En París las temperaturas estos días no pasan de los 9 grados y aún así ya hemos oteado la primera babucha de la temporada: un tipo de zapato de influencia marroquí, abierto por detrás en la zona del talón, y acabado en punta muy acusada. La Haute Couture parisina que se celebra estos días estaba en el punto de mira de los editores de moda de medio mundo, esperando a ver quién sería la primera en atreverse con el zapato de la temporada en pleno mes de enero: la valiente no ha sido otra que Elena Perminova, una de las chicas del russian fashion pack, que ha asistido al desfile de Alta Costura de Dior con uno de los zapatos abiertos y puntiagudos de la colección de primavera que la maison presentó en septiembre.
Pero, ¿a quién le debemos esta tendencia? ¿Y por qué la babucha ha dado qué hablar antes incluso de que las chicas-it de la moda hayan salido a la calle con ella? Muchos apuntan a que los 'culpables' del furor (y pre-furor) de la babucha han sido los directores creativos de Céline, una de las firmas preferidas de las street stylers que acuden a la maratón de las semanas de la moda. Céline ha ido marcando el tempo de los complementos en las últimas temporadas, tanto en calzado como en bolsos, así que cuando la firma decidió vestir a las modelos de sus colecciones Resort y Pre-Fall con dos tipos de babucha diferentes, saltaron las alarmas. Las zapatillas en cuestión, con una hebilla XL que se puede colocar por delante en el empeine o detrás en el talón, son algo diferentes por el acusado escote en pico en la boca del zapato, y se pueden adquirir en dos variantes diferentesl, en negro y lisas o trenzadas y con acabado tricolor, ambas por un precio entre los 600 y los 800 €.
La babucha de Céline es uno de los éxitos de la temporada en redes sociales: a medida que van pasando los días, el feed de Instagram se va llenando de chicas que se apuntan sacarse una foto de los pies con el zapato de moda. No es el único: muchas otras firmas de moda se apuntaron a la babucha durante las fashion week del pasado mes de septiembre, cuando se presentaron las colecciones para la próxima primavera-verano, adoptando diferentes formas y estilos. Las de Dior son ultra planas, también incorporan dos hebillas redondas, una en la puntera y otra en torno al tobillo, y tienen un acabado acharolado. Armani les añade una pulsera tobillera y estampado marinero de rayas. Y Paco Rabanne y MSGM consiguen un híbrido punk, con remaches plateados, puntas afiladas y talones cerrados.
Como a día de hoy no hay tendencia que no cuente con su ración de inspiración street, si echamos la vista atrás también encontramos referencias que apuntan al origen de esta moda: las firmas no se habrían atrevido con este zapato si no confiasen en su potencial de vestir a las fashionistas por los pies en lugar de por la cabeza. De hecho, hacía ya tiempo que el zapato plano llevaba reclamando su sitio: sin ir más lejos, hace sólo unos meses el mocasín con interior de piel de pelo de Gucci y las bailarinas 'picudas' con lazada de Aquazzura y Michael Kors transformaban el panorma de la fashion week, con más flats sentadas en el front-row que zapatos de tacón. Los zapatos planos, incluidos mocasines, bailarinas, slippers y babuchas, han sido el zapato de cabecera de Alexa Chung, que lleva tiempo insistiendo con los acabados en punta (denostados durante muchos años en favor de la bailarina redondita), tanto en los zapatos con el talón abierto como con el calzado cerrado.
La manera de combinarlas: aunque te recomendamos que esperes a que se pase el frío, este tipo de slip-on se encuentra muy cercano al zapato básico plano pero con un twist muy cool gracias a la punta súper afilada (un ejemplo: si vemos a Victoria Beckham bajarse de los tacones a lo largo de este año, es muy probable que lo haga en un zapato de este estilo, que ya forma parte de su colección de primavera), y resulta fácil de combinar y de incorporar al armario de diario, especialmente en negro o en un color neutro. Incluso el modelo trenzado de Céline a tres colores promete funcionar con todo tipo de estilismos. La babucha abierta sigue además una norma de estilo muy similar al slingback en color nude con puntera en negro, especialmente cuando la punta del zapato es muy estrecha (tipo bruja, de ahí lo de #witchshoe, un hashtag que está apareciendo muy a menudo en redes sociales asociado a este zapato), ya que visualmente alargan la pierna y evitan que parezcamos más bajitas que cuando nos subimos a unos tacones.
