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De Twiggy a Naomi Campbell, las supermodelos que cambiaron la historia según nuestra experta: "La individualidad puede ser revolucionaria"


Hablamos con una estilista sobre las supermodelos que han marcado la industria desde los años 60 hasta hoy y sobre por qué son tan especiales


De modelo a supermodelo: nombres que marcaron un antes y un después en la moda© Getty Images
Paula MartínsColaboradora de Moda y Estar Bien
22 de noviembre de 2025 - 6:00 CET

Hubo un tiempo —no tan lejano— en el que la moda operaba en un silencio conveniente. Las modelos eran figuras funcionales: cuerpos impecables, rostros inescrutables, siluetas al servicio de prendas que buscaban ser vendidas. Su presencia era indispensable, pero no definitoria. Eran maniquíes bellos en movimiento, una etiqueta que aniquilaba cualquier rastro de individualidad o voluntad propia.

Pero después algo implosionó en el sistema. Con el tiempo, y a medida que los avances sociales bañaban la mentalidad del paso de los años (y por ende, la moda actuaba de altavoz de los mismos), las modelos comenzaron a tener voz, a exigir cláusulas, a negociar contratos con cifras de Estado y, finalmente, a convertirse en auténticos iconos culturales que trascendían las pasarelas. Más que enseñar cómo sentaba una prenda, la representaban con su imagen, su actitud y sus valores. 

De modelo a supermodelo: nombres que marcaron un antes y un después en la moda© Getty Images

De Twiggy a las 'top models' de los años 90

La transformación de la industria del modelaje es inseparable de los cambios profundos que han redefinido la diversidad, el poder del cuerpo y la semántica visual. Basta con fijarse en la irrupción de Twiggy, a mediados de los años 60, en la moda, para darse cuenta de que la industria abrió sus fronteras. Y, es que cuando Londres era epicentro de la efervescencia cultural (con esa rivalidad continua entre los rockers y los mods), Lesley Lawson, rebautizada como Twiggy, rompió cualquier patrón estético que imperaba por entonces en el horizonte de la moda.

Sus ojos gigantes, su figura andrógina y su deliberada delgadez la convirtieron en el estandarte de una generación que se negaba a heredar la tradición y que veneraba la juventud como un acto de resistencia. Twiggy fue la primera modelo que trascendió su trabajo para convertirse en un símbolo sociológico. La estilista y fundadora de Estilismo Consciente, Bianca Fuentes lo sintetiza con la precisión: "El éxito de Twiggy se debe a que ella fue descubierta en un momento en el que su generación rompió con todos los moldes del momento. En mi opinión, intentó atrincherarse en la juventud el mayor tiempo posible", cuenta. 

De modelo a supermodelo: nombres que marcaron un antes y un después en la moda© Getty Images

Twiggy representaba el contexto de su momento. "Los colores y las formas que los mods introdujeron, junto con los inicios de la psicodelia y esa necesidad de soñar del estilo "espacial", se reflejaban perfectamente en el estilo de Twiggy, que combinaba una apariencia inocente con una actitud profundamente disruptiva". De hecho, las modelos han estado tan vinculada a cada generación que, posiblemente, hoy Twiggy no tuviera tanta cabida en editoriales y pasarelas: "Creo que merecería una reflexión sobre cómo la industria encumbra ciertos cuerpos aniñados, pero también sobre cómo la individualidad puede ser revolucionaria".

Twiggy no solo impuso un canon estético, sino que inauguró la idea fundamental de que la personalidad (y no solo la perfección física) podía definir una imagen de marca. La modelo dejó de ser un simple soporte inerte; era, por primera vez, una narrativa.

De modelo a supermodelo: nombres que marcaron un antes y un después en la moda© Getty Images

Más tarde, a finales de los años 80, el juego ya no era solo sobre la fama; era sobre el control. Las modelos se dieron cuenta del valor de su imagen y dejaron de conformarse con ser musas silenciosas. Fue en este momento cuando comenzó a despuntar la generación de modelos más conocidas. Chicas jóvenes que coincidieron en espacio y tiempo para redefinir, de nuevo, el concepto de modelo. 

