Aunque siente especial predilección por firmas europeas como Dior, Erdem, Balmain o Delpozo, Melania Trump no duda en incluir en su vestidor firmas estadounidenses con las que poner en valor el diseño y cultura del país que preside su marido. Ya sea gracias a nombres como Ralph Lauren, J. Crew o Calvin Klein, la esposa de Donald Trump procura crear el perfecto equilibrio entre un lado y otro del Atlántico para no dañar su imagen de Primera Dama de los Estados Unidos. Una voluntad diplomático-estilística que ha quedado patente poco antes de volar a Japón; momento en el que ha elegido un original vestido tarjeta postal, homenaje a la cultura del Oeste americano.
Este viernes, Melania Trump y su esposo han puesto rumbo a Japón; un viaje oficial de cuatro día, que coincide con el Día de los Caídos -fecha en la que los estadounidenses recuerdan a los caídos en combate- y en el que los inquilinos de la Casa Blanca se reunirán con las autoridades del país nipón. Donald Trump y su esposa son los primeros huéspedes estatales del emperador Naruhito tras su ascenso al Trono del Crisantemo el 1 de mayo, después de la abdicación de su padre; un viaje diplomático clave para la relación entre ambos países que ha quedado patente en la maleta de la Primera Dama. Tras renovar a principios de mes su estilo, gracias al hit de la realeza más estilosa, esta semana Melania ha vuelto a sorprender al elegir un diseño de lo más original y patriótico.
Para este largo vuelo, con parada en la Base de la Fuerza Aérea Andrews en Maryland, la Primera Dama ha mostrado un original vestido camisero de Calvin Klein 205W39NYC blanco en el que destacaba un llamativo estampado con tarjetas postales en las que se podían apreciar paisajes en tonos azules y tierra del Oeste americano. Elaborado en seda italiana, se ajustaba al busto de la esposa de Donald Trump para luego caer en una falda fluida decorada con unos discretos bolsillos en las costuras laterales; una propuesta que ha combinado con un cinturón burdeos y unos elegantes tacones azules de punta redondeada, de Christian Louboutin. Pero el estampado del diseño no ha sido lo único que ha llamado la atención a los medios agolpados en los jardines de la Casa Blanca. Poco antes de subir al avión, Melania Trump ha sufrido un desafortunado incidente por culpa de la tela blanca del vestido, al transparentarse la misma y dibujar a contraluz la silueta de sus piernas. Un detalle que sin embargo no ha empañado el estilismo tendencia de la Primera Dama y su amor por el país americano.
