ha casado con su novio desde hace tres años, Ignacio de Loyola Crespí de Valldaura de Gonzalo. A partir de la una de la tarde, los cerca de 400 invitados ilustres a la ceremonia comenzaban a entrar en la iglesia de San Esteban en la que se celebra el enlace, que ha conseguido reunir a lo más granado de la aristocracia hispalense.
Amigos y familiares han acompañado a la pareja en el día más feliz y especial de sus vidas. Entre ellos no han faltado su tía política Naty Abascal, que ha acudido con un colorido diseño y un tocado azul, ni sus dos hijos, Rafael y Luis Medina. Los tres han estado al lado de Casilda en los momentos más importantes, como cuando en febrero de 2011 falleció su progenitor. No es de extrañar entonces que Rafel Medina haya ejercido de orgulloso padrino y haya sido el encargado de llevar a su prima al altar.
También ha acudido Laura Vecino con sus dos hijos mellizos, Rafael y Laura, fruto de su matrimonio con Rafael Medina. Los dos pequeños han ejercido de pajes del cortejo nupcial. La joven escogía para la ocasión un elegante diseño de Chloe que recuerda al lucido por la Duquesa de Cambridge en la boda de su hermana. Ha completado el estilismo con un espectacular tocado negro.
Uno de los primeros en llegar al lugar del enlace ha sido precisamente Ignacio de Loyola. Lo ha hecho acompañado de su madre, Belén de Gonzalo, que ha ejercido de madrina. El joven procede también de una familia ilustre, como Casilda Medina. En concreto, es nieto del difunto marqués de Musey y descendiente del conde de Orgaz.
Según ha podido saber Hola.com, la ceremonia religiosa ha dado comienzo con el Canon de Pachelbel , mientras que el canto de entrada ha sido Crown my Heart. La Agrupación Coral Portuense, dirigida por Millán Alegre, se encargaba de poner música a toda la celebración eucarística.
Tras la ceremonia religiosa, los contrayentes, ya convertidos en marido y mujer, se han desplazado hasta la Casa de Pilatos, propiedad de la familia de la novia, para disfrutar del banquete que permite entroncar a las dos familias nobiliarias. El lugar elegido para la celebración es un impresionante palacio del siglo XV propiedad de la Casa Ducal de Medinaceli.
La pareja, además de compartir origen ilustre, también hace lo propio con el trabajo, ya que Casilda Medina, que estudió Diseño de Moda y realizó un Master en la misma disciplina, cuenta con su propia firma de complementos especializada en corbatas y pañueños de seda. Es, precisamente, su desde hoy marido quien se encarga de gestionar las redes sociales de la empresa de la joven. Asimismo, ejerce de community manager del grupo inmobiliario House Hunting, de auditor de cuentas junior en Valldaura & Asociados y como comercial en Wake Up Formación.
Además de las felicitaciones pertinentes por su recién estrenado matirmonio, los novios han recibido de parte de sus invitados una serie de regalos entre los que se encuentran algunos de lo más original, como un carrito de golf de 132 euros, un juego de albornoces, un Apple Watch o una cámara de vino valorada en 259 euros. Aunque no han sido los únicos obsequios con los que Casilda y su pareja han sido agasajados. La hermana de la novia, Victoria Francisca, le cedió recientemente el título de Marquesa de Solera, tal y como consta en el Boletín Oficial del Estado.
Hace dos meses, coincidiendo con la cesión del título, Ignacio de Loyola y Casilda tenía otro motivo de celebración. El novio le había entregado una sortija con una esmeralda para pedirle matrimonio y ambos decidieron compartir con sus familias y amigos la tradicional pedida de mano, que tuvo lugar en la capital hispalense y que se alargó durante todo el fin de semana.
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