9/9Después de conseguir hacer un icono del "little black dress", del traje de tweed y del bolso acolchado (el famoso 2.55), Coco Chanel creó unos zapatos bicolores a los que llamó "el último toque de elegancia". Cinco décadas después, los conocidos como "slingback" o escarpines vuelven a ser un tótem del buen gusto y la comodidad.
"Puedes salir por la mañana y llevar (los zapatos) beige y negros, puedes ir a una comida con los beige y negros, y puedes asistir a una fiesta en beige y negro. ¡Estás vestida para todo el día!". Con estas palabras, madmoiselle Chanel hacía alusión a su nueva creación y también a la búsqueda de la versatilidad que comenzaban a demandar las mujeres.
Cuando los diseñó, además, pensó en un detalle que favorecería el pie femenino: la puntera negra no es casualidad, es más bien un truco visual que estiliza y hace parecer el pie más fino.
Después de conseguir hacer un icono del "little black dress", del traje de tweed y del bolso acolchado (el famoso 2.55), Coco Chanel creó unos zapatos bicolores a los que llamó "el último toque de elegancia". Cinco décadas después, los conocidos como "slingback" o escarpines vuelven a ser un tótem del buen gusto y la comodidad.
"Puedes salir por la mañana y llevar (los zapatos) beige y negros, puedes ir a una comida con los beige y negros, y puedes asistir a una fiesta en beige y negro. ¡Estás vestida para todo el día!". Con estas palabras, madmoiselle Chanel hacía alusión a su nueva creación y también a la búsqueda de la versatilidad que comenzaban a demandar las mujeres.
Cuando los diseñó, además, pensó en un detalle que favorecería el pie femenino: la puntera negra no es casualidad, es más bien un truco visual que estiliza y hace parecer el pie más fino.