Si bien por un lado se encontraba Kate Moss rompiendo todos los moldes con su estética grunge y el heroin chic, inaugurando una nueva era minimalista y de autenticidad cruda; por otro, comenzó a ascender un nuevo concepto de musas de moda en el que, los cuerpos definidos y, los que por entonces se consideraban saludables, comenzaban a concienciar a las mujeres del momento de aquella delgadez, aspecto descuidado y evidente desenfreno de Kate Moss quizá no era lo más óptimo.

Kate Moss en 1991© Getty Images
Kate Moss en 1991

Cindy Crawford destacó representando una belleza saludable y atlética, transformando la estética de la mujer en los 90 hacia un ideal de fuerza y bienestar. Claudia Schiffer, por su parte, encarnó el ideal de "glamur europeo", y muchas, como Linda Evangelista o Naomi Campbell aterrizaron en pasarelas de manera arrolladora, no solo por su imponente físico, sino también por su personalidad fuera de ella, logrando ser objeto de deseo para todas las cabeceras de moda. Todas ellas llamaban la atención físicamente, pero eran mucho más. Acudían a multitud de eventos, ofrecían numerosas entrevistas, vestían con una personalidad única fuera de pasarelas, y, en muchas ocasiones, se atrevieron a contar las durezas del mundo del modelaje sin tapujo alguno.

De modelo a supermodelo: nombres que marcaron un antes y un después en la moda© Getty Images

Nueva época, nuevos rostros

Linda Evangelista no solo encarnó esta transición, sino que la verbalizó, pronunciando la frase que se convertiría en el lema no oficial de la era de la supermodelo, un dardo directo al sistema: “No me levanto de la cama por menos de 10.000 dólares diarios”. Una cifra que hoy palidece, pero que entonces supuso un terremoto.

Bianca Fuentes destaca que el poder de Linda Evangelista residía más allá que en esta audacia financiera como en su riguroso sentido a la hora de vestir: "Su estilo, casi siempre minimalista y con un punto cercano a lo unisex, era toda una declaración de intenciones. Su gran acierto, en mi opinión, fue no intentar agradar a todos y atreverse a experimentar, especialmente con el cabello, un gesto que podía interpretarse como rebeldía pero también una forma de reinventarse y aportar, en un tiempo donde las modelos estaban dejando de ser un simple maniquí o lienzo en blanco. Creo que comprendió muy bien su propio estilo, pues con sus rasgos habría sido fácil caer en un revival de estrella del cine clásico, pero ella siempre fue más allá de resaltar su obvia belleza".

De modelo a supermodelo: nombres que marcaron un antes y un después en la moda© Getty Images

Modelos que rompen moldes

Linda Evangelista parecía comprender antes que nadie que la reinvención era poder. Su cabello corto (el famoso "Evangelista chop") se convirtió en una herramienta de marketing más poderosa que cualquier campaña. Se hizo a sí misma y, al hacerlo, alteró la percepción del modelaje para siempre. Pero si ella dominaba la estrategia y la metamorfosis, Naomi Campbell dominaba la pasarela como pocas.

Su trayectoria es crucial en la dimensión política de la moda. Fue la primera modelo negra en protagonizar portadas de grandes editoriales, un logro que, visto con perspectiva, resulta incomprensiblemente tardío (lo hizo en 1998), pero absolutamente indispensable en una industria que históricamente había preferido la homogeneidad caucásica.

De modelo a supermodelo: nombres que marcaron un antes y un después en la moda© Getty Images

Para Bianca Fuentes, la relación de Naomi Campbell con la moda es algo casi físico y emocional: “Creo que es una de las modelos que más ha disfrutado de hacer suyas las tendencias. Se puede apreciar que la moda es parte del juego y sus elecciones también han estado marcadas por su activismo y su alcance cultural. Pelucas y extensiones han sido elementos esenciales en la construcción de su imagen, y el impresionante archivo de prendas que ha atesorado a lo largo de los años demuestra cuánto ama y entiende la moda".

Su presencia no necesitó grandilocuencia: ocupar un espacio que históricamente se le había negado fue, en sí mismo, un acto de activismo silencioso y definitorio. Un fenómeno que coincide también con Tyra Banks, figura que, además de llevar el modelaje a la televisión, a través de su influencia mediática, abrió camino a modelos racializadas en ámbitos dominados por la homogeneidad.

