Con paso firme, la top española Clara Alonso se encargaba ayer de abrir el desfile con la colección 2016 de Rosa Clará, el primero en esta edición de la Barcelona Bridal Week -que está concentrando bastante atención en la Ciudad Condal: el certamen celebra este año su 25º aniversario-, inaugurando lo que ya es toda una tradicion en la bridal week española: que la noche del martes se destine exclusivamente a la firma española.
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La popularidad de Rosa Clará adelantaba ya desde por la tarde dos nombres de oro en su casting: junto a Alonso, la modelo Lara Lieto, de larguísima melena, y que mantiene una relación con el actor Adrien Brody. También el front-row, donde acostumbramos a ver a un buen número de caras famosas, y que en esta ocasión sentaba en primera línea y a pie de catwalk a las parejas de varios jugadores del Barcelona, como la mujer de Lionel Messi, Antonella Roccuzzo, además de Daniela Semaan, novia de Cesc Fábregas, las dos protagonistas del baby boom del club después de anunciarse sus respectivos embarazos; también Núria Cunillera, pareja de Xavi Hernández, y Elena Galera, de Sergio Busquets, además de las actrices Marta Torné y Esmeralda Moya, Amelia Bono y la modelo Helen Lindes.
Los flashes de los fotógrafos y el revuelo previo al sitting del desfile no conseguían ensombrecer ni por un segundo la que ha sido una de las colecciones más chic de Rosa Clará hasta la fecha, abriendo primero con una pequeña selección de vestidos de inspiración helénica, con texturas y líneas fluidas, drapeados que se cruzan sobre el cuerpo y caen ligeros hasta los pies, y detalles de bordados de pedrería. Los escotes se cierran en torno al cuello, tipo barco o caja en su mayoría, alternando la manguita corta o francesa con algún que otro look strapless, la manga asimétrica y sobre todo el escote ilusión, con mallas finísimas, casi invisibles, que en ocasiones se bordan con encajes que hacen el efecto de un tatuaje sobre la piel.
La segunda línea de la colección 2016 de Rosa Clará recupera las faldas con volumen, la novia clásica, una tendencia que viene pisando fuerte desde principios de año, que se convertía en un boom en Nueva York, y que se respera reaparezca estos días en Barcelona. Las líneas recuerdan a las crinolinas de estilo victoriano adaptadas al siglo XXI, con faldas de tejidos ligeros combinadas con tops de punto (Rosa Clará es una experta en hacer de la camiseta un look nupcial, apostando en anteriores ocasiones por el vestido de novia t-shirt; el jersey de punto, además, ya hacía de las suyas en el terreno de las novias el año paado, después de que Olivia Palermo se casase con uno de Carolina Herrera), además de numerosas blusas, crop-tops y camisas de encaje que se ciñen a la cintura con un cinturón ancho.
Looks destacados: un vestido dos piezas con falda con cola, estrecha y fluida, y top con botones y bordados de cristal en los puños, muy a lo Cocó Chanel; tres vestidos con detalles brocados blanco sobre blanco, con falda abombada, cola y bolsillos; la amplísima falda de tul, una de las tendencias de novia más buscadas de 2015; y los dos únicos vestidos cortos del desfile, uno con falda volada de largo midi y otro corto con cola desmontable, encargado de cerrar el desfile y también en la figura de Clara Alonso.
TENDENCIAS: corte helénico, novia clásica, vestido camisero o t-shirt, de aire años 80.
TEJIDOS: brocados de seda, encajes creados en telares antiguos, crepes, muselinas, georgettes, mikados y organzas.
'BEAUTY LOOK': corona trenzada estilo 'Artemisa' que despeja completamente el rostro y el cuello, con diadema de flores trasera y ligeramente colocada hacia un lado.
