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Con motivo de su visita al departamento de vestuario de la Royal Opera House de Londres, la duquesa de Cambridge ha querido recuperar uno de sus trajes de chaqueta más estilizadores y al que acompaña una anécdota: tardó dos años en estrenarlo. Sin embargo, en esta ocasión, la esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra ha logrado renovar esta creación gracias a una nueva forma de combinarla y contando con el apoyo del poder de los complementos, el truco favorito de las royals para reciclar looks con acierto. Curiosamente, su elección recrea los códigos de estilo que figuran como definitorios en el vestidor de Isabel II. Un homenaje que consigue, principalmente, con su bolso en tamaño midi y con asa corta, muy similar a los modelos que lleva la Reina de Inglaterra.
Aunque la forma de combinar este traje de chaqueta es similar a la que recreó el día de su estreno en febrero de 2017, pequeños detalles en sus complementos marcan la diferencia. En lugar de un clutch, prefiere en esta ocasión un pequeño bolso de mano con piel negra de cocodrilo acharolada, de Aspinal of London (558 euros), sello favorito en su vestidor. Se trata de un diseño bandolera en tamaño midi bautizado con el nombre de Mayfair (también lo tiene en tono nude) que, no obstante, prefiere llevar en la mano sirviéndose del asa corta que presenta. Una decisión, que no es la primera vez que vemos en sus looks, con la que consigue ese guiño a los códigos estéticos que gustan a la reina Isabel II.
Como calzado, vuelve a recurrir a un diseño que figura como básico de fondo de armario, unos pumps negros. Sin embargo, estrena un diseño de Rupert Sanderson que incorpora una llamativa chapa dorada en el empeine con el que logra realzar y renovar de forma fácil su conjunto (592 euros).
En cuanto a su traje de chaqueta y falda, que curiosamente también se tiñe en uno de los colores favoritos de Isabel II, este fue presentado en la pasarela de Nueva York en febrero de 2015 y pertenece a la colección de otoño-invierno 2015-2016 de la casa Oscar de la Renta. Unos diseños históricos, ya que figuran como los primeros realizados por el diseñador Peter Copping tras el fallecimiento del fundador de la firma en octubre de 2014. Sin embargo, Kate tardó dos años en incorporar a su vestidor este traje malva, compuesto por chaqueta con corte peplum y falda acampanada a juego, en línea trapecio y con largo a la rodilla (precio original, 3.085 euros). Fue en febrero de 2017 durante su asistencia a la conferencia Guild of Health Writers en Chandos House (Londres).
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