De modelo a supermodelo: nombres que marcaron un antes y un después en la moda© Getty Images

Gisele Bündchen: cómo sacar provecho de la profesión

Paralelamente a estas top models, hubo otra figura que interesó especialmente tanto a marcas de moda como al mundo del star system. Gisele Bündchen escaló de manera discreta hasta convertirse en la modelo mejor pagada. Y, es que la brasileña fue una de las que mejor supo rentabilizar el negocio de las pasarelas y las campañas publicitarias.

Tras irrumpir a finales de los 90 con su famosa andadura, que representaba la figura más saludable y atlética, logró alzarse con el título de ser la mejor pagada durante más de una década. Cuando el horizonte de la moda comenzó a ver que, más allá del grupo de top models de Naomi Campbell o Claudia Schiffer había otros nombres destacados a los que prestar atención, Gisele Bündchen se alzó en el oficio como la mejor valorada renovando su estatus a final del siglo pasado. De hecho, ella encabezaba el equipo de las modelos de Victoria's Secret.

De modelo a supermodelo: nombres que marcaron un antes y un después en la moda© Getty Images

Su gran innovación, sin embargo, no fue estética, sino financiera y estratégica. En lugar de ser solo un rostro contratado, Gisele Bündchen diversificó su marca personal. Se retiró en 2015 de pasarelas (ganando, nada menos, que 38  millones de dólares) lanzó su propia línea de cosméticos ecológicos, Sejaa Pure Skincare, fue embajadora de la ONU para el medioambiente y ha publicado bestsellers sobre su filosofía de vida (Lessons: My Path to a Meaningful Life). Dejó de ser una ejecutora de la visión de otros para convertirse en la CEO de su propia imagen y valores. Su estilo actual, con un enfoque en la sostenibilidad, el bienestar integral y la vida wellness, es el reflejo directo de su imperio de marca.

Para entender cómo funciona el mundo de la moda y los motivos por los que una mujer alcanza el éxito y el título de supermodelo no hace falta más que pensar en el contexto social y cultural que atraviesa el mundo en cada momento. No es difícil: después de Gisele Bundchen, con el cambio de siglo, llegó Internet y, con esta ventana abierta al mundo, los cuerpos delgados comenzaron a erigirse de nuevo como reclamo y plataformas como Lookbook así lo dejaban claro. Paralelamente, firmas de moda escogían a nombres como el de Sasha Pivovarova, Coco Rocha, Karlie Kloss o Natasha Poly reforzando esta idea. De hecho, solo en este momento los telediarios comenzaron a alertar de esa cara B de pasarelas, donde tener más de una talla 36 parecía estar penalizado.

De modelo a supermodelo: nombres que marcaron un antes y un después en la moda© Getty Images

"Pasar de modelo a supermodelo es muy poco común y no depende tanto de la cantidad de desfiles, campañas o portadas, sino de algo mucho más profundo, de la capacidad de representar un momento cultural y de conectar con la sociedad más allá de la moda. En este proceso, los diseñadores y, por otro lado, las agencias son quienes deciden encumbrar y aportar visibilidad mediática; sin embargo, sin el interés genuino del público, ese estatus no se materializaría", señala Bianca Fuentes al respecto, haciendo hincapié de que la industria ya va mucho más allá de una primera imagen. "Las supermodelos encarnan  algo más que moda, como una cultura, un momento o una ruptura estética".

Cuando la experta en moda pronuncia estas palabras lo hace con pleno fundamento. No hace falta analizar más que la evolución de las últimas décadas para encontrar la evidencia. Otras modelos que saltaron al estrellato, como Ashley Graham, llegaron en un momento en el que la diversidad corporal comenzó a ser un tema en la mesa de debate. También, que el nombre de la modelo transgénero, Valentina Sampaio, tuviera tanta repercusión indicó que la diversidad parecía estar comenzando a calar hondo en la industria. 

Ashley Graham en 2015© Getty Images
Ashley Graham en 2015

"Todas representan su tiempo y generaron rupturas respecto al canon predominante, algo de lo que la moda ha abusado históricamente. La industria también debería ser un espacio de diversidad y personalidad, y desde luego el estilo y la visibilidad pueden ser vehículos de cambio social y cultural, lo que me hace pensar que el público general prefiere este tipo de perfiles dentro de la moda más que los que la industria perpetúa", sentencia Bianca Fuentes. 

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