Exclusiva: Julio Iglesias Jr., en su exótica casa de Miami

Por hola.com
INEVITABLE COMPARACIÓN
—Lo primero que van a hacer todos es compararte con tu hermano Enrique. ¿Eres consciente de ello? ¿Te preocupa?
—No me preocupa nada, y ya lo tengo asumido de antemano, es normal que quieran comparar. Pero mi hermano y yo tenemos estilos completamente diferentes. Yo soy más «rockero», mi sonido es muy distinto. También comparan a mi hermano y a mi padre, cosas que tampoco tiene mucho sentido. Sus edades son diferentes, y su música, diferente también. Creo que cada uno de nosotros tenemos un estilo muy definido y, a la vez, muy distinto.
—¿Cómo es tu relación con Enrique?
—Como la de dos hermanos cualesquiera...que se lleven bien, se entiende. Nosotros nos llevamos bien, hablamos mucho, nos vemos de vez en cuando, no tanto como quisiéramos, porque los dos estamos muy liados con nuestros respectivos trabajos. Pero nuestra relación, repito, es buena. Incluso bastante buena, diría yo.
—¿Sientes que haya competencia entre vosotros?
—No entiendo que pueda verse así la cosa. Igual que yo le deseo lo mejor a Enrique y estoy feliz y orgulloso de cómo le ha ido, supongo que a él le pasará igual conmigo.
—¿Qué te dice tu hermana Chábeli?
—Mi hermana es mi «fan» número uno. Le encanta mi música y siempre me anima a que continúe hacia adelante.
—¿Ves a tu sobrino Alejandro? ¿Cómo le encuentras?
—Le encuentro muy bien, muy gracioso. Cada vez que le veo está más grande. Por cierto, le menciono en los créditos de mi disco.
—Y cuando ves a tu sobrino..., ¿no te entran ganas de tener tus propios hijos?
—¡No! —exclama muy convencido —. ¡Tengo tanto que hacer todavía! Sé que eso llegará algún día, si Dios quiere. Pero, de momento, no está en mis planes.
JUNTO A IVETTE
—Aún continúa a tu lado Ivette, tu novia. Lleváis juntos ya casi tres años. ¿Qué opina ella de todo eso?
—Ivette es una compañera estupenda. Ella entiende que ahora mi prioridad sea mi música y me apoya. De hecho, me ayuda a tomar decisiones y me aconseja bien. Estamos bien como estamos, llevamos tres años juntos y, de momento, no nos planteamos qué vamos a hacer con nuestro futuro.