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Cada vez que Helen Lindes se sube a una pasarela, lo hace de manera triunfal. Fue en septiembre de 2017 cuando, ocho meses después de dar a luz, abría el desfile de Ion Fiz en Madrid demostrando cómo su profesión no está reñida con la maternidad. Este lunes, la maniquí repetiría la experiencia de conciliar ambos mundos de una manera algo diferente pero también muy emocionante. Y es que, embarazada por segunda vez -será en primavera cuando llegará la hija que esperan la canaria y el jugador de baloncesto Rudy Fernández- recorrerá la pasarela de Lola Casademunt en la 080 de Barcelona. "Sin lugar a dudas mi desfile más especial, ya que en esta ocasión estaré muy bien acompañada", escribió en su cuenta personal de Instagram hace tan solo un día. Después de los fittings, que tuvieron lugar el domingo, especialmente importantes pero más todavía cuando quien va a desfilar se encuentra en estado de espera, ya que las medidas pueden ser cambiantes, la maniquí se despedía de sus seguidores con un selfie en la Sagrada Familia.
Un vestido negro de manga corta en color negro y acabado de piel con unos guantes a juego fue el look que la modelo adelantaba a través de un vídeo en su historia de la red social y con el que llegó a la localización donde tendría lugar el desfile, lista para posar en el photocall. Poco después presumió de curvas con diferentes looks, encabezando también el carrusel final, con un vestido largo de lentejuelas rojas con una abertura en el lateral. El estilismo es de Maite by Lola Casademunt, la línea premium de la firma con una personalidad femenina, sofisticada y vital, totalmente en línea con la personalidad de Helen Lindes, que ha confesado que se encuentra especialmente energética. Ella misma aseguraba en el blog hace unos días, que aunque la barriga es más notable, no le impedía en ningún caso llevar una vida activa. ¿Y qué mejor prueba de ello que dedicándose a su labor profesional?
Incluir modelos embarazadas en los desfiles es algo que cada vez más firmas llevan a cabo en sus presentaciones. No ya solo porque las maniquís se encuentran en condiciones de seguir desempeñando su trabajo sino también por el poderoso mensaje que transmite, abriendo las miras de un sector en el que los estereotipos de belleza tienen un peso muy relevante. Hace tan solo unos meses, en plena Semana de la moda de Nueva York, Lily Aldridge desfilaba como premamá para la firma Brandon Maxwell. La californiana parece casi acostumbrada a que los embarazos no afecten a su ritmo laboral ya que en 2011 atravesó la pasarela de Victoria´s Secret en el mismo estado que su compañera Alessandra Ambrosio. El de Irina Shayk es otro de los excepcionales casos que ha permitido la firma lencera disimulando estratégicamente la zona del vientre con diseños que hacían poco evidentes los embarazos.
Ninguno de los tres ángeles se encontraba en un estado de gestación tan avanzado como el de la canaria, que va por su vigésimo séptima semana de embarazo. Es quizás una comparación más acertada con el caso de Helen Lindes el de la modelo Slick Woods, que lució su silueta de nueve meses en una de las combinaciones de Savage x Fenty, la firma lencera de Rihanna y que, además, se puso de parto tras el desfile. A la modelo española todavía le quedan unos meses para darle una hermana a Alan, que en diciembre cumplió dos años. La bloguera de Hola ya contó a la revista que se encontraban "muy ilusionados", un sentimiento que seguro habrá sentido de manera más intensa al volver a pisar la pasarela barcelonesa pudiendo compartir la experiencia con su pequeña.
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