Cada primer domingo de mayo, acontece el mayor despliegue de moda de Nueva York con motivo de la Gala MET. En su edición de 2022, bajo la temática de la Edad del Glamour Dorado (1870-1890), fuimos testigos del debut de Lila Moss con su madre o del posado de Kim Kardashian con un vestido de Marilyn Monroe. Ahora surgen más detalles e imágenes de los anecdóticos looks que son noticia.
Los secretos de los estilismos de la Gala MET
"Quería hacer algo que reflejase su personalidad, pero que también encajase en el tema... Detalles como el corsé de metal en la espala, ella les da vida", así se refirió el diseñador Matthew M. Williams al look de alta costura de Givenchy que ideó para su musa, la cantante Rosalía.
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Teyana Taylor y Winnie Harlow fueron dos de las grandes estrellas de la noche y no solo por sus vestidos futuristas de impresión 3D, sello distintivo de Iris Van Herpen, sino también por los tocados fantasía de la misma firma que adornaban sus cabezas, hechos con extensiones metálicas y materiales reciclados.
Como es habitual, Bad Bunny rechazó los lineamientos propios de la indumentaria masculina en su elección de complementos. Conjuntó su vestido beige estilo trench de mangas abullonadas, firmado por Burberry, con un elaborado peinado recogido, sellado con pinzas de flores doradas y perlas.
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La empresaria india Natasha Poonawalla se convirtió en una estatuilla dorada para su aparición en el evento, todo gracias a esta combinación de un sari bordado tradicional, elaborado por el diseñador indio Sabyasachi; una tiara, anillos, brazaletes y pendientes históricos de la misma firma. adornadas con turmalinas, rubíes o zafiros, y un amarzón dorado surrealista que se amolda cual corsé a su torso, de Schiaparelli.
La modelo e hija de Kate Moss hizo su primera aparición en la Gala MET con un vestidazo a la altura del momento, cortesía de Burberry. Al igual que hizo su madre en 1993, la joven supo presumir de su figura con un diseño transparente tipo slip dress, repleto de apliques de joyas y pedrería que a su espalda esbozaban el logo de la firma británica.
The King of Dudes (El Rey de los tipos), título bordado el abrigo de paño clásico que cuelga sobre el hombro de Emma Corrin, hace referencia al millonario Evander Berry Wall, que en la década de 1880 opacó al resto de hombres de sociedad en Nueva York con sus extravagantes sombreros puntiagudos, anillos, broches y pendientes. La atrevida británica lució un traje de Miu Miu con joyas y un reloj de bolsillo de Cartier.
No se queda atrás Melissa King, que a pesar de asistir a la gala con un traje clásico, de Thom Browne, sentó un precedente con sus accesorios. "Quería representar mi cultura a través de protectores de uñas chinos que tradicionalmente usaban las emperatrices en tiempos de dinastía. Estos se inspiraron en la última emperatriz de China, la emperatriz viuda Cixi", escribió la chef en sus redes sociales sobre estas fantásticas piezas de CHRISHABANA.
Chloe Bailey estrenó la pieza de joyería más original de esta cita benéfica, una gargantilla hecha a mano por artesanos de la casa Area, en Roma. Fue pulida y moldeada en latón de peso pluma, al que se incrustaron cristales de vidrio de Swarovski. El motivo de las plumas alude al pájaro en pleno vuelo, simbólico de pujante la Edad Dorada de Estados Unidos.
Además de haber sido confundido con el actor Jared Leto, que llegó vestido a juego con Alessando Michele tan solo unos minutos después, el director creativo sueco Fredrik Robertsson impactó con un esqueleto tridimensional, de Iris Van Herpen, y su maquillaje de sombras ahumadas con apliques de perlas, obra de Linda Hallberg.
Y mientras que la mayoría decidió llevar sus gargantillas alrededor del cuello, como dicta la costumbre, Bella Hadid ha portado este collar de perlas, cortesía de Burberry, alrededor del tobillo, siendo este el remate ideal para su sensual look de corsé, capa de encaje y medias del mismo tejido transparente.
La artista Gina Oh está detrás de la manicura viral de la Gala MET 2022, cuyo lienzo fueron las larguísimas uñas acrílicas de la actriz Cynthia Erivo, que lució un diseño upcycled de Louis Vuitton con turbante blanco y anillos de diamantes. Sus uñas, pintadas con esmalte negro, llevan apliques de cristales, perlas y brillantes.
Cara Delevinge se apegó a la temática del Glamour Dorado lo más posible con un traje satinado de Dior que recordaba a los códigos masculinos de la época, a juego con cadenas doradas. La sorpresa llegó cuando se deshizo de la chaqueta y desveló su cuerpo bañado en pintura dorada con un arnés fino de motivos vegetales.
El actor español Manu Ríos, protagonista de Élite, deslumbró con un traje de transparencias y lentejuelas, de Moschino, acompañado por joyas de Rabat. Llevó un colgante de oro blanco con diamante negro talla esmeralda y orla de brillantes, un pendiente de oro blanco y brillantes negros, una pulsera rivière de oro blanco con brillantes negros y cuatro anillos de oro blanco y diamantes.
Ashton Sanders mezcló la inspiración decimonónica con el punto moderno y muy norteamericano del denim que componía su traje de Casablanca, con ribetes y botones dorados. Su maquillaje vampírico, con lentillas blancas y falsos colmillos afilados, aludía al Drácula de Bram Stoker, publicado en la misma época.
Eiza González brilló con este vestidazo de brillantes y plumas blancas, de Michael Kors, que remató con un repertorio de joyería inigualable, cortesía de Bvlagri: un collar de la próxima colección de Alta Joyería de Bulgari con más de 52 quilates de diamantes y un conjunto de pendientes y anillos a juego.
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Lizzo recordó sus años de conservatorio con una presentación de flauta en la alfombra roja, casi tan impactante como la capa XL que Thom Browne había diseñado especialmente para ella. Se trata de un abrigo extragrande de raso duquesa chesterfield con bordados de rosas doradas, hechas con puntada de raso de seda, que llevó sobre un vestido negro encorsetado y liguero.
El look de belleza más trabajado de la velada lo llevó Naomi Campbell, en sintonía con un vestido de terciopelo y logo de brillantes, de Burberry. La pedrería estratégicamente posicionada en su rostro fue el toque final perfecto para un ostentoso estilismo acorde con la temática.
Horas tardó Maisie Williams (Juego de Tronos) en estar lista para la gala del museo, no solo por el trabajo de ajustar el corsé de su diseño de Thom Browne, de la colección Otoño/Invierno 2021, sino por el sorprendente peinado que luce. Un recogido de efecto wet con pedrería al tono, apenas visible, que resalta como relieve en cada giro y mechón de su cabeza, obra del estilista Joey George.
Por poco pasó desapercibido el accesorio principal de este lookazo de lentejuelas doradas de Sabrina Carpenter. No, no estamos hablando de su top corto o de aquel collar de oro y diamantes sino de este bolso vintage de Paco Rabanne. Es el clásico 'mini' Messenger, de rejilla metálica, confeccionado en 1969.
¡Toda una oda a Nueva York! Blake Lively se valió de la alta joyería de Lorraine Schwartz para completar un look histórico. La tiara tiene siete puntas en referencia a la corona de la Estatua de la Libertad. “También a los siete continentes y a los sietes mares que hacen un homenaje a la inclusividad, la libertad y la bienvenida a quienes llegan a la ciudad de Nueva York”, ha puntualizado. La diseñadora añadió 25 piedras en alusión a las 25 ventanas de la estatua.